Es comprensible que los alcaldes que asumieron el cargo el pasado primero de enero estén muy contentos y lo quieran festejar con sus correligionarios en las próximas ferias y carnavales de sus respectivos municipios, sin embargo, están metiendo en un problema a las autoridades federales y estatales al contratar a artistas de moda que -está comprobado- cometen apología del delito, o incluso, han sido relacionados directamente con los cárteles de la droga.
En derecho penal, el término apología del delito se define como la exposición, ante una concurrencia de personas o por cualquier medio de difusión, de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan su autor.
Esta práctica no solo es riesgosa desde un punto de vista legal, sino que también envía un mensaje equivocado a la ciudadanía, especialmente a los jóvenes, quienes pueden verse influenciados negativamente por las letras y acciones de estos artistas.
Y es que pareciera que hay una competencia entre los presidentes municipales (y presidentas también) para ver quién trae al artista más famoso actualmente y así quedar bien con sus gobernados.
De administraciones anteriores podemos recordar cuando Alma Delia Reyes, la alcaldesa de Atlatlahucan, se aventó la puntada de organizar un mega baile con el cantante Julión Álvarez bajo el pretexto de celebrar la tradicional feria de San Mateo. De milagro no ocurrió una tragedia porque oportunamente decidieron cambiar de sede y de fecha, realizándose el esperado baile en noviembre de 2022. Tal como se pronosticaba, Alma Delia Reyes trató de reelegirse, sin obtener la respuesta que esperaba del electorado, aún habiendo traído a Julión Álvarez, alguna vez señalado como “narco-cantante”.
En el municipio de Yecapixtla se lleva a cabo una de las ferias más tradicionales que sólo se vio interrumpida hace tres años por la pandemia. Ahí han venido las bandas más importantes del país y artistas como Remy Valenzuela, quien ha sido mencionado como uno de los cantantes preferidos por los capos del narcotráfico.
En abril del año pasado, en un área VIP de la Expo Feria Tejupilco 2024, estado de México, fue captado José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias “El Fresa”, uno de los criminales más buscados de México, quien a pesar de esto disfrutó sin ser molestado de las presentaciones de Remy Valenzuela y Edén Muñoz.
Rafael Reyes, entonces alcalde de Jiutepec, tuvo que cancelar un baile en su primer año de administración pues apareció una narcomanta amenazando al cantante invitado, Alexander García, mejor conocido como El Fantasma, quien se presentaría en el campo de futbol “El Kinder”.
Uno de los alcaldes que más gusta de los grupos que interpretan narcocorridos es Gonzalo “Chalo” Flores, de Xochitepec. Ya trajo a “Los Tucanes de Tijuana” y el pasado fin de semana tuvo a la Banda “El Recodo” en un baile que terminó a las cuatro de la mañana, afortunadamente con saldo blanco.
Ahora están anunciando a Luis R. Conriquez en el municipio de Tlaltizapán, el próximo cuatro de marzo, para “deleitar” a su público con su canción más popular que se titula “El Chino” y que dice:
Ahorita ando más recio que ayer/ ahorita por acá por el frío me pusieron de encargado/ hago las cosas muy bien. Una super, una con diamantes/ la otra enfundada/ a la orden del señor fresa/ a lo que ordene Don Pez.
Entre los títulos más destacados de su repertorio destacan “El Gavilán”, que narra el estilo de vida del jefe de seguridad de “Los Chapitos”; “El Búho”, que relata la historia de una persona que, enfrentada a la pobreza, recurre a actividades ilícitas; y “Presidente”, que hace referencia a los lujos de figuras relacionadas con el narcotráfico.
El nuevo presidente de Emiliano Zapata, Santos Tavarez, también piensa “echar la casa por la ventana” en el próximo carnaval. El 8 de febrero está anunciado el artista Gerardo Díaz y su Gerarquía, que tiene una canción que dice:
"Me divierto a lo grande, el dinero es lo de menos / Y digo ‘es lo de menos’ porque dinero hay de más/ Mercedes clase G-63 o un Maseratti/ Con una suela roja le acelero a su pedal/ Y cuando abre la puerta a Don Fresa miran bajar”.
Esto ha encendido “los focos rojos” al interior de la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de Paz y Seguridad, máxime que el 25 de noviembre del 2021, durante la presentación de Gerardo Díaz y su Gerarquía en Chimalhuacán, estado de México, se armó una balacera que afectó a cuatro personas, entre ellas dos integrantes de la agrupación.
Por eso es que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Miguel Ángel Urrutia Lozano, ha estado solicitando a los alcaldes que no contraten a artistas que cantan narcocorridos, porque si se está combatiendo a la delincuencia organizada, no es congruente que los munícipes estén promoviendo a grupos o solistas que en sus canciones prácticamente invitan a los jóvenes a incorporarse a las filas de la delincuencia para tener dinero fácil.
Además, como dice el jefe policiaco, “si los alcaldes nos dicen que no tienen dinero para comprar cámaras de seguridad, ¿de dónde sacan los millones para contratar a este tipo de artistas?”.
Por cierto, algo que se le debe reconocer al exgobernador Graco Ramírez es que no permitió las peleas de gallos en el estado de Morelos, y declaró públicamente que la Feria de Cuernavaca estaba infiltrada por el crimen organizado. A la llegada de Cuauhtémoc Blanco a la presidencia municipal de la capital morelense, en 2016, concesionó la feria al joven empresario Juan Manuel García Bejarano, quien sería asesinado el 6 de abril de 2017 durante una cabalgata para promocionar el evento.
Su padre, Jesús García Rodríguez, sería igualmente asesinado el 9 de mayo de 2019 en pleno zócalo de Cuernavaca frente a decenas de reporteros, fotógrafos y camarógrafos. En ambos casos se detuvo a los autores materiales, pero ninguno de ellos confesó quién les pagó para realizar ese trabajo.
Uno de los sospechosos era Jesús “Chucho” Pérez Alvear, conocido por representar y tratar con superestrellas del género regional mexicano como Julión Álvarez y Gerardo Ortiz, aunque también por estar en la mira de las autoridades estadounidenses durante años. Washington lo había acusado de lavar dinero para el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo incluyó en la llamada “lista negra” del Departamento del Tesoro y lanzó una orden de captura para llevarlo a juicio hace dos años.
El miércoles 4 de diciembre del 2024 lo mataron a quemarropa, mientras comía junto a dos hombres y una mujer en un exclusivo restaurante de la Ciudad de México, cumpliéndose así la máxima de que “el que a hierro mata, a hierro muere”.
HASTA EL LUNES.