El evento político que organizó Arnulfo Montes Cuén y que encabezó Ulises Bravo el pasado 5 de septiembre en el zócalo de Tejalpa ya tuvo una reacción por parte del grupo que lidera el oriundo de esa comunidad jiutepequense, Rabindranath Salazar Solorio, quien este fin de semana vino a darse “baños de pueblo” en una fiesta mexicana que le organizó su madre, la señora Rufina Solorio, quien se ha convertido en su principal operadora política.
Con la participación del cantante Erasmo Catarino, el coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, reunió a sus familiares (que son muchos) y amigos, así como a simpatizantes de su proyecto político el domingo por la tarde en el Jardín Balam, propiedad del fallecido Radamés.
Oficialmente el motivo de la reunión fue la celebración de las fiestas patrias, aunque los invitados especiales fueron aquellos líderes que ayudaron a que el grupo de Rabindranath conservara un buen número de consejeros en las elecciones del 31 de julio y posteriormente en la asamblea del 27 de agosto en Villa Béjar, en donde se perdió por un voto.
Recordemos que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le retiró la calidad de consejero a Ulises pero luego “de facto” la dirigencia nacional morenista le otorgó el triunfo de conducir al partido en Morelos, al más puro estilo de Andrés Manuel López Obrador por aquello de que “lo importante no es el cargo, sino el encargo”.
Todos los acontecimientos ocurridos en los últimos meses han sido vistos por los observadores políticos como derrotas para Rabindranath Salazar Solorio, quien lleva esperando tres sexenios para contender por la gubernatura de Morelos.
“Los rabinistas desaparecieron después de la derrota en el proceso interno de su partido; el desprecio de la militancia a la corriente de Rabindranath Salazar empezó con la pérdida de posiciones en el consejo estatal, pero se extendió hasta la expulsión del director del IDEFOMM, un cargo que había promovido su madre”, escribió Eolo Pacheco.
Y remató:
“La debacle de Rabindranath tiene que ver con su alejamiento del estado, pero se agudizó con los excesos de su familia y el bajo nivel de sus operadores políticos. Lo que le ocurre no es producto de la casualidad; de ser el primero en la línea de sucesión, ahora ni siquiera aparece en el escenario”.
Como si no fuera suficiente, el pasado 5 de septiembre el grupo de Ulises Bravo aprovechó una “Asamblea Informativa sobre la Reforma Electoral” para que sus simpatizantes le patentizaran su apoyo en el pueblo que vio nacer a Rabindranath: Tejalpa. Así, el zócalo de este pintoresco pueblo fue el escenario perfecto para que Ulises se viera “arropado” por los jiutepequenses que le llevaron Arnulfo Montes Cuén y Ariadna Barrera.
Por todo lo anterior, la fiesta mexicana organizada por Doña Rufi forzosamente tenía que ser vista como un evento para contrarrestar el de Tejalpa, y al mismo tiempo para “sondear” que tan grande fue el impacto de las pasadas elecciones internas en Morena, aunque a decir de sus organizadores fue un simple convivio adelantando el 15 de septiembre.
Sería difícil dar un diagnóstico sobre cuánta gente acudió por voluntad propia tanto al evento del zócalo de Tejalpa como al del jardín Balam en la colonia Laguna Seca. Ciertamente había mucha gente, pero no sabemos si acudieron por voluntad propia o a cambio de algún incentivo.
De las fotos que publicaron los asistentes en sus respectivos muros de Facebook se advierte que sí acudieron importantes liderazgos no solamente de Jiutepec, sino de diversos municipios de la entidad donde Rabín ha sembrado amigos que atiende diligentemente su señora madre, convertida hoy por hoy en su más importante activista.
Uno que llamó poderosamente la atención fue el ex candidato del PRI a la Gubernatura, Amado Orihuela Trejo, quien logró colocar a su hijo Jorge en la Secretaría de Comunicación Social del Consejo de Morena. También el ex presidente municipal de Xochitepec y titular del IDEFOMM, Rodolfo Tapia, estuvo presente en la fiesta que fue “de traje”.
Sin embargo, si hablamos de presencias también debemos hacer notar las ausencias. Sí, aquellos personajes que hace algunos años eran “rabinistas de hueso colorado” y hoy aparecen en fotografías con “la competencia”.
Por ejemplo, el hoy presidente municipal de Cuautla, Rodrigo Arredondo, quien llegó a Morena gracias al entonces senador. Hoy, como alcalde de la heroica, no solamente no ayudó a Rabín en las pasadas elecciones internas, sino que se convirtió en uno de los bastiones del grupo que encabeza Ulises Bravo.
Igual Andrés Duque y su esposa Fabiola Urióstegui, Ariadna Barrera y su papá don Crispín. Los nuevos funcionarios Jovan Taylor y Jorge Mario García, o los legisladores Pérez Flores, que llegaron a donde están gracias a la familia Salazar Solorio y hoy ni les contestan las llamadas.
La fiesta mexicana del domingo sirvió para celebrar la independencia de México, para degustar unos ricos mixiotes, pozole y agua de horchata, pero también para que “el morelense más cercano al presidente de la República” se diera cuenta quién está con él y quién ha optado por otras corrientes dentro del mismo partido.
HASTA MAÑANA.