La influencia de pelìculas y series de televisiòn extranjeras propagà una forma de ver el mundo que no se correspond’a con la ideolog’a de los mexicanos, ya que se fomentò que el individualismo era la llave para ÒtriunfarÓ.
Mientras nosotros tenemos como base de esta sociedad a la familia, el nœcleo de nuestra forma de organizaciòn, desde el extranjero hicieron creer a muchos de los nuestros que la ficciòn que veìan era realidad.
As’, se tuvo como modelo de ÒŽxitoÓ un formato de persona que triunfaba gracias a sus ÒhabilidadesÓ para engañar a los dem‡s o sacar provecho de las debilidades de los otros, sin importar las consecuencias.
Tambièn Ðlo he repetido muchas veces- se promocionaba, y aœn se hace, un modelo de vida donde los ÒtriunfadoresÓ ten’an a su alcance dinero fàcil, pod’an hacer trampa sin que los castigaràn y no cargaban con Òel estorboÓ de una familia, especialmente de sus padres.
Nuestros muchachos copiaron una parte de ese modelo y dejaron de seguir los patrones de conducta de los mexicanos, basados en el respeto a los mayores y el trabajo en equipo.
Adem‡s, se perdi— la m’stica del trabajo honesto y se formaron muchas generaciones de profesionistas sin los conocimientos necesarios para desarrollar su labor pero con los contactos suficientes para conseguir un empleo, casi siempre en el gobierno, desde donde simulan trabajar.
Eso llevò a un deterioro de las instituciones que todos nosotros debemos revertir.
Ya lo dije, el ejemplo es la mejor forma de enseñar y debemos pensar en todos los àmbitos de nuestra vida, para que el contacto que tenemos con la gente joven les sirva de incentivo para superarse por medio del trabajo, del estudio y el respeto a los demàs.
Ahora que poco a poco se reactivan las labores, pongamos manos a la obra. Nuestra patria, de la cual todos formamos parte, lo agradecer.