Fue idea de Margarita pero la concretó Rabindranath. Lucy trató de darle el enfoque político; Juan Ángel aprovechó muy bien el acto publicitario y Rafa Reyes fue quien pagó el desayuno de todos. Así fue el cónclave de “los cinco aspirantes de Morena a la gubernatura de Morelos”, cuya fotografía se viralizó intencionalmente desde el mismo sábado para dar un mensaje a una semana de que se elijan mediante el voto de militantes y no morenistas, a los 50 consejeros que –en teoría- habrán de designar a los candidatos a cargos de elección popular para el 2024.
“Margarita la planteó hace tiempo y Rabín fue quien convocó un día antes. La reunión no duró más de una hora, y como de ahí le hablamos a Raúl Ojeda y nos dijo que estaba en Los Arcos viendo la logística del proceso interno del 31 de julio decidimos trasladarnos todos para allá, menos Margarita que tenía un evento en Jojutla”, nos comentó uno de los asistentes.
La cita fue a las ocho de la mañana en el restaurante de Harry Nielsen. Rabindranath y Margarita llegaron casi al mismo tiempo, luego Rafa y Lucy mientras que Juan Ángel se incorporó cuando ya estaban todos los convocados.
No hubo “el sexto invitado” como algunos mencionaron en redes. Se sentaron en una mesa para seis personas y quedó una silla vacía. Los ayudantes de los cinco ocuparon mesas cercanas. El restaurante estaba prácticamente vacío a esas horas.
Hábilmente Rabindranath ocupó la silla de la cabecera, lo que gráficamente dio la impresión de que era el líder. Para la foto también se puso al centro, para mandar el mensaje de que son “Rabín y los demás aspirantes”. En la gráfica llama la atención el outfit del alcalde de Jojutla, con saco color guinda y tenis blancos.
Juan Ángel pidió hígado encebollado para almorzar. Rabín y Lucy comieron huevos; Rafa sólo papaya y café con pan, en tanto que la directora de la Lotería Nacional no tomó ni café. De hecho, pidió que interrumpieran su desayuno para tomarse la foto del recuerdo. Todos se levantaron, sus asistentes tomaron las fotos y ella se despidió mientras los otros cuatro regresaban a sus sillas a terminar de desayunar. El alcalde de Jiutepec ofreció encargarse de la cuenta que no superó los 500 pesos.
Sólo Lucy Meza emitió un comunicado oficial. Su oficina de prensa informó que la reunión fue “para acordar concurrir al proceso de renovación del consejo y dirigencia estatal del partido, en un ambiente de fiesta democrática, en donde prevalezca la unidad y participación pacífica”.
Dijo que los asistentes al desayuno se comprometieron a colaborar con la dirigencia estatal de Morena, para evitar cualquier tipo de incidentes en los centros de afiliación y votación, con el objetivo de garantizar la participación de las y los morelenses que se adhieran al movimiento.
En realidad, para todos quedó claro el objetivo de esa reunión: mandar un mensaje a los que nunca han sido morenistas y que ahora buscarán posiciones en el partido para sacar beneficios en el 2024. Obvio no lo podían decir abiertamente.
El único que sí se les fue a la yugular a los neomorenistas fue el delegado especial, Raúl Ojeda, quien en una entrevista declaró que “si alguno de sus funcionarios –que los hay- andan calientes porque suponen que ingresar a Morena les garantiza alguna candidatura, les decimos desde ahora que están absolutamente equivocados, no va a haber de piña para ellos”.
Aquí vale la pena recordar lo que dice la convocatoria de Morena en sus considerandos:
“Que después del triunfo de nuestro movimiento en las elecciones del año 2018, el Congreso Nacional de Morena dispuso los términos de la renovación de los órganos internos del partido en el contexto de la nueva realidad que vive el país y nuestro movimiento. Sin embargo, por diversas situaciones de hecho y de derecho, esta orden no se ha cumplido a cabalidad. Hasta el momento sólo se han renovado la presidencia y la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional”, reza el segundo considerando de la convocatoria.
Agrega que es momento de convocar a las y los mexicanos a sumarse a Morena y llevar a la práctica el postulado de que este partido es un movimiento abierto y plural, que pertenece al pueblo de México “y no puede haber grupos o camarillas que lo consideren su patrimonio”.
“Así como salimos a pedir el voto por Morena a todas y a todos, ahora habremos de permitirles a quienes comparten el proyecto de que participen de manera activa en la renovación de nuestro partido”, dice la convocatoria, justificando así la participación de cualquier persona mayor de 18 años.
Entonces, que no venga don Raúl Ojeda a decirnos para quién sí y para quien no “habrá de piña”, insinuando que el repartidor de las piñas es él, un tabasqueño que nunca ha ganado una elección.
Lo cierto es que Morena se parece cada vez más a aquel Partido Revolucionario Institucional (PRI) de los años setentas, cuando todas las dependencias gubernamentales se ponían a disposición del partido en el poder cuando se trataba de acarrear gente.
Cuentan los empresarios del transporte que hay alcaldes y alcaldesas que ya apartaron 100 camiones para el domingo 31 de julio, y seguramente no será sólo el llevarlos a votar, sino también darles su respectiva torta y refresco, e incluso dinero en efectivo.
El que sea capaz de movilizar a más personas en el menor tiempo posible y con la mayor discreción, será el ganador el próximo domingo, ya sea funcionarios de Gobierno, los alcaldes, los diputados locales, los diputados federales y los senadores, de donde saldrá el dirigente estatal de Morena.
Todos, absolutamente todos, quieren tener injerencia en la designación de los candidatos a cargos de elección popular para el 2024, que suponemos será la última “ola morena” pues se prevé que saliendo Andrés Manuel López Obrador de la presidencia, el partido tendrá que “rascarse con sus propias uñas”.
Sin embargo, todos deben estar conscientes que –parafraseando al tabasqueño Ojeda- el único que reparte las piñas en este país es el presidente López Obrador, quien decidirá, sin darle ninguna explicación a nadie, el nombre del hombre o mujer que competirá en el proceso electoral de julio del 2024 bajo las siglas de Morena.
Y el abanderado o abanderada puede ser del grupo de los cinco que se reunió el sábado en Vikingos, o cualquier otra persona en quien AMLO confíe. Insistimos: los designios de AMLO son inescrutables e indiscutibles.
HASTA MAÑANA.