Sin embargo, Manuel Añorve Baños, abanderado por la Coalición Tiempos Mejores para Guerrero (en esta fórmula el PRI es el partido dominante), también estaba seguro de triunfar. Ambos personajes, de alguna forma u otra, recibieron el apoyo de politicastros nacionales, durante la campaña y hasta el cierre de la misma.
Empero, anteayer me llamó la atención el activismo desplegado por Graco Ramírez Garrido, senador perredista por Morelos, quien reiteradamente anticipó la victoria de Aguirre Rivero, gobernador sustituto de Guerrero entre el 12 de marzo de 1996 y el 31 de marzo de 1999. Toda la semana pasada, el legislador morelense supervisó algunas estrategias electorales diseñadas por el PRD nacional a fin de apuntalar a su candidato. Y varios medios informativos nacionales lo proyectaron el viernes y sábado ofreciendo conferencias de prensa al respecto. Es decir: Graco Ramírez volvió a colocarse en la palestra pública de este país, tal como lo ha estado desde 2006 en el Senado.
Don Lauro Ortega Martínez, el mejor gobernador que ha tenido Morelos (periodo 1982-1988), solía decir que “en política es importante proyectar fuerza y consistencia, pues al pueblo le gustan los triunfadores”. Tenía absoluta razón. La victoria de Aguirre Rivero en Guerrero, si así la obtuvo ayer, subirá los bonos de Graco Ramírez en la búsqueda de la candidatura gubernamental, no sólo como abanderado del Partido de la Revolución Democrática, sino a través de una coalición de partidos y fuerzas sociales que anhelan un viraje en la conducción política de Morelos. Pero si Manuel Añorve Baños es el ganador, disminuirán los puntos del multicitado legislador federal y se incrementarán los de quienes, siendo también activistas dentro del Partido Revolucionario Institucional, acudieron a Guerrero para consolidar el cierre de campaña y la estrategia electoral del ex alcalde de Acapulco aplicada la víspera. Entre ellos, desde luego, destaca Manuel Martínez Garrigós, presidente municipal de Cuernavaca.
Sea cual fuere el resultado de ayer para el PRD y el PRI, sus líderes nacionales y regionales todavía tendrán la oportunidad de repuntar el resto del año, si es que resultaron perdedores en Guerrero. El 6 de febrero próximo habrá elección de gobernador en Baja California Sur, donde el candidato perredista y petista Luis Armando Díaz es el favorito. El 3 de julio serán electos los gobernadores del Estado de México, Coahuila, Hidalgo y Nayarit. Y el 13 de noviembre se hará lo propio en Michoacán, bastión del perredismo. Para Morelos son importantes los resultados electorales de Guerrero y el Estado de México, por la cercanía de esas entidades con la nuestra. La historia nos demuestra su influencia aquí. Los símbolos de victoria y derrota partidaria que empezarán a proyectar los grandes medios de comunicación tras los comicios guerrerenses tendrán un rotundo efecto en las estructuras territoriales de los principales partidos con registro ante el Instituto Estatal Electoral de Morelos. A ver.
Cambiando de tema, pero refiriéndome a un diputado local perredista, diré que Rabindranath Salazar Solorio, coordinador del grupo parlamentario del PRD en el Congreso del Estado, habló este fin de semana sobre los temas pendientes de la agenda legislativa, a reactivarse en el Segundo Periodo Ordinario de Sesiones que iniciará mañana. Los grandes temas, según él, se refieren a la educación, el marco laboral vigente (mismo que presenta graves rezagos) y la infraestructura que requiere nuestra entidad federativa.
Tocante al aspecto educativo, el ex alcalde de Jiutepec (y aspirante a la candidatura gubernamental del PRD), mencionó el programa de Becas-Salario, incluido en el Presupuesto de Egresos Morelos-2011. Dicha política pública, hay que recordarlo, fue promovida por el senador Graco Ramírez. La bancada perredista, además, impulsará reformas al Código Penal, a fin de instaurar el fraude político, tema propuesto por la Asociación de Abogados Penalistas, cuyo principal líder es Cipriano Sotelo Salgado.
Aunque el asunto no fue manejado por Rabindranath, la permanencia o derogación de la tenencia vehicular en Morelos también será materia legislativa. Oscar Cano Mondragón, subsecretario de Ingresos, advirtió que si el gravamen se derogada, el gobierno estatal dejará de captar 340 millones de pesos. Empero, la derogación podría representar un “as bajo la manga” del gobernador Adame hacia las elecciones de 2012, tal como lo fue en Querétaro para su homólogo (priísta) José Calzada Rovirosa, quien cumplió su promesa de eliminar la tenencia vehicular. A ver.