La historia detrás del templo de Jiutepec.
El pasado sábado, cientos de feligreses se reunieron en la Parroquia de Santiago Apóstol en Jiutepec para presenciar el retorno del santo patrono del templo, el Señor de la Columna, y la reapertura de La Gran Casa, que permaneció cerrada por más de siete años, tras los daños sufridos durante el sismo del 19 de septiembre de 2017. Fue una auténtica fiesta del pueblo católico.
El exalcalde y hoy diputado local, Rafael Reyes Reyes, difundió en sus redes sociales que fue durante su trienio que se gestionó con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador los más de 19 millones que se invirtieron para restaurar ese importante sitio histórico.
Efectivamente, los recursos invertidos en esta y otras obras de reconstrucción provienen del gobierno federal. Ante la magnitud del desastre que se ensañó con el centro del país, el gobierno federal (primero con Enrique Peña Nieto y posteriormente con Andrés Manuel López Obrador) implementó el Programa Nacional de Reconstrucción (PNR). Decisión acertada pues atendió dos vertientes: la social y la patrimonial, además fomentó la creación de empleos en las zonas afectadas. La vertiente social atendió la reconstrucción y reubicación de las viviendas afectadas y la patrimonial a los monumentos dañados.
En el caso del Estado de Morelos, el PNR liberó cientos de millones de pesos para la reconstrucción de los monumentos afectados, dichos recursos fueron ejercidos o canalizados por el Centro INAH-Morelos que dirige el Antropólogo Víctor Hugo Valencia Valera, quien en más de una ocasión y en actos públicos ha manifestado orgulloso que ha recibido más de doscientas auditorías por parte del INAH y que todas han salido sin novedad. El sábado, no cabía de felicidad, sobre todo cuando el obispo Ramón Castro agradeció al Instituto su apoyo para devolver al pueblo de Jiutepec su templo.
Hasta ahí todo bien. Sin embargo, detrás de esa magna obra hay una historia poco conocida, y que tiene que ver con la relación entre Víctor Hugo Valencia y la empresa que se encargó de los trabajos de remodelación.
Y es que en las obras de PNR en Morelos, el Antropólogo Valencia ha tenido una empresa consentida: Escoda Técnicas de Arquitectura Monumental, cuyo administrador único es José Manuel Palma Uribe y que en los últimos años ha recibido contratos por más de 150 millones de pesos, la mayoría por adjudicación directa.
ESCODA no solo es el contratista de cabecera del Centro INAH-Morelos, sino que cuenta con todas las facilidades y apoyo del personal de dicho Centro, como los son el arquitecto Fernando Duarte Soriano, coordinador de Monumentos Históricos y la licenciada Alma Rosa Cienfuegos Domínguez, jefa del Departamento de Trámites y Servicios Legales.
Los funcionarios mencionados, son los brazos ejecutores de Víctor Hugo Valencia, y así como se encargan de que ESCODA no tenga dificultad alguna en sus obras y trámites, de la misma ponen toda suerte de obstáculos a las empresas que no fueron elegidas o recomendadas por el director del Centro-INAH Morelos. Esto, de acuerdo con expertos en el tema, consultados por quien esto escribe.
Desafortunadamente, los trabajos de ESCODA en Morelos han sido señalados por su mala calidad, así como por contravenir lo dispuesto por la Carta de Venecia, que data de 1946 y de la cual México es signatario. Este documento es considerado la Biblia de la restauración y en concreto establece que al reconstruir o restaurar un monumento, se le debe devolver su estado primigenio con materiales, formas, y procedimientos similares a los cuales fueron usados al momento de su construcción.
En el caso de los monumentos intervenidos por ESCODA en Morelos no solo se han alterado sus fachadas y el estado original, sino monumentos emblemáticos como lo son los campanarios de la Catedral de Cuernavaca, el de la Iglesia de Santiago Apóstol en Jiutepec y el Torreón del Palacio de Cortés fueron sustituidos por estructuras de triplay.
El pasado sábado Valencia Valera lo celebró como un logro del INAH y obra ejecutada por ESCODA , sin embargo, omitió dar a conocer, el retraso de más de siete años en la obra, las alteraciones al estado original de la fachada y que tanto el campanario como el ciprés que alberga a la imagen del Señor de la Columna -advocación muy arraigada entre la comunidad local-, fueron reconstruidos con triplay, lo cual a la larga, más pronto que tarde requerirá otra urgente intervención y contraviene lo dispuesto por la mencionada Carta de Venecia.
Todo lo anterior lamentablemente es un hecho consumado, pues al ser el INAH Morelos la entidad encargada de supervisar las obras del PNR jamás sancionará a la favorecida ESCODA. Incluso en los pasillos de la Secretaría de Cultura Federal ha trascendido el corrillo de que, en la recta final de la administración pasada, la secretaria Alejandra Frausto, ante la contundencia de las evidencias en contra de ESCODA, ordenó que no se le asignasen más obras del PNR en Morelos.
El manto de impunidad no suele ser eterno, y ahora los funcionarios Centro-INAH Morelos no han reparado que se encuentran sentados literalmente sobre un barril de pólvora. Resulta que, con el visto bueno y apoyo de la comunidad, una empresa especializada en restauración presentó ante la oficialía de partes del Centro INAH-Morelos el pasado 25 de enero del 2024, la solicitud de autorización de obra para la restauración de la Capilla de la Virgen de Guadalupe, ubicada en el centro de Jojutla.
Es importante destacar, que la solicitud cumplió con todos los requisitos conducentes y fue entregada en tiempo y forma. Al no ser la empresa solicitante una de las consentidas del Antropólogo Valencia, al día de hoy -más de un año después-, la petición no ha sido respondida, lo cual puede deberse a dos posibles motivos: o bien da cuenta de la ineficiencia de la dependencia federal en Morelos o de un ánimo personal en contra del solicitante al no pertenecer al selecto grupo de contratistas consentidos.
Sin embargo, el asunto puede salirse de las manos, pues la comunidad está muy molesta porque no se da curso a la petición y a una obra que es en beneficio no solo de su vida cotidiana, sino de la identidad y memoria histórica local, con molestia manifiestan que ya van para casi 8 años sin su capilla. Los habitantes de Jojutla no se plantean quedarse de brazos cruzados y están dispuestos a hacer todo lo necesario en defensa de su patrimonio, ojalá el Centro-INAH Morelos corrija el rumbo, pues Morelos lo que menos necesita es otro conflicto social.
NOTA: En esta columna respetamos totalmente el derecho de réplica consagrado en la Constitución y en su ley secundaria, bajo la advertencia de que ésta sea en los términos que establece el artículo 13: “…deberá limitarse a la información que la motiva y en ningún caso podrá comprender juicios de valor u opiniones, ni usarse para realizar ataques a terceras personas y no podrá exceder del tiempo o la extensión del espacio que el sujeto obligado dedicó para difundir la información falsa o inexacta”.
HASTA MAÑANA.