Es un hecho: por primera vez en su historia, la ciudad de Cuernavaca implementará el alcoholímetro. El programa se llamará “Conduce sin alcohol” y consistirá en la instalación de puntos de revisión (retenes) en sitios estratégicos de la capital morelense en la que personal calificado operará estos aparatos que detectan el grado de alcoholemia de quienes conducen vehículos y si no lo pasan los automotores serán remitidos a un corralón y –eventualmente- los ocupantes al juez calificador de la colonia Satélite.
Durante muchos años los alcaldes y regidores de Cuernavaca se resistieron a implementar este programa bajo el argumento de que podría desalentar la llegada de visitantes que vienen huyendo de “El Torito” como se le conoce a las celdas donde llevan a los capitalinos que son sorprendidos conduciendo en estado de ebriedad. Ni en los trienios de los alcaldes panistas que tienen fama de moralistas se aplicó, y lo vino a hacer José Luis Urióstegui Salgado y su cabildo.
Cabe mencionar también que sería el único que falta de la zona conurbada, pues en Temixco y Jiutepec ya lo hacen y se llevan una buena cantidad de dinero cada fin de semana por este concepto.
Sin embargo, a decir del gobierno capitalino, no se busca recaudar dinero, sino que será solo un tema preventivo y de apoyo social para lograr incidir en el combate a las adicciones, para lo cual el Ayuntamiento de Cuernavaca instaló una comisión que será vigilante de que este procedimiento sea legal, con perspectiva de género, inclusión, y en apego a los derechos humanos.
En base al Reglamento para Regular la Venta, Distribución y Consumo de Alcohol, la Sindicatura Municipal, la Comisión Reguladora para la Venta, Distribución y Consumo de Alcohol; la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (SEPRAC), la Secretaría de Desarrollo Humano y Participación Social, la Comisión de Derechos Humanos, la Contraloría Social y la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHM), integran este cuerpo colegiado, trabajando de manera coordinada para elaborar un reglamento con sentido humano y comprensivo sobre lo que está viviendo la sociedad con el tema del alcohol.
La regidora presidenta de la Comisión Reguladora para la Venta, Distribución y Consumo de Alcohol, Paz Hernández Pardo, mencionó que, como parte de la implementación del programa, el primer paso ha sido generar una campaña preventiva para evitar el exceso en el consumo del alcohol, la cual está implementando la SEPRAC y replicando cada una de las áreas integrantes de la comisión, para presentarlo a Cabildo para su análisis y en su caso, aprobación.
Entre los acuerdos fijados está que cada área trabaje en lo que le corresponde para iniciarlo, poniendo como ejemplo a la Secretaría de Desarrollo Humano y Participación Social que a través de la Dirección de Salud buscará la suma de distintas asociaciones que quieran participar en el proyecto, gestionará la adquisición de pipetas, y hará campañas de prevención; mientras que la Sindicatura por medio del Juzgado Cívico verificará que el lugar de destino donde estarán los detenidos sea el idóneo, y la CDHM les ayudará a empatar el reglamento para velar el derecho de cada ciudadano.
“La intención es poder implementarlo ya en la ciudad dado que la SEPRAC ha detectado ciertas zonas de distintas colonias y avenidas donde hay muchos choques y en la mayoría de los casos son porque el conductor estaba en estado de ebriedad”, expresó la regidora.
Y no hay que ser un experto para saber dónde hay más personas manejando en estado de ebriedad: Plan de Ayala y Río Mayo. Ahí donde hay más bares de donde nuestros jóvenes salen a altas horas de la madrugada y se estampan contra postes y semáforos, cuando bien les va, pues en otras ocasiones lamentablemente se impactan contra otros vehículos y se han dado casos en los que hay pérdidas humanas incluso de gente que nada tenía que ver.
Por su lado, la secretaria de Protección y Auxilio Ciudadano (SEPRAC), Alicia Vázquez Luna, informó que para la aplicación del programa “Conduce sin Alcohol” y cuidando las finanzas del municipio, se adquirirán solo dos equipos de alcoholimetría ($3,150 pesos, en Amazon), aunado a que el área de detención contará con dos espacios, entre ellos una sala audiovisual para invitar y exhortar a las familias a recuperar a la persona que ingiere sustancias tóxicas, contando con la participación de voluntarios.
Afirmó que este programa será vinculado con la Justicia Cívica, plan emanado del Sistema Nacional, aprobado desde el año 2019, y que paulatinamente se ha comenzado a ejercer en la ciudad, teniendo como única finalidad prevenir y combatir las adicciones, incorporando a las familias de aquellas personas que tengan este problema, al reconocer que este tipo de situaciones puede provocar problemas al interior del núcleo familiar y en la sociedad, ya que al conducir bajo la influencia del alcohol ponen en peligro la vida de otras personas.
La medida no deja de ser polémica, sobre todo cuando mucha gente gusta de cenar con cerveza o echarse unas dos copas “para el desempance” y puede conducir perfectamente su vehículo. Si el aparato marca 0.07 no hay problema, pero un puntito más y tendrá que ser infraccionado. También, algunos consideran que no debería ser implementado cuando la pandemia del SARS Cov2 no ha desaparecido. “No es justo que te obliguen a seguir usando cubrebocas, y que en uno de estos retenes te exijan soplar a un aparato para dejarte transitar en las calles”, comentan.
Recordemos que hace algunos años pretendieron implementarlo, pero cuando la Comisión de Derechos Humanos visitó el Sector Uno que está al norte del Mercado Adolfo López Mateos, quedaron sorprendidos del grado de insalubridad que existía.
Hoy se tienen unas instalaciones dignas en la colonia Satélite, además de cámaras de seguridad que permiten captar cualquier abuso de la autoridad.
Ahora bien, ¿cuáles serían los ingresos por este concepto? El único dato que encontramos fue el de Morelia, Michoacán, donde desde septiembre del 2021 el Ayuntamiento implementó los operativos de alcoholímetro como una política pública de prevención de accidentes, pero financieramente les ha representado un ingreso anual de 27 millones de pesos, mismos que han sido destinados a la adquisición de patrullas y equipamiento para la misma Policía.
Algo positivo que hemos visto en los municipios de Jiutepec y Temixco, es que los cuerpos edilicios se han comprometido a no dar facilidades ni descuentos a nadie en lo que se refiere a la infracción por manejar en estado de ebriedad. Y hasta ahora lo han cumplido.
Sin embargo, más tardan los gobiernos municipales en implementar el alcoholímetro que la gente en encontrar soluciones. Ya hay “comunidades” de Whatsapp cuya única función es darse “el pitazo” de dónde hay retenes para que los evadan, y taxistas que ofrecen sus servicios para manejar su vehículo mientras pasa el alcoholímetro y después usted puede continuar su camino sin importar que tan borracho vaya.
Es cuestión de conciencia. No queremos pensar que tanto remordimiento tendrá alguien que ayuda a otro a pasar el alcoholímetro, y que por eso ocurra un accidente que le cueste la vida al conductor, o incluso que termine con la vida de personas que van en un vehículo cuyo conductor va sin un grado de alcohol.
HASTA MAÑANA.