Anunció que hará llegar el proyecto de pacto por escrito a Los Pinos y que el encargado de convocar tendría que ser Calderón, “si tiene disposición”. El poeta sabe que el problema no se resolverá de la noche a la mañana, pues la situación en la que se metió al país es “un nudo ciego”, pero consideró necesario empezar a dar pasos hacia el sentido común.
A los militares les pidió defender la nación y anteponer el respeto a los derechos humanos; “no pueden seguir mirando a los ciudadanos como bajas colaterales o posibles bajas colaterales” porque cada muerto es un mexicano con nombre, como fue el caso de su hijo, encontrado sin vida en un automóvil el pasado 28 de marzo (junto a seis personas más) sin que se haya detenido a los responsables.
Por otro lado, las naciones que integran la Conferencia Internacional para el Control de Drogas (IDEC) fracasaron en su intento de crear un centro regional de inteligencia e intercambio de información para las naciones de América Latina, pero se aceptó la propuesta de emprender “e impulsar operativos coordinados contra la delincuencia organizada trasnacional”; apoyar el diseño de mecanismos para combatir el tráfico de armas y el lavado de dinero, como lo recomendó el secretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, indicaron funcionarios nacionales y representantes de Centroamérica que fueron entrevistados al final de la 28 sesión de ese organismo patrocinado por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), recientemente efectuada en Cancún. Sobre el tenor, mañana transcribiré una mínima parte del montón de acuerdos internacionales firmados por México, desde 1921 a la fecha, en materia de tráfico de estupefacientes, sin haber resuelto hasta hoy la problemática.
Sobre estos asuntos, el Senado de México legislará en breve sobre más mecanismos de intercepción al “lavado” de dinero proveniente del crimen organizado; mientras, ayer el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame Castillo, anunció el fulminante cese del general retirado Gastón Menchaca Arias como secretario de Seguridad Pública del estado, lo cual constituye un “daño colateral” más en una guerra nacional que la inmensa mayoría de la sociedad mexicana no comprende. Menchaca llegó al cargo a mediados de 2009, tras iniciarse el “Caso Morelos” propiciado por el supuesto involucramiento del entonces titular de la SPP Luis Ángel Cabeza de Vaca con narcotraficantes. La baja del general retirado se da en un contexto nacional caracterizado por el fracaso de militares al frente de la prevención de delitos federales y comunes.
Menchaca fue relevado, al parecer temporalmente, por el general Gilberto Toledano Sánchez, quien en junio de 2009 fue cesado como director de Seguridad Privada en la propia SPP, área que supervisa el funcionamiento de la vigilancia a cargo de particulares, y relevado por Fernando Álvarez Mata.
Empero, Toledano Sánchez se mantuvo cerca de Gastón Menchaca y hoy vuelve a insertarse en el cuestionado escenario de militares a cargo de la seguridad pública, habiendo sido subjefe y jefe de Estado Mayor de zona militar, comandante de Regimiento de Caballería Motorizado, comandante de Guarnición y de Zona Militar en Guerrero y Chiapas. Etcétera. Ayer le dijo el gobernador: “Como morelense de Tepalcingo, arraigado profundamente en la vida de nuestro estado, le convoco a usted para que, junto con la sociedad y demás actores del ejercicio público, demos el impulso adicional que se requiere para fortalecer la seguridad pública en nuestra entidad”. Mantener vínculos con la sociedad, cuestión en la que Menchaca fue un verdadero fracaso. ¿Se convertirá Gilberto Toledano Sánchez en el primer súper secretario del ramo, al frente de la Policía Unica de Morelos? A ver.
Por otro lado, también se anunció el cese de José Luis Rodríguez Martínez como secretario de Educación Pública del estado, siendo sustituido por Alejandro Pacheco Gómez, hasta ayer rector de la Universidad Tecnológica Emiliano Zapata (UTEZ), quien desde el comienzo de la actual administración debió ocupar la titularidad de la misma Secretaría.
Desde el movimiento magisterial de 2008, Rodríguez Martínez contribuyó a crear pequeños frentes de conflicto entre combativos segmentos de profesores, padres de familia y el gobierno del estado, sin haber resuelto en tiempos recientes el problema de los maestros jubilados, ni eliminar el rezago educativo que anualmente se comprueba con la aplicación de exámenes internacionales. En fin.
Y otro cese fue el de Patricia Mariscal Vega como secretaria de la Contraloría, siendo sustituida por Alfredo Jaimes de la Torre. Ya habrá ocasión para analizar a fondo estos cambios que, definitivamente, se decidieron en un delicado momento de tensión al interior del gabinete adamista, propiciado por la crisis de inseguridad pública que hoy mantiene a nuestra entidad bajo el riguroso escrutinio de la comunidad mundial.