En la página de Facebook denominada “Cazador de Ratas Cuautla”, en días pasados se publicó una información en contra de los hermanos Gibran y Christian Cisneros Fuchs, abogados laboralistas de la región oriente. Es sabido que no todo lo que se publica en las redes sociales es cierto, sin embargo, en este caso en particular resulta muy llamativo lo que la gente opina de ellos, además de que nosotros ya teníamos referencias sobre su gansteril modo de operar.
La publicación dice lo siguiente:
Esta vez están en la mira los Abogados laboralistas más aprovechados no sólo de Cuautla sino de Morelos: GIBRAN CISNEROS FUCHS y CHRISTIAN CISNEROS quienes se dedican a estafar y aprovecharse de la desgracia de los trabajadores. Su modus operandi, es la siguiente:
1.- Los trabajadores con problemas laborales o despedidos acuden a ellos.
2.- Los abogados los envuelven dándoles grandes cifras que según ellos deberían haber recibido por el despido, y los ilusionan con ganar todo ese dinero mediante una demanda laboral.
3.- Para iniciar la demanda les solicitan una carta poder firmada por el trabajador donde los autoriza a prácticamente todo.
4.- Los abogados Cisneros Fuchs hacen que el juicio se prolongue lo más posible, dejando pasara años y años hasta que el cliente pierde el interés, pero ellos siguen al pendiente de los procesos legales.
5.- Llega la sentencia y con la carta poder ellos cobran o se arreglan con el patrón por fuera y obtienen todo lo que le tocaba al trabajador, sin darle un solo peso.
Estas ratas llevan años trabajando de esta manera, tan es así que un tiempo tuvieron que irse de Cuautla ya que tuvieron problemas con una persona que no debían y hasta amenazados estaban”.
Como decíamos al principio, no se le puede dar todo el crédito a una denuncia anónima, sin embargo, nos llama la atención lo que opina la gente en el mismo muro de Facebook.
Por ejemplo, el usuario Simón Hernández comentó: “Muuuuy cierto, así operan este par de "licenciados", te enganchan en las oficinas de Conciliación que está frente a sus oficinas, por el "asesoramiento" de inicio te cobran 900 pesos, posteriormente supuestamente agendan la primera cita para la conciliación y ahí te piden otra lana, aparentemente no se arregla nada y te piden que demandes y así obtener más dinero, claro antes te dicen q les corresponderá a ellos el 30% de lo que se obtengan. Y así supuestamente meten tu demanda, cosa que nunca hacen, porque lo que hacen es ponerse en contacto con la empresa que te despidió y se arreglan económicamente, y al despedido le dan largas y largas... y nunca cobras nada, porque te aburres de tanto insistirles, se molestan cuando les marcas o simplemente no te contestan, y si quieres desistir de la demanda y arreglarte con tu empresa que te despidió te amenazan que te demandarán por desistir de la supuesta demanda.....así se las gastan estos señores, fue la experiencia que yo viví”.
“A mí también me hicieron los mismo, y me decían que si retiraba la demanda a la empresa ellos me demandarían y pasó el tiempo y cuando me di cuenta ya había perdido y se quedaron con el dinero”, agrega una usuaria identificada como Azul Rossé.
Una mujer de nombre Yessica intenta defender a los hermanos Cisneros Fuchs diciendo que a ella sí la ayudaron, pero continúa la andanada de quejas:
“Pues lamento decirte que lo que se dice es verdad. Mi hijo es doctor en derecho y ahorita está a punto de ganarle dos juicios a este licenciadillo de cuarta. Cobró las liquidaciones de dos personas las cuales nunca vieron un solo quinto en sus manos al contrario les pidió a cada uno la cantidad de 30 mil pesos para poder iniciar su demanda de los trabajadores y estas personas se acercaron a mi hijo para que los asesorara y resulta que este licenciadillo lleva un buen rato que cobró esas liquidaciones”, escribe Marcos Jiménez.
El tres de marzo pasado escribimos en este mismo espacio sobre estos polémicos abogados de la región oriente:
Corría el año 2013 y el secretario del Trabajo de aquel entonces José de Jesús Pérez Moreno, realizó una visita sorpresa a la Junta Especial número dos con residencia en Cuautla, acompañado por el presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del estado de Morelos, Víctor Manuel González Cianci.
Cuál sería su sorpresa cuando, al llegar a la puerta de la institución pública, fueron detenidos por dos sujetos corpulentos cuyas camisetas dejaban ver numerosos tatuajes al estilo de la Mara Salvatrucha.
- A donde van ustedes- le inquirió uno de ellos de manera grosera.
- El señor es el secretario del Trabajo y yo soy el presidente de la Junta Local- contestó tímidamente González Cianci.
- Permítanme- dijo el hombre de brazos tatuados mientras manipulaba un radio como los que usan los policías o guaruras.
Los sujetos no solamente los dejaron pasar, sino que se esfumaron de inmediato como si hubiesen recibido una orden a través de esos aparatos de “walkie-talkie”.
La información que recibieron los funcionarios por parte de los empleados de esa oficina los dejó boquiabiertos. Resulta que los sujetos de la entrada trabajaban para un despacho de abogados ubicado a unos metros de la Junta Especial, y su función era captar a los trabajadores que iban en busca de justicia, ya sea a la Procuraduría de la Defensa del Trabajo (que estaba en el mismo edificio) o a alguna de las mesas de la Junta.
Los propietarios del despacho eran los hermanos Cisneros Fuchs, quienes tenían la mayor parte de los expedientes de esa Junta Especial. Enterado de la situación, el gobernador Graco Ramírez ordenó el cierre de esa oficina y que los justiciables acudieran hasta Cuernavaca. Como si fueran un grupo del crimen organizado, todavía intentaron bloquear a los camiones de mudanza que durante la noche trasladaron los miles de expedientes de Cuautla a Cuernavaca.
Nueve años después, esos mismos abogados irrumpieron en forma violenta la pretendida comparecencia de la secretaria de Desarrollo Económico y del Trabajo, Cecilia Rodríguez, para exigir la destitución del recién nombrado director General del Centro de Conciliación Laboral del estado de Morelos, Pascual Gumaro Archundia Becerril.
La defensa de los derechos de los trabajadores es una de las más nobles actividades, sin embargo, la falta de una legislación que equilibre realmente la relación entre patrones y empleados provoca que algunos juristas sin escrúpulos se comporten como auténticos gansters.
HASTA MAÑANA.