Empero, lo anterior sucederá siempre y cuando los diputados deseen cumplir con su trabajo, lo cual no se le ha dado con naturalidad a la mayoría de integrantes del Poder Legislativo morelense. Quienes realmente trabajaron a favor de las causas sociales se cuentan con los dedos de una mano; el resto son puros simuladores: simulan que trabajan, pero en realidad se presentan únicamente a cobrar sus altísimas “dietas” y prerrogativas que la ley les asigna, aunque de manera injusta. Decía el insigne Lauro Ortega Martínez, gobernador de Morelos durante el sexenio 1982-1988: “La simulación es equiparable a la corrupción”.
Jaime de la Torre agregó que uno de los temas con mayor interés para los ínclitos legisladores será el crédito de hasta por mil 400 millones de pesos que le autorizaron al Poder Ejecutivo, por lo que la dependencia a su cargo deberá responder cómo y en qué se ha ejercido. Asimismo, indicó que hasta ahora se han tomado cerca de 700 millones, empleados en obras de infraestructura social para distintos municipios, así como en la reconstrucción del Paseo Cuauhnáhuac. Finalmente refirió que durante este año se ejercerá todo el crédito aprobado por los diputados, sin que vaya a resultar afectada la siguiente administración, pues el total del financiamiento representa menos del uno por ciento del presupuesto operado por el gobierno morelense.
Por otro lado, el secretario general de Gobierno, Oscar Sergio Hernández Benítez, confirmó lo que ya sabíamos desde la semana pasada respecto a la reciente jubilación aprobada por el Congreso local a favor de Pedro Luis Benítez Vélez, procurador general de Justicia de Morelos. El Poder Ejecutivo utilizará (y muy bien) la facultad de promulgar, cuando así lo determine, el decreto correspondiente a la mentada jubilación. Hernández Benítez fue explícito sobre el particular: Benítez Vélez continuará hasta el final de la administración de Marco Antonio Adame Castillo, simple y sencillamente porque es potestad del gobernador promulgar los decretos que le turne el Congreso en el momento oportuno, si así conviene a los intereses superiores de nuestra entidad federativa, pero también evitar su difusión si sucede lo contrario. Y como el decreto de marras llevaba jiribilla preelectoral bajo los auspicios oportunistas de algunos diputados locales adscritos al PRI y el PRD, Marco Adame tomó la decisión de no mover nada en torno al procurador. La gestión del jefe del Poder Ejecutivo estatal concluirá el domingo 30 de septiembre. El decreto podría ser publicado el 26 del mismo mes. Y ya.
Cambiando de frecuencia diré que hoy podría haber cambios en la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca. El pasado 23 de febrero fue dado de baja el general Mario Ayón Rodríguez como titular del ramo, haciéndose cargo del despacho el teniente coronel Ramón López Urquijo. Sin embargo, ayer trascendió que Mauricio Vega Chavaje regresará hoy a la dependencia para ocupar de manera definitiva el hueco dejado por Ayón. Como ustedes recuerdan, Vega Chavaje fue removido el primero de julio del año pasado por el entonces alcalde Manuel Martínez Garrigós, quien confió sobremanera en el ex secretario de Seguridad Pública de Puebla (en el gobierno de Mario Marín), sin dar el ancho en la capital morelense, mientras Vega fungió como asesor del edil.
Tocante a quienes aspiran a la candidatura del PRI al cargo de presidente municipal de Cuernavaca, ayer se reunieron Otilio Rivera Navarro, Rafael Cepeda Aguilar, Jorge Arizmendi y Jorge Meade Ocaranza, sin convidar a nadie más, mucho menos a Jorge Morales Barud y Fernando Martínez Cué. Obviamente, la idea de ese cónclave fue proyectar “unidad” en torno a un proyecto específico que, desde mi particular óptica, es el de Meade Ocaranza. Hoy se difundirá una encuesta de la empresa morelense Consulting & Research, de Marcos Pineda Godoy, en la cual Jorge Morales Barud ocupa el primer lugar, seguido muy de cerca por Meade y Martínez Cué, ambos con un empate técnico. Sin lugar a dudas, Morales Barud y el saltimbanqui diputado local obtuvieron un magnífico posicionamiento tras años de estar picando piedra para tal o cual posición (en partidos opuestos al PRI), mientras Meade entró a la lucha política local apenas a mediados del año pasado (sin haber defraudado a ningún priísta). Además, hay que analizar las lealtades partidistas y los actos de simulación dentro de un instituto político. Martínez Cué no es el prototipo de las convicciones ideológicas. En breve se discurrirá el velo sobre el candidato definitivo, pero más allá de las encuestas los máximos jerarcas del Revolucionario deberían mandar una señal a la militancia sobre lo que es la lealtad y la convicción ideológica.
Ayer se expidieron las convocatorias para la elección de candidatos priístas a diputados locales en 16 de 18 distritos de Morelos (los otros dos serán para candidatos del Partido Nueva Alianza), y candidatos a presidentes municipales. A partir de hoy inicia el procedimiento en ambos casos: el 15 de marzo se hará el registro de contendientes; el 16 les entregarán la constancia de registro; el proselitismo tendrá lugar el 17 de marzo, y las convenciones de delegados serán el domingo 18 de marzo, las cuales no se realizarán en caso de que haya candidatos únicos. Respecto a las alcaldías, en Ayala, Tepoztlán y Tlaquiltenango los espacios se compartirán con el Panal, mientras en Temoac, Tetela del Volcán, Tlalnepantla, Tlayacapan, Totolapan y Zacualpan regirán los usos y costumbres. Los principales grupos priístas se reunieron ayer para “palomear” precandidatos, quienes serán sometidos a encuestas a lo largo y ancho de Morelos.
En torno a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), diré que el Consejo Universitario sesionó ayer para determinar si adelantaba o no la elección del nuevo rector, prevista para el viernes de la próxima semana. Con 75 votos a favor, dos abstenciones y dos votos en contra los consejeros optaron porque el proceso se lleve a cabo el lunes 12 de los corrientes, lo cual tiene una explicación: no hay ningún pretexto para seguir retrasando tan importante momento, pues todo mundo sabe que los integrantes del Consejo bailan al son que les toque el actual secretario general de la máxima casa de estudios, Alejandro Vera Jiménez, quien será el relevo definitivo de Fernando Bilbao. El contador público Roberto Coranguez Esquivel, miembro de la terna de candidatos, ha quedado en ridículo al impugnar la “falta de equidad” en la contienda (debido a que Vera es juez y parte), mientras Angélica Tornero Díaz, la otra aspirante al cargo de rector, no ha hecho alharaca, sabedora de que su conducta será recompensada con un cargo de mayor trascendencia en la nueva administración (actualmente es directora de la Facultad de Humanidades). A ver.