Para esto se requiere participar de manera entusiasta en la atención a quienes nos visitan, ya que de la imagen que demos depende en parte la derrama económica que harán y que de manera directa o indirecta beneficiará a miles de personas.
Por lo demás, estoy seguro de que los tiempos que corren requieren de esforzarnos mucho para salir adelante, como ya lo hecho en otras ocasiones.
No hay nada que no se pueda superar con la tenacidad y el entusiasmo, sobre todo porque al hacerlo servimos de ejemplo para las nuevas generaciones, para los niños y jóvenes que si carecen de modelos positivos pierden el rumbo.
Y que mejor que enseñarles mediante la acción valores que tanta falta les hacen.
Por eso, aunque sea un largo puente, busque la manera de aportar algo a nuestra querida patria.