Cada sexenio presidencial deja una serie de “frases célebres” que habrán de quedar para la posteridad: El “defenderé el peso como un perro” de López Portillo; el “Comes y te vas” de Vicente Fox; el “haiga sido como haiga sido” de Felipe Calderón, etc. Del presente sexenio hay muchísimas, pero ayer escuchamos dos -no pronunciadas por el presidente- pero que pueden servir a los morenistas para contestar los reclamos que se avecinan ahora que “comerán con manteca”.
Ahora que están las designaciones en los gabinetes tanto federales como locales, los que vienen llegando, tengan preparado el video de la titular de la Conade, Ana Gabriela Guevara, cuando le reprocharon por qué había viajado en un vuelo de 160 mil pesos a Paris para los Juegos Olímpicos.
“…todo lo que gano me lo trago, me lo unto y me lo visto como me da mi chingada gana”, dijo, al aclarar que el vuelo no fue pagado con recursos públicos.
Y es que es muy común que los beneficiarios de la Cuarta Transformación, a aquellos que conocimos con ropa barata y viajando en el transporte público, ahora se tomen “selfies” en Paris y Nueva York. Uno de los más criticados es Gerardo Fernández Noroña, a quien antes le apodaban “El Changoleón” (por un personaje de la televisión que era un indigente), y que ahora viste ropa fina y pasea por los lugares más caros.
Fernández Noroña lleva años siendo legislador federal, por lo que tiene para darse esos lujos y más, pero él se ganó esa animadversión de una parte de la sociedad por sus críticas a la clase alta, a la que hoy aspira a pertenecer.
La otra frase que pasará a la historia es la que dijo el fiscal de la Ciudad de México, Ulises Lara, al impedir que la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua diera cumplimiento a una orden de aprehensión en contra del ex gobernador de dicha entidad, Javier Corral: “Decidimos no colaborar”.
Como ya es del dominio público, Javier Corral cuenta con una orden de aprehensión por el delito de peculado, misma que iba a ser cumplimentada por autoridades de Chihuahua en la noche del 14 de agosto en el restaurante Gin Gin, ubicado en la colonia Roma de la alcaldía Cuauhtémoc, en la CDMX.
Sin embargo, el encargado del despacho de la Fiscalía capitalina, Ulises Lara, se trasladó a dicho restaurante acompañado de más de 100 elementos armados de dicha dependencia. Una vez en el establecimiento, “decidió sin fundar ni motivar su informal y espontánea decisión de revocar verbalmente lo que los órganos facultados de su propia Fiscalía habían autorizado previamente y de manera formal”, indicó Abelardo Valenzuela, fiscal anticorrupción.
Más tarde, Ulises Lara se justificaría diciendo que al recibir una llamada “del equipo de Javier Corral” diciendo que había personas armadas que querían llevarse al ex gobernador, se comunicó con el Jefe General de la Policía de Investigación de esta Fiscalía para corroborar los hechos y al recibir la confirmación de que no se habían agotado y formalizado plenamente los trámites de colaboración correspondientes optó por presentarse en el restaurante ubicado en la colonia Roma y así, “corroborar la legalidad de dicha diligencia”.
Reiteró que el personal ministerial del Estado de Chihuahua no contó en ningún momento con el oficio de colaboración que se requiere para llevar a cabo una diligencia fuera de su jurisdicción.
“Solo se trataba de un documento interno que bajo ninguna circunstancia les faculta a irrumpir en una entidad foránea y con ello violentar su soberanía, y mucho menos a cumplimentar un mandamiento judicial”, dijo.
Recordemos que la Fiscalía de la Ciudad de México (con Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno, Ernestina Godoy como Fiscal General y Ulises Lara como encargado de Comunicación), vino al estado de Morelos a llevarse al fiscal local, Uriel Carmona Gándara, para someterlo a un proceso por un delito contemplado en la legislación de la CDMX.
Independientemente de la culpabilidad o no de Corral y de Carmona Gándara, es evidente que la Fiscalía capitalina está siendo usada con fines políticos. Así como en aquella ocasión policías y MPs incursionaron en territorio morelense para ejecutar una orden de aprehensión, ahora acudieron PARA EVITAR que se cumplimentara otra.
Y la justificación del recién egresado de una universidad “patito”, es de risa: Decidimos no colaborar. ¿Quién lo decidió y bajo qué criterios?
Por eso decimos que la frase se quedará para la posteridad, pues ahora cada vez que una institución persecutora o juzgadora del delito quiera brindarle impunidad a un servidor público podrá decir simplemente “decidimos no colaborar”.
CUANTA SAÑA CONTRA LA MAGISTRADA MARTHA ELENA MEJÍA. – Si alguien ha sido víctima de violencia de género en este estado es la magistrada del Tribunal Estatal Electoral, Martha Elena Mejía, quien a últimas fechas ha sido blanco de ataques en medios digitales falsos, de esos que aparecen de la nada y que comúnmente son utilizados para la llamada “guerra sucia” entre partidos políticos.
Lo peor del caso es que ya no solamente se están metiendo con su trabajo como magistrada y como ex presidenta del Tribunal Electoral de la entidad, sino con cuestiones familiares y personales que es de lo más bajo que puede haber.
Conocemos a la magistrada desde hace algún tiempo y nos consta su dedicación y profesionalismo en el desempeño de su trabajo desde que estaba en el Congreso Local. Orgullosamente egresada de la UNAM, fue la primera mujer designada magistrada por el Senado de la República y la primera presidenta mujer del TEEM.
La ponencia dos del Tribunal Electoral del Estado que encabeza Martha Elena, ha dictado 123 sentencias durante el periodo del año 2022 a la fecha, de las cuales se impugnaron en la Sala Regional 36 resoluciones, revocando seis y confirmando 28, es decir que tiene una efectividad del 95 por ciento. Eso es lo que van a tomar en cuenta en las evaluaciones a la hora de elegir consejeros del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), y no chismes de vecindad.
Si algo tiene el derecho es que siempre contempla un recurso legal para quienes no están de acuerdo, por lo que los asuntos pendientes deben ventilarse en las instancias correspondientes y no en páginas de Facebook.
Se sospecha que estos ataques provienen del propio tribunal, lo cual sería muy lamentable porque fueron muy altas las expectativas que tenía la sociedad con un tribunal integrado totalmente por mujeres, y si esa institución se convierte en un campo de batalla, todas saldrían perdiendo.
Como dicen los teóricos de la administración: La moral del grupo, refleja la moral del líder. Al buen entendedor, pocas palabras.
HASTA EL LUNES.