La efervescencia preelectoral, muchas veces, obnubila a sus participantes, pero no a determinados comunicadores sociales que estamos obligados a no perder la visión panorámica. Y en este sentido creo oportuno hacer las siguientes preguntas: ¿Cuál de los cuatro tendrá la capacidad y el valor para enfrentarse a esas estructuras delincuenciales? ¿Quién dispone de la suficiente pericia para atraer la atención del gobierno federal y sus instituciones encargadas de la seguridad pública hacia Morelos, a fin de devolvernos la paz y tranquilidad orgánica que presumimos durante muchas décadas?
He aquí la información de “La Jornada”: “El cártel de los hermanos Beltrán Leyva se ha reagrupado y ahora disputa territorios donde opera el cártel de Sinaloa, como los municipios de Guasave, Guamuchil y Choix, revelaron funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR). La información recabada refiere que el grupo que dirigen Joaquín Guzmán Loera (‘El Chapo’), Ismael Zambada (‘El Mayo’) y Juan José Esparragoza Moreno (‘El Azul’) ha disminuido su fuerza en la entidad sinaloense para enfrentar a ‘Los Zetas’ en Veracruz, Zacatecas, Jalisco y Guerrero, y desplazar a los Arellano Félix en Baja California. En tanto, el grupo de los hermanos Beltrán Leyva, dirigidos por Héctor Beltrán Leyva, se han asociado a grupos locales en Sinaloa, Sonora, Durango, Coahuila y con ‘Los Zetas’ para sostener sus operaciones desde el centro y norte del país”. Hasta aquí la nota del rotativo capitalino.
Ojo con la mención del centro del país como un sitio donde, quizás, se diseñan estrategias y promueven estructuras. Esto debería interesarnos sobremanera, ya que es ahí donde se localiza Morelos, territorio caracterizado en el “mercado nacional de las drogas y la violencia” por el frecuente resurgimiento de células delincuenciales. La nota de “La Jornada”, además, menciona a diversos grupos criminales que sirven con distintas denominaciones al cártel de Sinaloa encargándose de combatir a organizaciones rivales. Se trata, entre otras, de “Los Negros”, “La Nueva Generación” y “Jalisco Nueva Generación”, mismos que (con iguales o diferentes nombres) han hecho sentir su presencia en Morelos, aunque todavía no en la escala que los Beltrán Leyva consolidaron durante el trienio 2006-2009. En fin. Si los candidatos a la gubernatura están realmente interesados en servir a Morelos habrán de colocar a la cabeza de sus prioridades el tema de la seguridad pública. A ver.
Mientras tanto, Amado Orihuela Trejo se reunió ayer con ex futbolistas profesionales, promotores, directivos y líderes deportivos, ante quienes indicó que el deporte, además de generar atletas, debe servir para acrecentar valores y formar excelentes seres humanos. Asimismo, habló sobre la necesidad de reactivar los centros deportivos convertidos hoy en “elefantes blancos”. Con Orihuela Trejo, entre otras personalidades, estuvieron Juan Cristóbal Gándara, coordinador de Evaluación de Proyectos Especiales del Club universidad Nacional, y Gabriel Gómez, ex árbitro profesional de primera división. En el convivio se habló respecto a la posibilidad de arraigar en Morelos al Club Pumas de la UNAM. Posteriormente, el candidato se trasladó a la Plaza de Armas, de Cuernavaca, donde encendió el pebetero que marcó el inicio de los Juegos de la Esperanza, promovidos por el abanderado presidencial Enrique Peña Nieto.
En distinto escenario, Graco Ramírez Garrido recibió el apoyo de más de 100 trabajadores y sus líderes sindicales, así como el de los senadores perredistas Carlos Navarrete, Valentín Guzmán y Abel Espín, y el de Jesús Ortega, quien es el coordinador general de su campaña. Cabe subrayar que por la mañana el abanderado de la Coalición Nueva Visión por Morelos se reunió con 32 miembros del Consejo Coordinador Empresarial (CEE), a quienes garantizó que su prioridad será el combate a la delincuencia y terminar con la inseguridad.
A los empresarios presentes les agradó cuando se comprometió a erradicar la corrupción en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, amén de que promoverá una iniciativa para tipificar el delito de fraude como grave. Graco Ramírez estuvo acompañado en la mesa de honor, entre otras personalidades, por Francisco Javier Barbará, ex líder de la Canacintra-Morelos; Juan Carlos Salgado Ponce, actual presidente del CEE; Roberto Barrientos Venosa, ex dirigente del gremio y actual miembro de su Consejo Directivo, y Antonio Sánchez Purón, presidente de la Canaco-Cuernavaca. Durante su encuentro con líderes sindicales y trabajadores, el candidato de la izquierda morelense fue acompañado por José Antonio Rivera Cepeda, de los trabajadores postales; Ricardo Rojas, de los telefonistas; Jorge Parra, de bibliotecarios; Héctor Salazar, del Sindicato Mexicano de Electricistas; Pedro Zavaleta, de la Sección 72 de los azucareros; José Luis Langarica, del Tecnológico de Zacatepec; y Bulmaro Hernández, del Nuevo Grupo Sindical.
Finalmente me referiré a Adrián Rivera Pérez, quien, durante otro encuentro con miembros del Consejo Coordinador Empresarial y de la Coparmex-Morelos, propuso incrementar el salario mínimo mediante un gran acuerdo entre el gobierno estatal, los empresarios, sindicatos y trabajadores. El panista recordó la posición que tiene nuestra entidad en la Zona Geográfica C de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, a pesar de que los precios de muchos productos corresponden a la zona A, de vida cara. E indicó: “Si llegamos a buenos acuerdos, con el respaldo del gobierno estatal podremos fijar el salario mínimo de Morelos hasta en 70 pesos y así vamos a detonar de manera responsable la economía de toda la entidad”. Y subrayó que como gobernador reconocerá y respetará las conquistas laborales logradas por los trabajadores.