Desde luego, también serán incorporadas algunas representaciones sociales y empresariales. El tema fundamental será la aplicación de proyectos tendientes a crear nueva infraestructura (incluida la rehabilitación integral de la avenida Morelos) con la intermediación del gobierno estatal, lo cual es una evidente respuesta del gobernador Marco Adame Castillo a la carta que el alcalde Martínez Garrigós le envió anteayer frente a la presión anunciada este lunes por la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Esta agrupación obrera del Partido Revolucionario Institucional (PRI) amenazó con cerrar los accesos a Cuernavaca si la administración estatal no consigue el reinicio de las obras en dicha arteria citadina.
Empero, a la posición asumida por la CTM se sumaron ayer varias organizaciones de transportistas, ajenos a la Federación Auténtica del Transporte y Rutas Unidas de Cuernavaca, las cuales presionaron la semana pasada a Martínez Garrigós para cancelar la rehabilitación de la avenida Morelos, desde la glorieta Las Palmas, hasta la calle Motolinía (aunque el proyecto contempla su conclusión en el Chapitel de El Calvario). Representantes de asociaciones transportistas, como son el Grupo Promotor APYCO, la Asociación Patronal Cuernavaca y Anexas A.C, Autobuses OMSA Chapultepec, Autotransportes Generación 2000, Transportistas en Acción, Ruta Interescolar, Ruta 5, Ruta 10, Ruta 17, Ruta 8, y la Alianza de Transportistas, entre otros, se manifestaron a favor de las obras que el Ayuntamiento de Cuernavaca realiza en las entradas principales al norte y sur del municipio, toda vez que la capital requiere de trabajo, inversión en obras y esfuerzos para dignificar las condiciones de vida de la población.
Esto último fue expresado la víspera por Enrique Ramos Zepeda, presidente de la Alianza de Transportistas del Estado, quien aclaró que el servicio público de pasajeros en Cuernavaca no está en contra de las obras realizadas en la ciudad, “y en todo caso, quienes se han manifestado en últimos días son sólo unos cuantos, más no representan a todos los que formamos parte de las asociaciones de transportistas de Morelos, por ello queremos dejar en claro que los que estamos aquí reunidos, también le apostamos al desarrollo y mejoramiento de la imagen de nuestra ciudad”.
Por su parte, Manuel Martínez Garrigós destacó que uno de los principales ejes de la actual administración es, en primer lugar, el bienestar social, así como el desarrollo sustentable de Cuernavaca, y señaló que para lograr un crecimiento citadino en todos sentidos es necesario que sociedad y gobierno coadyuven para poder llegar a un acuerdo o convenio que beneficie a todos. Ojalá y la mesa de diálogo logre destrabar el conflicto lo más pronto posible.
En más sobre el mismo tema comentaré que el presidente de la Junta Política y de Gobierno del Congreso Local, el panista Luis Miguel Ramírez Romero, expresó ayer, frente a la demanda de juicio político presentada anteayer por varios actores políticos y sociales en el Poder Legislativo, que “este tipo de acciones corresponden a la consigna política de un solo partido, que carece de respaldo ciudadano y se encuentra muy alejada del sentir popular”. Desde su punto de vista, “se trata de acciones de revancha política que cuestionan directamente al PRI, instituto político que deberá definirse si está por el desarrollo pacífico de Morelos, o bien, prefiere someter al Estado a una convulsión política para conseguir sus objetivos políticos preelectorales”.
Sin embargo, más allá de las consideraciones del diputado Ramírez Romero, acordes con la necesidad de conseguir un gran acuerdo que tranquilice las emociones encontradas de los más importantes actores políticos morelenses, detectamos una actitud contradictoria, emanada desde determinados grupos afines al Partido Acción Nacional. La respuesta inmediata del gobernador Adame a la solicitud de Manuel Martínez Garrigós revela su calidad democrática y ánimo por encontrar objetivos comunes hacia el cierre del sexenio, pero hay quienes no lo entienden así, prefiriendo el golpe bajo y el desarrollo de sistemáticas campañas de ataques hacia el Ayuntamiento de Cuernavaca y otros políticos priístas, lo cual no contribuye para nada a la solución de conflictos. La mesa de diálogo propuesta ayer por Oscar Sergio Hernández Benítez representa una magnífica oportunidad para que todos, absolutamente todos los implicados empiecen a serenarse. Hacer lo opuesto ocasionará graves perjuicios a Morelos. Un juicio político, a estas alturas del régimen, servirá para maldita la cosa.