Tienen razón los agustines Alonso –padre e hijo- cuando aseguran que no van a meter las manos por su nieto y sobrino, respectivamente, hoy bajo proceso por el delito de homicidio y lesiones. Sin embargo, sin que ellos lo hayan pedido, el personal de la Fiscalía Regional Oriente, a cargo del polémico Alejandro Chávez Carmona, está aplicando aquello de que “para los amigos justicia y gracia”.
Un comunicado de la Fiscalía General de Justicia del Estado, fechado el 29 de marzo de la presente anualidad, da cuenta de que la Unidad de Investigación Especializada en Homicidios, adscrita a la Fiscalía Regional Oriente, aportó el acervo probatorio suficiente que permitió la obtención de un auto de vinculación a proceso en contra de Orlando Leonardo “N”, a quien se le imputaron los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa cometidos durante la realización del carnaval de Yautepec.
Los hechos se registraron la noche del viernes 25 de marzo cuando se realizaba el Carnaval del municipio de Yautepec, y fue sobre la calle Zaragoza de la colonia Centro donde el indiciado inició una discusión con el ahora occiso, para posteriormente accionar un arma de fuego calibre 380 en contra de la víctima quien perdió la vida en el lugar.
De la agresión resultaron una femenina y un masculino lesionados por herida penetrante de proyectil de arma de fuego, mismos que fueron trasladados para su atención médica a un centro hospitalario.
Al intentar huir del lugar el responsable, fue detenido por elementos de la Policía Morelos quien fue identificado como Orlando Leonardo “N” de 21 años de edad, sobre la calle Morelos de la misma municipalidad, quien fue puesto a disposición de la Fiscalía Regional Oriente.
Al ser integrada la carpeta de investigación correspondiente, el Ministerio Público presentó en audiencia este lunes a Orlando Leonardo vertiendo los elementos de prueba correspondientes, calificándose de legal su detención y se formuló imputación en su contra por los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa.
“Al ser valorados por el órgano jurisdiccional, se dictó un auto de vinculación a proceso en contra de Orlando Leonardo, a quien se impuso la prisión preventiva como medida cautelar y se concedió el plazo de tres meses para el cierre de la investigación complementaria”, termina diciendo el boletín.
Lo que no menciona, es que a lo largo del proceso el muchacho de 21 años ha recibido varias “ayudas”. Los agentes del Ministerio Público de la Fiscalía regional oriente, Karla Vitervo Cervantes y Héctor García Acevedo presentaron antecedentes endebles contra Orlando Leonardo.
Karla Vitervo solicitó a la jueza que la audiencia fuera privada “por protección de las personas víctimas”. Hemos visto decenas de audiencias por esos mismos delitos y en ninguna se ha pedido que no haya público ni prensa en la sala.
Asimismo, en todos los casos en que a una persona se le imputa homicidio calificado, el Ministerio Público pide como medida cautelar la prisión preventiva. En este caso, la fiscal pidió ¡arraigo domiciliario!
Afortunadamente la Jueza Especializada de Control, Erika Beatriz González Guerrero impuso la medida cautelar de prisión preventiva a Orlando Leonardo D. A. pues ese delito se encuentra en el catálogo de delitos graves que la ley impone obligatoriamente que permanezca en la cárcel hasta que se resuelva su situación definitiva.
Entre estos detalles legales que están favoreciendo al miembro de la Dinastía Alonso (sin que esto sea imputable a los servidores públicos que son sus parientes) está el hecho de que no hay arma homicida. Si bien la Comisión Estatal de Seguridad Pública realizó su detención minutos después de la trifulca, no hay constancia de que él hubiese disparado el arma que terminó con la vida del joven comerciante.
De los otros heridos, ninguno reconoce a Orlando Leonardo como el que disparó. Al menos así quedó asentado en la carpeta de investigación CT/VEH/1746/2022. Quizás sea cierto, pero lo que resulta increíble, es que no le hayan practicado la prueba química para comprobar si había disparado, ni tampoco la de toxicología, que demostraría si estaba bajo los efectos del alcohol o alguna droga.
También se menciona en el comunicado de la FGJE “el indiciado inició una discusión con el ahora occiso”, evidenciando que la muerte fue producto de una riña y no con las agravantes de alevosía y ventaja.
Última ayudadita: se quedará en la cárcel distrital de Cuautla, donde los internos son menos y más fáciles de controlar, evitando así que llegara al mismísimo infierno que es el Penal de Atlacholoaya, donde están los más peligrosos delincuentes.
Estaremos atentos al desarrollo de este asunto que cada vez se torna más interesante desde el punto de vista jurídico, pues aparentemente los fiscales están cometiendo errores para que estos sean aprovechados por los abogados particulares Ricardo Martínez Cruz y Montserrat Castañeda Delgado, en beneficio de Orlando Leonardo.
No hay que perder de vista que el jefe de los fiscales es Alejandro Chávez Carmona, famoso entre los litigantes de la región oriente por ponerle precio a todo.
El Poder Judicial, como siempre, queda en medio y con alguien tendrá que quedar mal, cualquiera que sea su resolución.
Es innegable que el asunto perjudica la imagen de Agustín Alonso Mendoza y Agustín Alonso Gutiérrez. Sin embargo, las leyes establecen que la responsabilidad penal es personalísima y no afecta a familiares, mucho menos cuando el acusado ha alcanzado la mayoría de edad.
De hecho, el delito de encubrimiento no aplica cuando hay parentesco, pues a nadie le gustaría ver a su hijo, hermano o nieto, tras las rejas.
Por eso quienes tenemos hijos y nietos entendemos perfectamente a don Agustín Alonso Mendoza, a quien se le notaba el pesar en su conferencia del sábado por la tarde. Cuando ocurren este tipo de hechos, se acaban dos vidas, la de la víctima que deja de existir, pero también la del homicida, que nunca vuelve a ser igual.
HASTA MAÑANA.