La decisión asumida por Rabindranath Salazar Solorio para registrarse en el proceso respectivo, cuando semanas atrás lo había hecho en pos de una candidatura senatorial, llamó la atención de propios y extraños y, desde luego, generó muchas especulaciones. La versión más cercana a la realidad es que Andrés Manuel López Obrador, de gira por Morelos el pasado 4 de enero, platicó brevemente con Rabín (al parecer en Tezoyuca), recibiendo la “sugerencia” de inscribirse como precandidato a la gubernatura. Esto tendría relación con el hecho de que los partidos coaligados con el PRD en el Movimiento Progresista (Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano) rechazan a Graco Ramírez.
Luis Alberto Machuca Nava, presidente del otrora denominado Partido Convergencia, declaró el 3 de diciembre lo siguiente: “No tenemos candidato aún. Eso lo tendrá que definir la sociedad de Morelos y no debe ser una ocurrencia de los partidos”. Y aludiendo a los prospectos del partido del sol azteca a la candidatura gubernamental, hizo alusión directa a Graco Ramírez bajo el siguiente tenor: “¿Que cómo lo veo? Yo lo veo más delgado y sin bigote, nada más”. Se le preguntó: “¿Algunos personajes perredistas tienen probabilidades reales de llegar?”, a lo cual respondió: “Lo que no tienen es madre. Es gente que quiere mantener sus cotos de poder. La sociedad está cansada de los mismos. Me parece que llegó el momento de un cambio real. O nos hacemos a un lado de nosotros, anteponiendo los intereses ciudadanos, o ellos nos van a hacer a un lado”. Machuca Nava procedió a mencionar después el nombre de Rabindranath Salazar Solorio como un prospecto ciudadano.
El ex edil jiutepequense, repito, será encuestado junto con Graco, Mario Rojas Alba y otra persona más en un estudio de opinión a realizarse del 18 al 25 de febrero próximo, siempre y cuando se respete la convocatoria emitida el 22 de diciembre de 2011 por la Comisión Nacional Electoral del PRD. Ahí se establece, además, que la elección del candidato gubernamental será el 26 de febrero corriendo a cargo del Consejo Estatal Electivo, cuyo padrón y origen ha sido cuestionado desde hace meses. Sin embargo, dicha convocatoria colocó una especie de “candado” que impide la absoluta libertad de decisión a los consejeros y es el siguiente: “La candidata o candidato para el cargo de gobernador constitucional del Estado de Morelos se elegirá mediante Consejo Estatal Electivo, tomando en cuenta para su definición los resultados de las encuestas a la ciudadanía en las que se permita conocer las preferencias del electorado acerca de los aspirantes a la candidatura para la gubernatura del Partido de la Revolución Democrática, así como los acuerdos a que lleguen los precandidatos”. Entonces: si los consejeros habrán de elegir “democráticamente” escogiendo a uno de los cuatro precandidatos registrados, ¿por qué insistir en la aplicación de la mentada encuesta, donde Graco Ramírez Garrido aparecerá en primer lugar, aunque con los peores indicadores en negativo? ¿Realmente alcanzarán un “acuerdo” previo los cuatro precandidatos y bajo qué condiciones? ¿Aceptarán el evidente “dedazo” que viene?
La adhesión de Rabín al procedimiento electivo, desde mi particular punto de vista, también pudiera servir para romper la hegemonía del senador en la estructura territorial, aprovechando la imagen ciudadanizada del legislador local y el hecho de que no tiene acusaciones de peso, mucho menos alguna que lo vincule al movimiento local -encabezado por Graco- que reiteradamente traicionó a Andrés Manuel López Obrador, o con el partido gobernante, de lo cual abundan las pruebas en contra del multicitado político tabasqueño. Lamentablemente, en el PRD pululan los políticos con graves necesidades económicas y que se dejan ir con el canto de las sirenas. Desglosemos.
Si bien es cierto que el 23 de octubre de 2011, durante la elección de consejeros estatales ordenada por un tribunal federal, Graco perdió infinidad de posiciones (dícese que hoy apenas mantiene 20), también es verdad que los jefes de las principales tribus pudieron haber pactado con él para garantizarle el triunfo en el Consejo Estatal Electivo a celebrarse el 26 de febrero. El padrón está constituido por alrededor de 140 consejeros, de los cuales una buena parte son de Fidel Demédicis Hidalgo, otros de Manuela Sánchez López y algunos más de la ex diputada federal Adriana Díaz Contreras. Todos, señoras y señores, son susceptibles de irse con la finta ($), y no dudo que Graco les haya prometido algo o los hubiera acercado con quienes lo apoyan desde la cúpula nacional perredista (especialmente el grupo de los “chuchos”). A juzgar por las apariencias, Graco espera jugar a dos bandas: por un lado ganar la encuesta y por el otro conseguir la mayoría de votos en el Consejo Estatal Electivo, a menos que surja otro bloque opositor capaz de vulnerarlo de nuevo, tal como sucedió a finales de octubre del año pasado. Como en el PRI (los sobres de Mitofsky y el Gabinete de Comunicación Estratégica debieron abrirse anoche a las 20:00 horas), ninguno de los precandidatos perredistas la tiene segura, a pesar de las famosísimas encuestas. A ver.