Si lo que quería la gobernadora Margarita González Saravia era poner a temblar a todo su gabinete, con la entrevista concedida a los periodistas consentidos de la 4T, Álvaro Delgado y Alejandro Páez, lo logró. Hoy todo mundo se pregunta ¿quién es el otro funcionario al que despidió aparte de Fabiola Urióstegui? ¿quién será el siguiente de la lista?
La noticia que ayer “corrió como pólvora” en hospitales y clínicas de la entidad, en el sentido de que el médico Marco Antonio Cantú Cuevas, dejó de ser coordinador del IMSS-Bienestar, hace pensar que hay una operación política para “descuauhtemizar” al estado de Morelos.
Recordemos que Cantú Cuevas fue el secretario de Salud durante todo el sexenio de Cuauhtémoc Blanco, y cuando se anunció que toda la infraestructura pasaría a manos de una nueva institución denominada IMSS-Bienestar, el exgobernador nombró a Marco Antonio y él puso a una incondicional en la Secretaría del ramo a nivel estatal.
“…no vamos a tolerar la corrupción en el gobierno, la gente ya está cansada de esto. De hecho, yo ya despedí a dos funcionarios míos que me acompañaron en la campaña pero que por desgracia (cayeron en la) tentación…”, dijo textualmente la gobernadora en el programa “Los Periodistas” transmitido por internet.
Es una frase que deja más interrogantes que respuestas, y que tiene la cualidad de ser un mensaje para que cada uno lo entienda como le corresponda. Habla de “dos funcionarios míos que me acompañaron en la campaña”, lo que provoca un sinfín de elucubraciones.
¿Se refiere a la directora del Instituto de Crédito para los Trabajadores al Servicio del Estado? ¿Cayó en la tentación Fabiola Urióstegui? ¿Por qué no la han denunciado?
Desde ayer por la mañana los analistas políticos tratamos de descubrir quién es “el otro despedido”. Un colega sugirió que habría sido el director jurídico del Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), un abogado de nombre Hugo Velázquez Marmolejo, quien estuvo menos de una semana en el cargo.
Desde el principio quien esto escribe consideró que un servidor público de ese nivel no ameritaba ser despedido por la gobernadora. Después supimos que el tal Marmolejo no fue aceptado por sus compañeros de oficina (sobre todo compañeras) por lo que le armaron todo un “show” con cartulinas para que no pudiera entrar. Y él prefirió renunciar.
Pero ¿si no fue él entonces quién?
La entrevista a la gobernadora en uno de los programas más escuchados por los seguidores de la 4T, provocó un verdadero “acicate” para quienes integran el gabinete de la actual administración y más para aquellos que ya están viendo a quién beneficiar con los contratos por la prestación de servicios con la finalidad de obtener el famoso “moche”.
Y también puso a temblar a todos aquellos funcionarios que pertenecieron a la administración pasada y que lograron colarse a la actual. Los que están muy tranquilos son los que lograron cargos de elección popular y están protegidos por un fuero constitucional.
Tal es el caso de Sandra Anaya, la diputada federal por Morena que siempre estuvo muy cercana a Cuauhtémoc Blanco, desde que lo conoció en su restaurante a principios del sexenio. Fue candidata a síndica por la Coalición integrada por Morena y PES, y tiempo después apareció como directora de administración del Gobierno estatal, a pesar de que nunca había ocupado un cargo en la administración pública.
Con esa corta trayectoria, pero con el apoyo incondicional de los hermanos Bravo (se dio el lujo de regañar a Cuauhtémoc en público), Sandra Anaya, fue impulsada como precandidata al gobierno de Morelos. Al final sólo le alcanzó para una diputación federal.
Ella fue la primera en ser señalada como compradora de unos terrenos en la ribera del lago de Tequesquitengo a precios irrisorios. Cuando fue exhibida, quiso espantar al reportero que lo publicó diciendo que lo iba a demandar. Se evidenció al aceptar que compró los predios “porque me alcanza para eso y más”, ¿y entonces por qué los adquirió con un crédito que debe ser sólo para trabajadores? No supo responder y se retiró muy enojada.
Desde entonces ya había indicios de que Sandra y Fabiola habían hecho cosas muy misteriosas. Vino el relevo de la directora del Instituto de Crédito y después el anuncio de la denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción en contra del Fideicomiso Lago de Tequesquitengo. Ese mismo día, ambas publicaron en sus redes sociales fotografías en las que aparecen juntas muy contentas como si estuvieran celebrando.
Seguramente, las dos deberán comparecer ante el vicefiscal Edgar Núñez Urquiza (quien ayer se comprometió ante Joaquín López Dóriga a judicializar las carpetas en un mes), para aclarar el tema de los terrenos y otros detalles.
LA IMPORTANCIA DE LA SUEGRA. -Ayer, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado de Morelos, Miguel Ángel Urrutia Lozano, compartió el pan y la sal con ciudadanos agrupados en la “Asociación de Profesionistas y Asociaciones Unidas en favor de la sociedad” que encabeza la ex jueza María Elena Galindo Galeana en el Hotel Argentos.
El funcionario presentó los avances en los 107 días de la administración de la gobernadora Margarita González Saravia, respecto a la Estrategia Estatal de Seguridad Pública, cuyo objetivo principal es lograr la pacificación en el estado de Morelos.
Al participar como invitado especial durante la asamblea mensual de dicha asociación, el titular de la SSPC Morelos recordó que, gracias a la firma del convenio de seguridad con Caminos y Puentes Federales (Capufe), se instalaron cámaras de videovigilancia, que han coadyuvado para lograr detenciones relevantes relacionadas con la comisión de delitos de alto impacto.
“Seguimos colaborando con Ejército Mexicano, Guardia Nacional y autoridades municipales, así como con otras instituciones que participan en la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de Paz y Seguridad. Además, trabajamos en conjunto con el municipio de Cuernavaca, compartimos información con ellos, quienes ya cuentan con personal en el C5 y reciben auxilios a través del número de Emergencia 9-1-1, algo que no sucedía en el pasado”, indicó.
Desde las nueve de la mañana y hasta la una de la tarde, el licenciado en Administración contestó todas las interrogantes de las y los profesionistas, y una de las formas de ganarse su confianza fue demostrar que no es un funcionario “golondrino”, sino que tiene arraigo en Morelos porque aquí vive su suegra y toda la familia de su esposa, a quienes visita constantemente desde hace muchos años.
HASTA MAÑANA.