El segundo es temixquense de pura cepa. Sin embargo, déjeme decirle que ambos figuran entre una extensa lista de aspirantes a la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia municipal temixquense.
Su aparición pública tuvo como objetivo solidarizarse con Nereo Bandera Zavaleta frente al embate de determinados diputados locales adscritos (increíble, pero cierto) al grupo parlamentario priísta. Nadie desconoce que el principal promotor de la andanada de ataques en contra de Bandera, al comienzo del conflicto, fue Fernando Martínez Cué, secretario de la Comisión de Hacienda y Cuenta Pública, a quien se le complicó el asunto, mismo que algunos personeros del Congreso local pretendieron endosar al gobierno del Estado, donde los operadores de Marco Adame Castillo se pusieron alerta para rechazar la “papa caliente”. Empero, Silva Bandala y Vargas Valero no son ningunos improvisados en la vida pública de Temixco y son por demás reconocidos en otros ámbitos de la política morelense. Vargas fue candidato tricolor hace seis años.
Como lo indiqué líneas atrás, mucho trabajo le costará al presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, el también diputado local Amado Orihuela Trejo, lograr la unidad entre quienes buscarán relevar a Nereo a partir del primero de noviembre del año próximo. A reserva de que alguien levante la mano en cualquier momento, hasta ahora son 11 los aspirantes a la candidatura. He aquí sus nombres: los mencionados José Silva Bandala y José Vargas Valero, así como Javier Urbina Beltrán (ex regidor), Jorge Lagunas González, Dante González Lagunas, el diputado local Esteban Gaona Jiménez, Roberto Olivares Mariaca (ya fue alcalde sustituto), Héctor Cruz Gutiérrez (ex regidor), Odilón Colín Arias (ex regidor), Francisco Argüelles Vargas (ex director del IEBEM) y Alejandro Alvarez. En caso de que el escenario se complique, el CDE aplicará una encuesta y llevará a cabo un primer descarte; así conseguiría una terna, la cual será sometida a una consulta abierta a la militancia o presentada ante una convención de delegados. A ver. Recuerden ustedes que en el proceso de auscultación de 2009 hubo 26 aspirantes y en 2006 alrededor de 20.
Cambiando de tema he de referirme a la feroz lucha que en pos de los recursos públicos libran la mayoría de gobernadores ante la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, cuyo presidente es el priísta Alfonso Navarrete Prida. Ese dinero surgirá de muchas partidas presupuestales contenidas en el paquete financiero 2012 entregado a los diputados federales por el presidente Felipe Calderón. Pero no sólo los gobernadores andan tras la lana, sino también algunos presidentes municipales de capitales importantes, incluido Manuel Martínez Garrigós, de Cuernavaca. En su calidad de presidente adjunto de la Federación Nacional de Municipios de México (Fenamm), pidió que del total del Presupuesto de Egresos los municipios reciban el 20, los estados el 30 y la Federación el 50 por ciento, pues sería una distribución más justa del erario público, dado que actualmente las cifras son de 4, 16 y 80 por ciento, respectivamente. Otras de las demandas de la Fenamm, por voz del jefe del gobierno de Cuernavaca, fueron: por cada peso que los municipios aporten para obras y programas sociales, la Federación deberá destinar cuatro; que el Subsidio de Seguridad Municipal (Subsemun) se convierta en un fondo permanente y reoriente el destino de sus recursos, en 50 por ciento, a la seguridad preventiva, así como aumentar a 6 mil millones de pesos el recurso asignado para el 2012, además de incrementar de 220 a 300 las localidades beneficiadas y reinstalar a los 23 municipios excluidos durante el 2010-2011. Por otra parte, MMG habló de convertir el Programa de Apoyo Alimentario en una estrategia de combate a la pobreza extrema mediante el fortalecimiento del capital social y la reducción del rezago educativo; destinar 500 millones de pesos, mediante la creación de un Fondo Concurrente, para elaborar expedientes técnicos de los proyectos de desarrollo, etiquetando más recursos; e incrementar el Fondo de Pavimentación y Espacios Deportivos a 3 mil 200 millones de pesos.
En otro tema he de referirme a la drástica decisión tomada ayer por el alcalde de Jiutepec, Miguel Angel Rabadán Calderón, quien le pidió su renuncia a Hanneman Eldegundo Salazar Solorio, tesorero municipal. ¿Le suenan los apellidos? Yo creo que sí, pues se trata de un hermano de Rabindranath Salazar Solorio, ex alcalde jiutepequense, actual diputado local (preside la poderosa Comisión de Hacienda y Cuenta Pública) y precandidato del PRD (partido en el cual también milita Rabadán Calderón) a la gubernatura morelense. En lugar de Hanneman fue nombrado el contador público Javier Vargas Villalobos, ex director de la Facultad de Contaduría y Administración de la UAEM, quien hasta anteayer era director general de finanzas del Ayuntamiento de Jiutepec. Amén de las deficiencias cometidas por el hermano de Rabindranath y ventiladas durante varias sesiones de Cabildo, es evidente la ruptura de Rabadán Calderón con su antecesor. ¿O la delicada determinación se tomó bajo un acuerdo entre ambos? Al debido tiempo lo sabremos. Por lo demás, Rafael Reyes, ex secretario general de la comuna jiutepequense, esperará la aplicación de una encuesta ordenada por el CDE del PRI para decidir si participa o no en la búsqueda de la candidatura a la alcaldía. Reyes jamás ha negado su militancia tricolor. Es un tipo de congruencia y honor.