Tuvieron que pasar 12 años para que en la Procuraduría General de la República, delegación Morelos, llegara otro nativo de Morelos. A partir del pasado primero de agosto, Hugo Bello Ocampo, el hijo de don Jesús Bello Espíritu, despacha como fiscal federal en Morelos, encargado de la persecución de los delitos del fuero federal en territorio morelense.
Su nombramiento y toma de protesta fue exageradamente discreto porque así lo exige la normatividad de la institución autónoma de hoy encabeza Alejandro Gertz Manero. No hubo ningún acto protocolario ni invitados especiales. Sólo le tomaron la protesta ante sus subordinados y de inmediato lo pusieron a trabajar, según nos comenta en breve plática en las instalaciones de la Fiscalía General de la República, ubicadas en el entronque con la autopista Acapulco-Cuernavaca.
“Ya no es como antes”, es la frase recurrente en nuestra plática, rememorando aquellos tiempos en que la representación del Ministerio Público Federal se encontraba en la colonia Chipitlán, a donde él fue agente del MP durante un año en 1993.
En ese edificio ocurrieron muchas cosas. Ahí fuimos amenazados de muerte el compañero Sergio Gómez Guerra y un servidor por un agente del MP de apellido Treviño, al que descubrimos pidiendo dinero a los familiares de un muchacho detenido por el delito de “portación de arma de juguete”. Pudimos haber hecho un escándalo, pero preferimos guardar silencio y sólo se lo contamos al delegado, de apellido Camberos.
Esas instalaciones fueron atacadas un par de veces en represalia por detenciones de narcotraficantes. Luego se creó la Unidad Mixta de Atención al Narcomenudeo (UMAN), ubicada en la calle San Diego, casi llegando a la primera glorieta de la colonia Antonio Barona. Ahí también fueron atacados a tiros varias veces, hasta que decidieron quitarla.
Ambas instalaciones eran unas auténticas cuevas de ladrones. Desde los policías de la entrada (uno de ellos se suicidó) que eran municipales, los agentes del Ministerio Público y no se diga los policías judiciales federales.
El negocio funcionaba así: desde que los familiares de un detenido por posesión de droga llegaban a preguntar, el policía de la entrada les recomendaba a un despacho de abogados. “Nosotros tenemos el contacto directo con los agentes del MPF, y por 20 mil pesos se los sueltan ahorita”, les decían. Y era cierto. Si pagaba el dinero solicitado la puesta a disposición aparecía con una cantidad mínima de droga, por lo que podía alcanzar su libertad. Si no, era remitido a un juez federal y pasaba un rato en la cárcel.
Hubo de todo en esa delegación. Desde un loco que le daba por hacer operativos en la cárcel de Atlacomulco para literalmente robar a los reos que vivían como reyes, hasta uno decente de nombre Martín Rubio Millán, en 2003.
Luego, en 2006 estuvo una mujer: Carmen Archundia Escutia, a la que le tocó lidiar con los narcos poderosos que llegaron al estado en el sexenio de Marco Adame Castillo. Recordamos aquella vez que detuvieron a cuatro sujetos con aspecto de norteños, botas, cinturón “pitiado” y sombrero texano. Estaban cerca de unas camionetas con armas “pero no en posesión de ellas”.
-Y ¿cómo explicaron su presencia en el pueblo de Ocotepec, delegada? Preguntamos (cuando todavía daban entrevistas banqueteras).
-No les preguntamos. No podíamos coartar su derecho a la libertad de tránsito-contestó la mujer.
Después entendimos su aparente ingenuidad. Ya vivía en Morelos Arturo Beltrán Leyva.
Al principio de la columna hablamos de que Hugo Bello es el segundo morelense que ocupa la representación del MP Federal en Morelos. El primero fue Marcelino Vázquez Huitrón, un abogado penalista que le llevó algunos asuntos al entonces senador Graco Ramírez y que era un firme candidato para la Procuraduría de Justicia en el 2012, pero el gobernador le pidió el favor a la entonces procuradora general de la República, Marisela Morales, y le concedieron que Vázquez Huitrón ocupara la delegación de la PGR.
Marcelino le sirvió mucho a su benefactor desde la delegación de la PGR, hasta que llegó Jesús Murillo Karam, quien no ratificó el acuerdo de su antecesora con el gobernador de Morelos y ordenó que Vázquez Huitrón fuera movido a Oaxaca, pero el aludido no aceptó y prefirió renunciar.
Fue el último delegado que era conocido por el foro de abogados y algunos reporteros de la fuente judicial. De ahí siguieron varios que llegaron de diferentes estados, sin arraigo, y que “pasaron de noche”: Bogard Sandoval Aguilar, en 2013; Antonio Mendoza Chávez, en 2017; Adonai Carreón Estrada, en 2018; hasta llegar a Manuel David Magdon Flores, quien estuvo los últimos cuatro años antes de que fuera designado el ex procurador de Justicia de Morelos, Hugo Bello Ocampo.
Según nos explicó el propio fiscal federal, esa representación no tiene los márgenes de maniobra que tenían los delegados (ni siquiera tiene derecho a nombrar una secretaria), sino que es parte de un engranaje que está diseñado directamente desde la FGR a nivel central. Ya casi todo está automatizado, las audiencias ya son vía zoom, y todo está monitoreado por los directivos que despachan desde CDMX.
Sin embargo, es bueno saber que hay un morelense en esa posición tan importante, y que no se va a ir como los otros cuando se acabe el encargo. Además, la presencia de Hugo Bello, con su trayectoria, es una buena señal de que las cosas están cambiando.
CAMBIOS EN LAS ÁREAS DE PRENSA DE LOS TRES PODERES. – Podría ser una casualidad, pero lo cierto es que, por primera vez en la historia de este estado, se están dando los relevos en las áreas de Comunicación Social de los tres poderes del estado, casi al mismo tiempo.
En el Poder Ejecutivo, ya se dio a conocer hace varios días el nombramiento de Margarita Estrada como coordinadora de Comunicación Social en lugar de Alexander Pisa, quien batió el récord de permanencia en ese cargo. Suponemos que de algo le sirvió su experiencia como jugador de futbol americano, para aguantar los seis años. Buena suerte en lo que venga.
Le deja un enorme paquete a Margarita Estrada, pero sabemos que lo va a lograr porque tiene el apoyo de su jefa, la gobernadora Margarita González Saravia.
En el Poder Legislativo hace algunos días se despidió Osvaldo Salazar, quien hizo un extraordinario trabajo al frente del área de prensa del Congreso. Seguirá como enlace del diputado Francisco Sánchez, ahí cerquita por si requieren de sus servicios.
Aunque no hay nombramiento oficial, es un secreto a voces que el espacio de Comunicación Social le corresponde al PAN, específicamente a Daniel Martínez Terrazas, y que él está proponiendo al gerente de TV Azteca, Carlos Martínez. De todos modos, la Mesa Directiva que encabeza Jazmín Solano contrató los servicios del ex coordinador de Comunicación Social del gobierno estatal, Javier López, por lo que tiene “todo cubierto”.
Y finalmente, ayer se oficializó la salida de Minerva Delgado de la jefatura de Prensa del Tribunal Superior de Justicia, después de dos años de intenso trabajo. Seguramente su capacidad y experiencia será aprovechada en otro espacio de la administración pública. En su lugar fue nombrada Liliana Maret, a quien todos conocimos como conductora de Televisa Morelos.
HASTA MAÑANA.