Pero a pesar de la recurrente problemática, la Policía Preventiva Estatal, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP)), este fin de semana actuó en apoyo a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) logrando el aseguramiento de cuatro personas y dos camionetas en las cuales transportaban 5.1 metros cúbicos de madera. Los hechos ocurrieron en el municipio de Tepoztlán. Asimismo, las autoridades detuvieron a otra persona y decomisaron un camión de volteo que llevaba cinco metros cúbicos de tierra de monte, lo cual ocurrió al norte de Cuernavaca.
Sin embargo, llama la atención que el operativo conjunto se haya efectuado de manera concreta en las inmediaciones de San Juan Tlacotenco (Tepoztlán), y no dentro de localidades de Huitzilac caracterizadas por el impresionante saqueo de tierra de monte y la tala clandestina, lo cual tiene una explicación. Respecto a la intercepción en Tepoztlán, el punto de revisión se encontraba instalado sobre el paraje conocido como “El Pedregal”. Los agentes federales y estatales le marcaron el paso a una camioneta Ford con placas del Estado de México, misma que transportaba 3.2 metros cúbicos de madera. E hicieron lo mismo con otro vehículo de la misma marca, placas de circulación MU-86603 (no tenemos el dato sobre la entidad de proveniencia), con 1.9 metros cúbicos de madera. En lo concerniente a la tierra de monte, las mismas autoridades interceptaron sobre la carretera federal Cuernavaca-Ciudad México (a la altura de Santa María Ahuacatitlán) un camión de volteo con placas de circulación de Guerrero, portando cinco metros cúbicos del recurso.
¿Cuál es el vínculo existente entre los ilícitos forestales mencionados y las personas aseguradas por los servidores públicos federales y estatales? Uno muy claro y que prevalece desde hace décadas en Huitzilac, Tepoztlán y otros puntos específicos de la zona norte, es decir sobre la Reserva Ecológica Ajusco-Chichinautzin: la reiterada comisión de actividades ilegales en la materia. ¿Cuáles son las más frecuentes, cometidas al amparo de policías federales, estatales y municipales corruptos? Las siguientes: cambio de uso del suelo, tala ilegal, incendios forestales, prácticas de extracción no controlada, aprovechamiento de productos forestales no maderables y falta de seguridad en la tenencia de la tierra, de la cual se desprende la venta fraudulenta de predios comunales. Nomás. Y entre los beneficiados tenemos a presidentes municipales, síndicos, regidores, representantes de Bienes Comunales, policías municipales, estatales y federales (sobre todo los pertenecientes a la Policía Federal Preventiva) y, desde luego, las bandas criminales donde subyace un común denominador: todos se conocen y tienen familiares en cargos de autoridad, lo cual explica la red de complicidades y falta de colaboración de los grupos sociales locales con las corporaciones policíacas y agentes ministeriales estatales.
El involucramiento de elementos de la Federal Preventiva también es explicable, a partir de la tipología de los ilícitos forestales que a continuación describiré, recurriendo a información de la Dirección General de Estadística e Información Ambiental de la Semarnat (2006). Podrán ustedes distinguir entre las actividades económicas de un simple individuo y la delincuencia organizada tocante a la tala clandestina.
La tala hormiga o el autoconsumo abarca de 1 a 3.5 metros cúbicos por semana, constituidos por ramillas, brazuelos, morillos, postes, corteza y leña, que se transportan a hombro y bestia, teniendo como uso o destino el combustible, herramientas, viviendas y cercas, y disponiéndose de hachas, machetes y sardinas. Hay otra actividad considerada dentro del autoconsumo o tala hormiga, aumentando los metros cúbicos de 3.6 a 6 por semana, abarcando brazuelo, morillos, rajas, vigas, postes, tablas y otros, a bordo de bestias y vehículo automotor, para venta, combustible, herramientas, viviendas y cercas, utilizándose como herramientas y equipo el hacha, el machete, la sardina y a veces motosierras.
Viene después la pequeña comercialización, con 6.1 a 10 metros cúbicos por semana, disponiéndose de madera en rollo con escuadría, leña y otros, a bordo de camionetas de 3.5 toneladas y camiones rabones, materia prima dirigida a la comercialización, siendo las motosierras, los ganchos y las poleas las herramientas y el equipo utilizado.
Surge entonces la alta comercialización, dentro de la delincuencia organizada, obteniéndose de 10.1 a 25 metros cúbicos por semana de madera en rollo y con escuadría, transportada en camiones rabones y torton para comercialización, destacando como herramientas y equipo las motosierras, el hacha, los ganchos y las poleas.
Y finalmente la industrialización y el almacenamiento, dentro de la delincuencia organizada, con más de 25 metros cúbicos a la semana de madera en rollo y con escuadría, disponiéndose desde camionetas pick up hasta tráileres enfocados a la comercialización y la transformación, utilizándose sierras de cinta, aserraderos y motosierras. ¿Creen ustedes que el paso de los camiones rabones, los torton y otros de grandes dimensiones pasan inadvertidos para los patrulleros de la Policía Federal Preventiva? Saquen ustedes sus propias conclusiones, pues las ganancias que provienen del saqueo de nuestros recursos naturales alcanzan varios cientos de miles de pesos cada semana. ¿Estarán enterados sobre esta problemática los ínclitos candidatos a la gubernatura?