Ayer asumió la presidencia del Tribunal Electoral del Estado de Morelos la magistrada Ixel Mendoza Aragón, en sustitución de la también magistrada Martha Elena Mejía. Es de esperarse que la joven abogada le imprima un renovado estilo de impartir la justicia electoral, sobre todo en estos momentos en que se avecina un proceso electoral muy complejo en el que seguramente la definición de muchos cargos de elección popular terminará en los tribunales.
Pero el reto para Ixel Mendoza Aragón no será solamente en el tratamiento meramente jurídico de los asuntos, sino en la representación de una institución que últimamente ha recibido críticas debido a que no se han cuidado las formas. El prestigio del TEE, y la consolidación de un Tribunal netamente feminista, está en manos de la titular de la Ponencia Tres hasta el 6 de octubre del 2025, de acuerdo con el Reglamento Interno aprobado el 23 de julio del 2020.
Ayer mismo en su discurso después de protestar formalmente como presidenta, Ixel advertía que el proceso estatal electoral que se avecina estará enmarcado por una gran participación de electores y candidatos que harán valer sus derechos políticos electorales que impactan en un alto índice de judicialización de los procesos internos de selección en los partidos políticos, así como del reclamo social de que se permitan la participación de manera equitativa y sin discriminación a todos aquellos ciudadanos que pertenecen a grupos considerados históricamente en situación de vulnerabilidad.
“Estamos viviendo tiempos complicados, el tribunal electoral desde sus orígenes ha sido pieza fundamental en las transiciones democráticas. Desentrañar la verdad de los hechos, valorar conforme a la ley y posteriormente dictar una resolución no es tarea sencilla y mucho menos he visto nunca que entre las partes quien no obtuvo una sentencia favorable celebre y felicite a las autoridades”, comentó.
Y tiene razón. Siempre habrá quién prefiera denostar a los funcionarios jurisdiccionales que admitir su propia incapacidad como litigantes.
“Hoy me dirijo a ustedes y asumo este gran compromiso de presidir el Tribunal Electoral del Estado de Morelos, con la encomienda de intensificar estos principios, mi convicción personal está formada por una justicia completa, pronta, imparcial, equitativa, humanista, actuando siempre bajo la ética y los deberes morales que nos permita ser un tribunal accesible a los justiciables, llevando una justicia pronta y expedita”.
Y agregó:
“Tengo una historia profesional y preparación académica que me permite asumir con conocimiento y capacidad esta encomienda, con la certeza de que, sin importar el momento político, ni los costos, seguiré anteponiendo la legalidad y el respeto irrestricto a la Constitución, como da testimonio mi desarrollo profesional en la materia”.
Ixel Mendoza no es ninguna improvisada. De acuerdo a su Curriculum Vitae, comenzó su actividad laboral en la firma de abogados “Nava y Asociados”, en la ciudad de Cuautla, y en el 2006 se incorporó al entonces Instituto Estatal Electoral como jefa de zona de la Dirección Jurídica.
Posteriormente fue subdirectora de Análisis de la Comisión Ejecutiva de la Mesa para la Construcción y el Avance Democrático e inmediatamente después subdirectora de Información de la Secretaría de Gobierno, hasta el 2009, cuando fue ascendida a directora jurídica dependiente de la Dirección General de Vinculación y Enlace Interinstitucional del Gobierno estatal.
En 2014 es designada consejera del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) y cinco años después llega como magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Morelos.
Durante todo ese tiempo no ha dejado de prepararse académicamente. Egresada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) donde se tituló por promedio, estudió dos maestrías, la primera en Amparo en la Universidad Latinoamericana, y la segunda en Derecho Electoral en la Escuela Judicial Electoral del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Finalmente, obtuvo el grado de Doctora en Derecho en el Colegio de Morelos, antes Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos (CIDHEM).
El reto de dirigir este tribunal es complejo, dado que —a diferencia de la impartición de justicia en otras materias— aquí confluye el destino social y la democracia como vehículo para alcanzar la transformación de las instituciones y la progresividad de los derechos político electorales de la ciudadanía.
“Tengo presente que la sociedad morelense requiere de autoridades autónomas, independientes y eficientes y que la justicia parte de un reclamo social, y para esto, será necesario contar con el respaldo de los poderes del estado hacia la institución encargada de impartir justicia en materia electoral, con un único fin: privilegiar la construcción, el avance democrático y la participación ciudadana en paz social, porque sin justicia, no existe la paz”, apuntó en su discurso de toma de protesta.
Y dijo que está consiente de que es fundamental el diálogo con los tres poderes del estado, siempre bajo la independencia y autonomía, puesto que se comparte la finalidad de una consolidación democrática en Morelos.
El problema es que esos poderes están en constante disputa entre ellos, y que la relación con el Tribunal Electoral depende del sentido de las sentencias que emitan las magistradas en turno. Por eso no la tiene fácil y requerirá de un equipo que la respalde y oriente tanto en cuestiones políticas como administrativas, e incluso de imagen.
Por lo pronto, fue un buen comienzo que en su toma de protesta hayan acudido el senador Ángel García Yañez y la senadora Lucía Meza; varios diputados federales y los dirigentes de los partidos PRI, PAN y PRD; el exmagistrado electoral Francisco Hurtado en representación del Poder Judicial y la diputada Mirna Zavala, del Poder Legislativo, así como el rector de la UAEM, Gustavo Urquiza.
Tribunales electorales de diversos estados enviaron a sus representantes. Y no podían faltar sus excompañeros consejeros del Impepac, encabezados por la presidenta, Mireya Gally Jordá.
HASTA MAÑANA.