Lo he escrito en otras columnas, pero hoy reiteraré que dicho Grupo está constituido por elementos adscritos a rubros de inteligencia en las fuerzas castrenses, la Policía Federal Preventiva, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, la Procuraduría General de Justicia y determinados funcionarios municipales encargados de la prevención del delito. Ahí se revisó el mapa criminal actualizado en varias regiones del país, así como la dinámica de células delincuenciales sobre la zona centro (donde se encuentra enclavada nuestra entidad), y se decidió fortalecer las Bases de Operación Mixta ubicadas en cinco puntos estratégicos de Morelos.
Desde luego, la aparición de seis cadáveres desmembrados a un costado del libramiento de Yautepec (al amanecer de este miércoles) metió ruido y puso otra vez en alerta al Grupo Interinstitucional Morelos, sabedor de que el reacomodo de los más importantes cárteles del narcotráfico no ha cesado en ninguna parte del país. Y como nuestro Estado se encuentra en el “ojo del huracán”, cuya principal característica es la existencia de una extensa red de carreteras y múltiples caminos interestatales, los tres niveles de gobierno seguirán esforzándose para no bajar la guardia. En tal contexto, Adame Castillo señaló ayer que “los policías deben ser aliados de los ciudadanos y no optar por adherirse a las filas de la delincuencia”. Lo dijo durante la inauguración del edificio de la Secretaría de Protección Ciudadana en Temixco, localidad azotada por la delincuencia organizada y común desde 2009 a la fecha. Esta obra tuvo una inversión de poco más de 12 millones de pesos, con recursos provenientes del Subsidio de Seguridad Pública Municipal (SUBSEMUN). A un costado de este lugar se está construyendo la Agencia Prototipo del Ministerio Público.
Cambiando de tema es importante recordar qué es una denominación de origen. Es un tipo de indicación geográfica aplicada a un producto agrícola o alimenticio cuya calidad (o características) se debe fundamental y exclusivamente al medio geográfico en el que se produce, transforma y elabora. En otras palabras, es una calificación que se emplea para proteger legalmente ciertos alimentos que se producen en una zona determinada, contra productores de otras que quisieran aprovechar el buen nombre que han creado los originales, en un largo tiempo de fabricación o cultivo.
Durante muchas décadas el Estado de Morelos se caracterizó por producir el mejor arroz del mundo. Los agricultores e industriales dedicados a su comercialización se beneficiaron sobremanera al respecto, pero no previeron lo que ocurriría con la apertura comercial iniciada en 1994 a través del Tratado de Libre Comercio y la eliminación arancelaria a centenares de productos y alimentos provenientes de otros países, entre ellos China. Los asiáticos invadieron paulatinamente a México con arroz cuya calidad no competía para nada con la nuestra, pero las óptimas condiciones de las relaciones bilaterales y comerciales así lo permitían. En el ínterin, productores inescrupulosos asentados sobre determinadas regiones mexicanas aprovecharon las circunstancias y comenzaron a vender arroz bastante chafa como si fuera producido aquí. Las cosas continuaron así hasta que el gobernador Marco Adame Castillo intervino a favor de los arroceros morelenses asentados en alrededor de 22 zonas productoras.
Fue así como llegamos a la víspera, cuando el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) otorgó la denominación de origen al Arroz del Estado de Morelos, distintivo cuyo objetivo es evitar que en alguna parte del país o el extranjero se utilice el nombre “Arroz Morelos” preservándose las características de producción y propiedades que han convertido al arroz de nuestro Estado como el mejor del mundo. A tal grado llegó la mediación del mandatario morelense ante el gobierno federal para conseguir la certificación, que el mismísimo secretario de Economía, Bruno Ferrari García de Alba, junto con el director general del IMPI, José Rodrigo Roque Díaz, vinieron ayer a Cuernavaca para entregar personalmente dicha denominación al gobernador Adame, quien había presentado la solicitud de protección al grano morelense el 20 de junio de 2011. De manera simultánea, con esta denominación de origen inicia una activa agenda de trabajo para potencializar todas las capacidades productivas del arroz Morelos, tanto de manera artesanal como con la utilización del sistema mecanizado. Enhorabuena. En Morelos la producción de arroz se lleva a cabo sobre una superficie de mil 500 hectáreas (eran muchas más antes de la apertura comercial) distribuidas en 22 municipios, con una producción de 10 a 12 toneladas por hectárea, además de que esta entidad se ubica en el primer lugar nacional en rendimiento por hectárea.
Vamos ahora a temas prelectorales. No hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza, y ayer llegó la hora de establecer una coalición entre los partidos Nueva Alianza (Panal) y el Revolucionario Institucional, los cuales acordaron crear la “Alianza por Morelos” e impulsar la candidatura de Amado Orihuela Trejo rumbo a los comicios del primero de julio. La coalición se formalizó ante el Instituto Estatal Electoral este miércoles, y fue dada a conocer ayer por Manuel Martínez Garrigós, dirigente del PRI en Morelos, y Francisco Santillán Arredondo, dirigente del Panal. Cabe destacar que el acuerdo de coalición incluye fórmulas en seis distritos locales electorales, así como en al menos 15 municipios, donde ambos partidos analizarán las condiciones locales para impulsar a los mejores cuadros que garanticen el triunfo en la contienda electoral del próximo primero de julio. Falta ahora por saber si los miles de maestros adheridos a la Sección 19 del SNTE, que encabeza la maestra María Eugenia Ocampo Bedolla, se solidarizarán con dicha coalición. No obstante, en comicios anteriores los maestros han sido magníficos representantes de partido (¿por cuál optarán a la mera hora?) en las mesas de votación. A ver.