Todo parece indicar que el ex presidente municipal de Cuernavaca, Francisco Antonio Villalobos Adán, pasará la noche de navidad y verá el amanecer de un nuevo año en el Centro Estatal de Reinserción Social de Atlacholoaya, pero no porque lo hayan declarado responsable de crimen alguno, sino simplemente porque un juez reclasificó el delito de desvío de recursos públicos (peculado) al de Ejercicio Abusivo del Servicio Público, mismo que contempla -obligatoriamente y sin necesidad de ser declarado culpable- enfrentar el proceso penal tras las rejas.
Al “lobito” le aplicaron la de Rosario Robles, como si alguien lo quisiera ver tras las rejas aunque sea por unos días, los suficientes para quitarle su arrogancia y aires de grandeza que conservó hasta antes de que lo internaran en el Penal de Atlacholoaya.
Cuentan que aquella vez que estuvo a punto de quedarse preso por el intento de extorsión al empresario Cristian Contreras Luna -lo que finalmente no ocurrió gracias a un amparo del Juez Leovigildo Martínez- el entonces alcalde en funciones se despidió del juez Eddie Sandoval con una sonrisa burlona, sin saber que un año después estaría otra vez a su disposición pero ahora por otro delito.
Quizás por eso fue que decidió inventar un accidente automovilístico para no tenerlo de frente, y luego su abogado intentó sacarlo del hospital en una ambulancia con otra suspensión provisional que le había otorgado la justicia federal.
Villalobos Adán estuvo a punto de burlarse por segunda vez del juez Sandoval Lomé, pero no contaba con que ordenaría que el nosocomio fuera custodiado mientras se ejecutaba la orden de aprehensión en su contra, misma que fue cumplimentada ese mismo día por la noche, la primera que el ex presidente municipal pasaría en una celda.
Después de que la noticia de que “El Lobo” estaba encerrado corrió como reguero de pólvora, los reporteros suponíamos que había sido por alguna de las denuncias que venía prometiendo el alcalde José Luis Urióstegui desde que asumió el cargo, pero no.
El propio Urióstegui tuvo que aclarar que la detención de su antecesor ni siquiera derivaba de una denuncia interpuesta por el Ayuntamiento capitalino, sino de una querella presentada por el Instituto de Crédito desde 2020 en razón de que esa institución no recibió seis millones de pesos por concepto de descuentos a trabajadores que tienen algún tipo de empréstito.
Para evitar que siguieran diciendo que se está protegiendo a la anterior administración, la síndica Verónica Atenco y la consejera jurídica Nadia Luz Lara Chávez, ofrecieron una conferencia de prensa para explicar que ya presentaron 32 denuncias derivadas de las observaciones hechas en el proceso de entrega-recepción por parte de Tesorería en referencia al incumplimiento de obligaciones y responsabilidades, advirtiendo la probabilidad de la comisión de hechos ilícitos como pudiera ser abuso de confianza, incumplimiento de funciones públicas, ejercicio ilícito del servicio público, peculado y lo que resulte.
Dichas denuncias, agregó Nadia Luz Lara, son contra ex servidores públicos “con encargos de relevancia”, contra quien o quienes resulten responsables ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, instancia que llevará a cabo las investigaciones correspondientes y establecer los tiempos del proceso de cada una de las carpetas, derivado de estas denuncias presentadas durante el mes de septiembre.
Es decir, que no solamente van contra quien presidía el Cabildo, sino también contra aquellos que formaban parte de él y que aprovecharon el cargo para beneficiarse. No en balde varios ex regidores y ex regidoras ya andan con su amparo bajo el brazo (Albina Cortez, por ejemplo).
En la misma situación se encuentran ex secretarios, ex directores y ex coordinadores de área que trabajaron con Villalobos Adán. El ex tesorero no puede faltar en esa lista.
Hasta antes de que atoraran a Villalobos había cierta tranquilidad entre los ex funcionarios, pues se sabía que los delitos que les imputan no son considerados graves y que cuando mucho tendrían que ir a firmar cada semana a Atlacholoaya. Sin embargo, después de lo que les sucedió a los ex regidores Jesús Martínez Dorantes, Anayeli Rodríguez y Gerardo Güemes, ya se dieron cuenta que el juez puede reclasificar el delito y mandarlos a la cárcel aunque sea una temporada.
De buena fuente sabemos que falta otro “bonche” de denuncias que ya están preparando en el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado contra funcionarios de esa institución que tradicionalmente ha sido usada como “caja chica” del Ayuntamiento.
Pero volviendo al tema de la denuncia por los seis millones que no entregaron al Instituto de Crédito, y que con todo e intereses ya subió a nueve millones, ayer la Fiscalía Anticorrupción dio a conocer que la defensa de Antonio Villalobos interpuso un amparo contra la determinación del juez de reclasificar el delito imputado, es decir, el ejercicio abusivo de funciones.
El coordinador jurídico de la Fiscalía Anticorrupción, Octavio Ibarra Ávila, le calculó un mínimo de tres meses para que el juez de distrito dicte una resolución, por lo que “ya no salió este año”, y aun cuando pudiera obtener un fallo favorable de la autoridad federal, éste puede ser recurrido ante un Tribunal Colegiado, y eso retrasa aún más el proceso que se le sigue en el Juzgado de Eddie Sandoval Lomé, pues el juicio de amparo tiene efectos suspensivos.
Y por si fuera poco, el domingo el polémico juez Eddie Sandoval, al concederle al ex regidor panista Jesús Martínez Dorantes el “criterio de oportunidad”, le advirtió que deberá aportar datos y testimonios que permitan robustecer esta investigación, así como acreditar otros posibles delitos cometidos por el ex alcalde, para lo cual tiene 30 días, o regresa a la cárcel.
Por un error de la Fiscalía Anticorrupción (a la que le corresponde solicitar ese beneficio), no pudo salir libre Anayeli Rodríguez, pero se espera que esta misma semana obtenga su libertad para continuar el proceso desde su casa a cambio de decir todo lo que sepa de las raterías de “El Lobo”.
Resulta extraño que no haya pedido lo mismo el ex regidor Gerardo Güemes Manzo, quien llegó al cargo gracias al candidato independiente Luis Flores (hoy director del DIF-Cuernavaca), y que permanece preso en el área de sujetos a protección del Cereso de Atlacholoaya junto a Villalobos. Todo parece indicar que se declarará culpable y pedirá un juicio abreviado para que le digan de una vez cuantos años va a estar en la cárcel.
Quiérase o no, el encarcelamiento del ex alcalde que llegó al cargo bajo las siglas de Morena es un mensaje de que en Morelos la justicia tarda pero llega, y que no hay impunidad, aunque sólo sea en un caso.
HASTA MAÑANA.