La pandemia del virus SARSCov-2 no sólo se llevó a miles de morelenses, sino que provocó que otros tantos dejaran la vida terrenal sin los honores que se merecían. Tal es el caso del doctor en Derecho Ariel Peralta García -fallecido el 18 de junio del año pasado- quien fuera presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado de Morelos fue considerado uno de los discípulos de Hans Kelsen, filósofo austriaco creador de la teoría moderna del derecho.
A través de su esposa, la señora Emma González Aranda, recientemente nos enteramos de su lamentable deceso, que si bien no tuvo nada que ver con el covid, la emergencia sanitaria impidió que fuera despedido con todos los honores que sin duda se merece.
Y es que la vida de Ariel Peralta García es un verdadero ejemplo de superación personal, perseverancia y dedicación, pues habiendo nacido en el pequeño municipio morelense de Jonacatepec, estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) su licenciatura, maestría y doctorado, y se fue a complementar sus estudios en diversas universidades de Alemania.
Allá conoció al ilustrísimo maestro Hans Kelsen (1881-1973) quien lo cautivó con sus teorías filosóficas y desde entonces se dedicó a traducir sus escritos al español. De hecho, su viuda conserva una carta de puño y letra del jurista austriaco, escrita en papel membretado de la University of California, Berkeley, en la que lo felicita por sus aportaciones al estudio del Derecho. Está fechada el 20 de septiembre de 1968.
El ilustre austriaco Hans Kelsen se radicó en Viena y luego en Colonia a tratar de ponerse a salvo del nazismo; poder e ideología al que sirvió Carl Schmitt, y con quien Kelsen tuvo profundas desavenencias que aterrizaron en su obra ¿Quién debe ser el defensor de la Constitución (en español en Tecnos), donde Kelsen dio cátedra científica e histórica al nazi Schmitt, cuando éste publicó En Defensa de la Constitución, donde sostiene que el único defensor de la Constitución debería ser el führer Adolfo Hitler, para avalar la salvaje autocracia del nazismo.
El 29 de marzo de 1960, cuando Kelsen tenía 78 años, se dio la esperada visita del famoso intelectual a la ciudad de México, a iniciativa de los catedráticos Eduardo García Maynez y Alfonso Noriega. El fundador de la Escuela de Derecho de Viena dejó muchas anécdotas a su paso. Se cuenta, por ejemplo, que el aforo de la Biblioteca Antonio Caso fue insuficiente para los más de tres mil asistentes (quizás la máxima audiencia que ha tenido una conferencia jurídica en CU) por lo que la primera charla debió celebrarse en el Paraninfo de la Facultad de Medicina.
“En el ajetreo del cambio de foro, Kelsen olvidó su sombrero, y cuando fueron a buscarlo, descubrieron que alguien había decidido incorporarlo a su memorabiblia. La expectativa que provocó fue tan grande que sus intervenciones se transmitieron por radio e incluso circuló la versión de que nuestro país apoyaría su candidatura al Premio Nobel de la Paz, luego de que el jurista se entrevistara con el presidente López Mateos”, escribió Ángel Gilberto Adame, en El Universal.
La visita de Hans Kelsen a México fue un verdadero acontecimiento pues en ese momento era considerado un personaje que había cambiado el paradigma del Derecho y su concepción filosófica.
Tras su visita, vino un “boom” de publicaciones de estudiosos del Derecho en torno al pensamiento Kelseniano. Eduardo García Máynez tradujo del francés el manuscrito “El contrato y el tratado”, analizados desde el punto de vista de la teoría pura del Derecho, de Kelsen.
Florencio Acosta tradujo del inglés las conferencias que Kelsen había dictado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard y que fueron publicadas bajo el título de Law and Peace in International Relations.
Tras la muerte de Kelsen, en 1973, Rolando Tamayo y Salmorán, quien además de investigador era secretario del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, se dio a la tarea de compilar y dirigir un número especial “Estudios en Memoria de Hans Kelsen”, en el Boletín Mexicano de Derecho Comparado.
Cabe aclarar que el homenaje comprendió dos volúmenes: el número especial identificado como 19 y además el número 21. Por un lado, el primero incluyó no sólo artículos de Javier Esquivel, Luis Recasens Siches y del propio Rolando Tamayo y Salmorán, entre otros autores de fama mundial, quienes hacen referencia expresa a la obra y a la influencia del homenajeado, sino también un par de clásicos kelsenianos traducidos al español: “Causalidad e Imputación”, por Ariel Peralta García, y “La concepción del Estado y la Psicología Social”, por José Melvyn Blakey y Ariel Peralta García, el morelense.
Desde entonces, Ariel Peralta García se dedicó a traducir y hacer ensayos de 38 libros de su admirado maestro, lo que significa una proeza sin igual, toda vez que no solamente se debe haber aprendido perfectamente el idioma alemán, sino tener la capacidad intelectual de entender los conceptos filosóficos y jurídicos de Kelsen.
Fue magistrado del Tribunal Superior de Justicia del estado de Morelos y presidente de éste en los años setentas, para después incorporarse a la Suprema Corte de Justicia de la Nación donde laboró sus últimos años.
En junio del 2021, a decir de su viuda, “su corazón simplemente se cansó de latir”, y falleció en calma en su casa del centro de Cuernavaca, donde guarda un acervo bibliográfico invaluable. En medio del “semáforo rojo” que prohibía reuniones de más de diez personas, sólo sus más cercanos familiares y amigos estuvieron en su sepelio.
La revista especializada “Cauce Legal” (antes “Sólo para Abogados”), le rinde un homenaje en su edición de mayo con fotografías inéditas proporcionadas por doña Emma González Aranda, su compañera de toda la vida.
“El político y filósofo Hans Kelsen propuso soluciones sobresalientes en técnica y ciencia jurídicas, a tal grado que es un parteaguas entre la metafísica jusnaturalista y el conocimiento del derecho positivo y éste como estructura jerárquica de las normas jurídicas constitucionales, leyes, reglamentos, decretos, para normar la conducta de las personas como sociedad y de los gobernantes como régimen”, escribió en 2017 el periodista Álvaro Cépeda Neri.
Sin embargo, “es primordial reconocer y agradecer el trabajo de la traducción, como esfuerzo intelectual y arsenal cultural, de quienes recrean textos del idioma original, pues muchos no podríamos o sería muy difícil tener acceso a éstos, como lo es Ariel Peralta García, considerado quien más ha estudiado a Hans Kelsen”, agregó.
HASTA MAÑANA.