Cuando a mediados del trienio de Sergio Estrada el Cabildo capitalino aprobó el Reglamento de Protección Civil para el Municipio de Cuernavaca, no se imaginaban que estaban creando una de las instituciones más corruptas de la entidad, y que 24 años después sería el “Talón de Aquiles” de la administración municipal, que en menos de un año ya lleva tres directores, el último de ellos en calidad de “encargado”.
Recordemos que a nivel nacional el término “Protección Civil” nació con el sismo de 1985, cuando se vio la necesidad de contar con un sistema a nivel República que se encargara de proteger a la población en casos de desastres naturales o accidentes graves. En 1993, en tiempos de Antonio Rivapalacio López se creó la Dirección de Protección Civil que más tarde se transformaría -ya con Marco Adame Castillo- en el Instituto Estatal de Protección Civil como lo conocemos ahora.
Pero el verdadero negocio está en los Ayuntamientos, donde los respectivos directores de “PC” tienen facultades para realizar inspecciones en los establecimientos comerciales y clausurarlos por cualquier motivo.
Adicionalmente, a alguien se le ocurrió que para poder abrir cualquier negocio requiere un “visto bueno” de esta instancia municipal, lo que en esencia es positivo, pues se supone que es para prevenir un accidente.
Sin embargo, en los hechos las direcciones de Protección Civil se han convertido en unas auténticas “cuevas de Alí Babá”, en las que no importan si cumplen o no con las especificaciones requeridas, mientras tengan un mínimo de 20 mil pesos en efectivo que es la tarifa actualmente, según nos comentan quienes se dedican a esos negocios.
En los dos años que duró la pandemia provocada por el virus SARS Cov2, cuando tendría que haber más solidaridad con la gente, los inspectores de PC-Cuernavaca, encabezados por Gonzalo Barquín Granados, se dieron vuelo cerrando changarritos y cobrando cuotas “por debajo del agua” para quitar los sellos de clausura.
Digamos que el caso de Gonzalo Barquín Granados -responsable de Protección Civil durante el trienio de Antonio Villalobos Adán- fue especial, pues operaba libremente en la extorsión a empresarios y comerciantes a cambio de “pasar corriente” a su jefe el alcalde. Eso consta en el expediente que lo llevó a la cárcel durante unos meses y en el que “el Lobito” se salvó gracias a su equipo de abogados. Luis Noé Bretón, quien quedó a cargo de PC mientras su jefe “vacacionaba” en Atlacholoaya, siguió con el negocio hasta el fin del trienio 2019-2021.
A la llegada de José Luis Urióstegui a la presidencia municipal de Cuernavaca decidió dejar el área de Protección Civil al empresario Aristóteles Martínez, dedicado a la venta de extintores, que puso como titular del área a Paola Hernández Vargas, una de sus ejecutivas, quien se acomodó muy bien para trabajar con la secretaria de Protección y Auxilio Ciudadano, Alicia Vázquez Luna.
No obstante, muy pronto comenzaron a llegarle al alcalde quejas por acciones arbitrarias y de poco criterio por parte de Paola Hernández. Hay por lo menos una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción en su contra, por presunto intento de extorsión a la propietaria de un bar en la calle Comonfort.
Pero “la gota que derramó el vaso” fue que Paola, en su afán por mantenerse en el cargo tras la caída del puente de cuyo nombre nadie quiere acordarse, filtró un documento confidencial a la prensa. Eso fue lo que realmente provocó su salida del Ayuntamiento.
Y como si esa silla estuviera “salada”, el que llegó después de ella tampoco duró en el cargo. Se trata del famoso “Frankie” Mondragón Salgado, quien contaba con el apoyo del grupo de empresarios que no querían a Paola.
Fueron ellos quienes inútilmente intentaron salvarlo de la destitución después de que apareció un video en el que “aparentemente”, el titular de Protección Civil de Cuernavaca aspira un polvo blanco sobre una tarjeta de crédito. Creyendo que le ayudaría, aceptó que lo entrevistara el hermano del exalcalde que hoy está preso en su programa de televisión por internet, sin saber que eso, lejos de ayudarlo, aceleraría su salida.
¿Y ahora a quién ponemos en Protección Civil? Fue la pregunta que se hicieron quienes mandan en el Ayuntamiento capitalino.
Por vía de mientras, fue designado como encargado de despacho Hugo Sebastián Garduño Amaya, quien llegó a la dependencia al mismo tiempo que Paola Hernández. Si usted pone en Google ese nombre, le saltarán dos noticias: la primera y más reciente es que su padre, Martín Rafael Garduño Campa, fue asesinado el pasado 18 de noviembre “en un intento de asalto” bajo el puente de la autopista, cerca de Plaza Galerías.
La segunda es una noticia fechada el 8 de julio de 2013 en Tijuana, Baja California, que textualmente dice:
“Tres individuos que se ostentaron como periodistas fueron asegurados alrededor de las 17:05 horas de hoy, tras ser denunciados por funcionarios de la casilla electoral 1314, ubicada en el jardín de niños "Xochimili", de Circuito del Árbol número 1314, unidad habitacional Fovissste II, de esta ciudad. De acuerdo a información de un comunicado de prensa, los sospechosos son Uriel López Sotelo, Hugo Sebastián Garduño Amaya y Sergio Erasto Prado Alemán, de 29, 26 y 27 años de edad, respectivamente”.
Así, más que el hecho de que hace casi 10 años Hugo Sebastián estuvo detenido por presuntos delitos electorales, salta a la vista su origen “graquista”, pues sus dos “compañeros de celda” en Tijuana, hoy forman parte del Comité Directivo Estatal del PRD que maneja a control remoto el exgobernador.
De todos modos, sólo es encargado de despacho, de tal forma que la plaza de subsecretario de Protección Civil sigue vacante.
Y entre los que suenan para ocupar tan asediado cargo sobresalen los siguientes nombres: Abimelec Morales, ex director de Servicios Periciales de la Procuraduría de Justicia; Gerardo Calderón Catalán, ex secretario de Seguridad Pública en varios municipios; Jorge Juárez Chávez, instructor de paramédicos tácticos, dos veces encargado de Protección Civil en Temixco; Alberto Antonio Hernández López, jefe del Departamento de Emergencias y Desastres de la Coordinación Estatal de Protección Civil Morelos y Francisco Barona Téllez, actual director de PC en Jiutepec. De mujeres sólo se menciona a Claudia Alemán Olvera, lástima que su hermana Margarita quiso meter a la cárcel al hoy alcalde cuando era contralora.
Ojalá que ahora sí el alcalde José Luis Urióstegui le atine, porque Cuernavaca merece un director o directora de Protección Civil que sirva a la ciudadanía, y no que se sirva de ella.
HASTA MAÑANA.