El próximo 1 de junio habrá miles candidatos a la elección judicial, y cada estado tendrá boletas diferentes para elegir a sus propios jueces y magistrados. En el estado de Morelos, el Instituto Nacional Electoral (INE) determinó que se crearán 2 divisiones de circuito (las regiones en las que se emitirán los votos) para que los ciudadanos elijan a sus magistrados y jueces, dependiendo de la división a la que corresponda su domicilio.
En total, al sumar los cargos de las dos divisiones en Morelos, se elegirán 12 magistrados y 10 jueces de Distrito.
Pero antes de comenzar a mencionar los nombres de los profesionistas del derecho que buscarán una magistratura o un juzgado federal, debemos resaltar que hay un morelense que tiene amplias posibilidades de integrar la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en su nueva conformación de nueve integrantes en lugar de once.
Se trata de Antonio Sorela Castillo, oriundo de la comunidad indígena de Tetelpa, municipio de Zacatepec. Es licenciado, maestro y doctor en derecho; fue director de derechos humanos en la Secretaría de Gobierno (2017-2018) y es su único cargo en la administración pública del estado; ha escrito diversos libros entre los que destacan Perspectiva Multidisciplinar de los Derechos Humanos en el contexto del siglo XXI; así como el de Declaración Universal de los Derecho Humanos versión Comentada y Traducida al Náhuatl.
Ha sido conferencista en materia de derechos humanos en diversos países y estados del territorio mexicano; el pasado mes de diciembre recibió el premio Nacional de los Derechos Humanos 2024 en El Salvador, siendo la primera vez que se le entrega a un extranjero.
De llegar a ser ministro del máximo órgano judicial en el país, no sería el primero nacido en Morelos. Teófilo Olea y Leyva nació en la hacienda de San Salvador en Miacatlán, Morelos, en 1895, y cursó licenciatura y doctorado en Derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional de México. En enero de 1941 recibió el nombramiento de Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación adscrito a la Primera Sala, que presidió en dos ocasiones, hasta que falleció en 1956.
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien actualmente se desempeña como ministro de la SCJN, nació en Cuernavaca pero toda su familia es de Chihuahua, incluyendo a Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda durante los sesenta.
A diferencia de Teófilo y Alfredo, que “nacieron en cuna de oro”, Antonio Sorela es todo lo contrario. Estudió su educación básica en escuelas públicas y tiene un modo de vida bastante modesto, aunque le encanta recorrer el mundo regalando libros y gasta todo su dinero en viajes.
El hecho de que sea el único morelense de la lista (el magistrado Guillermo Arroyo no tuvo la suerte de salir insaculado), hace suponer que tendrá todo el apoyo del gobierno estatal y su buena fama a nivel nacional puede hacer posible una distinción de esa magnitud.
Por otro lado, como aspirantes a juezas y jueces de Distrito del décimo octavo circuito (de acuerdo a la lista oficial) aparecen Martha Alicia Robles Godoy, Diana Jaimes Villanueva y Daniel Martín Vargas Jiménez, en materia laboral; Cristina Rodríguez Ocampo, Beatriz López Monrroy, Daniela Lozano Sosa, Susana Ramírez Alvarado, Uziel Omar Xix Meza, Octavio Delgado Salgado y Miguel Ángel Juárez Merino, en materia penal; Erika Ortega Mondragón, Agustín Palafox Hernández, e Israel Plancarte Reyes, en materia mixta.
Y como a aspirantes a magistrados de circuito, se menciona a Isabel Cristina Vega Canet y Xitlali Gómez Terán, en materia civil; Elena Brito Casales, Alejandro Roldan Olvera y Jorge Ortiz Aquino, en materia mixta; Guillermina Jiménez Serafín, Mireya Arteaga Dirzo, Bertha Paredes Noyola, Esveidy Adame Hernández, Graciela Ramírez Alvarado, Nanccy Aguilar Tovar, Héctor Toledo Bárcenas, Ángel Darién Zapata Marín, Miguel Ángel Martínez Rodríguez, Roberto Soto Castor, Francisco Javier Campos Neri y Julio Cesar Ortiz Montoya, en materia penal y administrativa; Patricia Falcón Trejo, Adriana Amelia Navarro González, Araceli Del Socorro Lobera Medina, Maricela Velázquez Sánchez, Juan Luis García Arellano y Francisco Arturo Santillán Arredondo.
Varios de ellos son conocidos en Morelos: Xitlali Gómez Terán fue consejera del Impepac y actualmente es comisionada del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística; Guillermina Jiménez Serafín está jubilada como magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Morelos; Mireya Arteaga Dirzo fue presidenta del IMIPE hace apenas unos años y Bertha Paredes Noyola es directora del Centro de Orientación Familiar del TSJ.
Roberto Soto Castor ha intentado varias veces ser magistrado del Poder Judicial estatal (está casado con la exdiputada y exalcaldesa de Jojutla, Hortencia Figueroa); Nanccy Aguilar Tovar es actualmente jueza penal y tiene un conflicto con el actual presidente del TSJ.
Podría darse el insólito caso de que un matrimonio esté conformado por magistrada y magistrado: La ex diputada federal Maricela Velázquez Sánchez y Francisco Santillán Arredondo (legislador local en dos ocasiones, exsecretario del Trabajo), lograron pasar hasta la última etapa y ambos estarán en las boletas.
El doctor en Derecho, Ángel Darién Zapata Marín es uno de los más destacados funcionarios del Poder Judicial Federal; comenzó como oficial judicial en 2010 y poco a poco fue ascendiendo hasta llegar a secretario del Tribunal Colegiado de Apelación del Décimo Octavo Circuito y en varias ocasiones ha cubierto la Magistratura por ministerio de Ley. Nació en Yucatán pero toda su familia es de Jonacatepec, Morelos.
En la lista de candidatos a magistrados también aparece el nombre de Isidoro Edie Sandoval Lome, quien tuvo una larga trayectoria en el Poder Judicial del Estado, comenzando desde oficial judicial, secretario de acuerdos, juez y magistrado visitador.
Por su temple a la hora de dictar resoluciones en contra de servidores públicos fue conocido como “el juez de hierro”. Al no ser contemplado por los diputados para una magistratura local optó por jubilarse del Poder Judicial estatal, y ahora busca incrementar su fama en el ámbito federal y a través del voto popular.
Ojalá que (aunque no hayamos estado de acuerdo con la forma como se manejó la reforma judicial) a final de cuentas lleguen los más preparados y los más honestos para que haya un cambio en la administración de justicia de este país.
HASTA MAÑANA.