“Con este reconocimiento nacional, hoy los empresarios le dejamos patente nuestro agradecimiento por todas sus contribuciones, su obra y por su entrega a los derechohabientes del Seguro Social en Morelos”, señaló aquel día Antonio Miranda Sotelo a nombre de los miembros de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, tras agregar que “Jorge Herrera es un hombre visionario y sensible a los problemas de la salud y le da acción a las palabras, lo que queda demostrado con las cifras récord en los últimos años en la inversión en infraestructura, con la construcción de nuevos edificios y su equipamiento, clínicas nuevas y remodeladas para el derechohabiente y además las nuevas plazas que quedan para los trabajadores de la institución”.
Durante el evento, que fue el marco del 60 aniversario de la Canacintra, estuvieron presentes el gobernador del estado Marco Antonio Adame Castillo; el entonces presidente de la Delegación Morelos del organismo empresarial, Humberto Paladino Valdovinos (hoy síndico en el Ayuntamiento de Cuernavaca), así como Gabriel Padilla, coordinador de Asesores de la Secretaría de Economía y representante personal del entonces titular Sergio García de Alba.
Entrevistado posteriormente, Herrera del Rincón estableció que “este reconocimiento es básicamente para todos los trabajadores institucionales, es resultado del esfuerzo cotidiano que realizan todos aquellos que colaboran con vocación de servicio y corresponde a ellos el mérito; me motiva a seguir mi compromiso con el Instituto, que inicié hace 28 años, y todavía hay mucho por hacer; tenemos que reforzar el gran pendiente que tenemos y que es el trato humano, ese rostro humano que tenemos que recuperar en cada acción que realizamos dentro de nuestras acciones a favor de nuestros derechohabientes”. Hasta aquí la referencia al reconocimiento recibido por el funcionario del IMSS el 30 de noviembre de 2006.
Cuando se llevó a cabo la entrega del Águila Canacintra 2006 ya habían transcurrido casi dos años desde la llegada de Herrera del Rincón a la titularidad del IMSS en Morelos. El mismo otorrinolaringólogo dio a conocer que llevaba 28 años al servicio de la institución; y hoy, después de casi 32 largos años dentro de la estructura del IMSS, el funcionario volvió a ser objeto de un homenaje.
Efectivamente, este fin de semana Herrera del Rincón recibió un nuevo reconocimiento entregado por quienes integran el recién formado Grupo de Amigos del Corazón en Morelos, todos ellos motivados porque en algún momento han requerido los servicios de segundo y hasta tercer nivel por problemas de infarto al corazón. Entre ellos se encuentran el excelente amigo (compañero de muchas lides periodísticas) y conocido miembro de la sociedad morelense, Roberto Morales Guillén; el distinguido cuautlense Francisco León Guzmán, “ex” de muchas cosas en Morelos; Antonio Miranda Sotelo, ex secretario general de la UAEM y otrora aspirante a la rectoría de la institución; la abogada Concepción Gómez Medina, Sergio Ochoa Romero y el constitucionalista mexicano con oriundez y residencia en Morelos, Tomás Osorio Avilés, actual secretario general del Congreso local.
En resumen: honor a quien honor merece. Y aunque el IMSS todavía presenta algunas deficiencias estructurales derivadas de servidores públicos abúlicos (la mayoría adscritos a filas sindicales obsoletas) y la insuficiencia de recursos financieros, en Morelos hay marcados avances. A las pruebas me remito.
Cambiando de tema me referiré a los cambios decididos este fin de semana por el alcalde de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós. Víctor Saucedo Perdomo, “ex” de muchas cosas en Morelos, fue designado como secretario del Ayuntamiento en sustitución de Francisco León y Vélez Rivera, quien presentó su renuncia al cargo por motivos personales. En la Secretaría Técnica se nombró a Jorge Mario García Ávila, quien fue relevado en Comunicación Social e Imagen por el excelente publirrelacionista Roberto Martínez-Vara.
Los ajustes, definitivamente, impactarán positivamente en el manejo político de la administración municipal, justo cuando algunos ruteros amenazaron con endurecer sus acciones ante la continuación de la reconstrucción integral de la avenida Morelos. Varios de ellos afirman que “jamás hemos pedido dinero” a MMG, lo cual es falso de toda falsedad. Esto lo exigieron hasta el fastidio el 2 de marzo en el hotel Argento, donde un prestigiado comerciante de la glorieta Las Palmas hubo de enmendarles la plana diciendo: “Nosotros no compartimos esa postura, pues no somos mercenarios”. Y a las pruebas me remito de nuevo. Entre transportistas amnésicos te veas.