Nadie sabe qué fue lo que sucedió, y quizás nunca lo sabremos, lo cierto es que, en cuestión de dos días, el pastor evangélico y abogado, Hugo Eric Flores, cambió radicalmente de opinión con respecto a su compañero de bancada, Cuauhtémoc Blanco Bravo. Antes, aseguraba que las reuniones de trabajo en la residencia oficial que encabezaba el entonces gobernador de Morelos, regularmente terminaban en “juergas”, pero 48 horas después ya hasta se refería con respeto al legislador acusado de tentativa de violación y a cuya solicitud de desafuero le encontraría “deficiencias” suficientes para declararla “notoriamente improcedente”.
Basta con revisar las entrevistas que le concedió a la periodista Azucena Uresti en radio para advertir que entre la primera y la última Hugo Eric Flores se cambió de un extremo a otro, y pasó de ser férreo crítico del exfutbolista, a prácticamente su abogado defensor y -por consiguiente- principal propiciador de que la mujer víctima se convierta ahora en presunta responsable de los delitos de Declaraciones Falsas ante una Autoridad y Extorsión.
Por increíble que parezca, Fabiola N podría ser encarcelada por los delitos antes mencionados, toda vez que ella no cuenta con fuero constitucional y hay una carpeta de investigación en su contra por el delito de extorsión (según lo dio a conocer el exgobernador en la conferencia de prensa de Casa Hidalgo). Eso en materia penal, mientras que, en materia civil, podría ser objeto de una demanda por Daño Moral con la que podría ser sentenciada al pago de millones de pesos por haber difamado a su medio hermano.
Lo que son las cosas: al principio algunas voces advertían que Hugo Eric debía excusarse de conocer esa solicitud de desafuero ya que en enero de 2023 citó a conferencia de prensa para leer seis cuartillas de señalamientos en contra de su exaliado, acusándolo de todo.
“…mucha de la violencia que vemos hoy se genera desde las oficinas de la residencia oficial, donde despacha. Una casa que se ha convertido en su guarida y una cueva de ladrones donde planea y ejecuta todas sus atrocidades”, declaró en aquella ocasión.
Ahora, no se le hace creíble que en esa casa Cuauhtémoc Blanco se haya puesto ebrio y haya intentado saciar sus instintos machistas con su media hermana que dormía en una de las habitaciones.
¿Qué lo hizo cambiar de parecer? Hay dos posibles respuestas:
La primera es que se haya tratado de una cuestión política. Recordemos que el fundador del Partido Encuentro Social fue beneficiado con una diputación plurinominal del partido Morena. Le recordaron que le debe lealtad al partido que lo postuló, y ese instituto político desea que Cuauhtémoc Blanco no sea desaforado.
La segunda posible explicación es que haya habido un arreglo económico. Después de su conferencia de prensa en Las Quintas en enero de 2023, el gobierno de Cuauhtémoc emitió un comunicado en el que rechazó todas las acusaciones y aportó un dato nuevo: “Hugo Eric Flores pidió 20 millones de pesos del presupuesto estatal para sostener el PES”.
¿Y si hubo un poco de las dos teorías? Recordemos que el pasado 12 de marzo en su “Mañanera del Pueblo”, la presidenta Sheinbaum contestó con un “que no sea un asunto político”, cuando le preguntaron sobre el Caso Cuauhtémoc Blanco, muy diferente al “Uriel Carmona es un protector de feminicidas” que ha mantenido desde que era jefa de Gobierno de la CDMX. La línea estaba dada, pero dudamos mucho que Hugo Eric le haya hecho el favor a Cuauhtémoc de a gratis.
Ahora bien, este asunto nos lleva a hacer un análisis de la figura jurídica del juicio de desafuero, como procedimiento para quitar la inmunidad parlamentaria que protege a los diputados.
Varios autores consultados coinciden en que la inmunidad procesal no está pensada como una garantía de impunidad. Es una pieza clave de la separación de poderes al evitar que el sistema de justicia sea utilizado contra algún funcionario público que resulte incómodo al titular del Ejecutivo.
Sin embargo, no queda claro si la función de la Sección Instructora es la de una simple revisión de que la solicitud de desafuero cumpla con los requisitos básicos que establece la Ley, y que el desafuero sea prácticamente en automático, o es una especie de tribunal que analiza de fondo el contenido de la denuncia.
A lo largo de los años, se ha optado por ambas posiciones según las circunstancias. En el caso específico que nos ocupa, la Sección Instructora se contradice, pues primero dice que dicho órgano colegiado no tiene facultades para investigar, pero luego se atreve a calificar los hechos de fondo:
“Entre las deficiencias señaladas por la Sección Instructora están la presunta falta de entrevistas a testigos que se encontraban en el lugar de los hechos, no llevar a cabo diligencias esenciales para acreditar el delito y la responsabilidad del acusado, tales como inspecciones oculares, análisis periciales de criminalística e informes detallados del lugar de los hechos.
“El primero concluye que la víctima no presenta daño psicológico derivado de un delito sexual, mientras que en el segundo, realizado dos meses después del primer informe, se sostiene que sí existe una afectación emocional. Ambos peritajes fueron realizados por la misma fiscalía, utilizando la misma técnica, lo que evidencia falta de consistencia y deficiencias metodológicas”.
Patrañas. Como dijo el abogado Gabriel Regino: “Cuando se trata de opositores, el Congreso actúa con velocidad quirúrgica, pero cuando el acusado es uno de los suyos, todo son tecnicismos, excusas y carpetazos”.
Al parecer, el manto protector que viene cubriendo a Cuauhtémoc Blanco desde hace 9 años, se mantendrá por mucho tiempo más, aunque el costo político sea mayúsculo.
“El intento de un sector del oficialismo de cubrirle las espaldas ante la acusación de que intentó violar a su hermanastra ha despertado la ira de las diputadas federales, dentro y fuera del bloque morenista”, publicó el 21 de marzo el influyente periódico español “El País”.
En un amplio reportaje, ese medio de comunicación da voz a algunas de las mujeres legisladoras que están en desacuerdo con el dictamen de la Sección Instructora como Anaís Burgos y María Teresa Ealy (la morelense Meggie Salgado también hizo un pronunciamiento al respecto).
Y termina con una frase demoledora:
“La rebelión en puerta pone contra las cuerdas al coordinador de la fracción morenista, Ricardo Monreal, que deberá gestionar el diferendo. En ambos escenarios habrá un costo a pagar por el oficialismo: entregar la cabeza de Blanco implica admitir una parte de culpa; no hacerlo evoca un acto de encubrimiento”.
HASTA MAÑANA.