A continuación transcribiré los nombres de hombres y mujeres que integrarán los grupos parlamentarios en el nuevo Congreso morelense a partir del 1 de septiembre venidero. El PRD, como tal, sin considerar su coalición con los partidos del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), tendrá 10 legisladores, a saber: Jordi Messeguer Gally (distrito I), María Teresa Domínguez Rivera (IV), David Martínez (VI), Arturo Flores Solorio (VII), Alfonso Miranda Gallegos (IX), Juan Angel Flores Bustamante (XII), Fernando Guadarrama (XIII), Raúl Tadeo Nava (XIV), Lucía Meza Guzmán (XV) y David Rosas Hernández (XVIII). Aunque es un hombre de izquierda, por el PT estará solo Héctor Salazar Porcayo (distrito III) sin disponer de recursos adicionales de la Cámara por no constituir ningún grupo parlamentario. Es previsible que una vez entronizado en su curul opte por formar parte de la bancada perredista. Carlos de la Rosa Segura (distrito II) y Joaquín Carpintero Salazar (X) serán grupo parlamentario por el Movimiento Ciudadano y tendrán, además de sus “dietas”, otras prerrogativas.
Hasta el momento de redactar la presente columna no habíamos establecido comunicación con Carlos de la Rosa Segura, ex presidente de la Barra de Abogados de Morelos, de quien se dice que no formará parte de ninguna bancada y se declarará diputado independiente lo cual, es importante subrayarlo, se inserta en el plano especulativo por no haber sido confirmado. Y tocante a Joaquín Carpintero Salazar, presidente municipal triunfador en Tlaltizapán para el trienio 2006-2009 impulsado por una alianza entre el PRD, el PT y el entonces Partido Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano), su corazón siempre ha estado al lado del instituto político presidido por Luis Alberto Machuca Nava. Entre los tres legisladores aludidos, me parece que Salazar Porcayo apoyará las definiciones políticas del grupo perredista, lo cual no ocurrirá con Carlos de la Rosa y Carpintero Salazar a menos que así lo crea conveniente y exija Machuca Nava. Podrían ser legisladores bisagra para abrir o cerrar la puerta ante una negociación. Para los partidos de izquierda representados en el Congreso no hubo asignaciones de representación proporcional o plurinominales.
En el lado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) el grupo parlamentario estará integrado por José Manuel Agüero Tovar (distrito VIII), Juan Carlos Rivera Hernández (IX) y Humberto Segura Guerrero (XII), como diputados de mayoría relativa. No incluyo aquí todavía a Isaac Pimentel Rivas porque su triunfo favoreció a la coalición entre el PRI y el Partido Nueva Alianza. Tendremos que esperar para ver en los próximos días hacia dónde se inclinará el ex alcalde de Ciudad Ayala, aunque cabe subrayar que Isaac ha sido priísta de hueso colorado. Los legisladores plurinominales del PRI serán Manuel Martínez Garrigós y Rosalina Mazari Espín. Tampoco sumo en los “pluris” del PRI a Erika Hernández Gordillo, nieta de Elba Esther Gordillo, sempiterna líder del SNTE, quien obtuvo su curul más bien por el PANAL y no por el PRI. En la misma circunstancia se ubica Matías Nazario Morales quien, a pesar de haber sido funcionario del CDE tricolor e impulsor de la carrera de Amado Orihuela Trejo (100 por ciento priísta) a la gubernatura (con resultados fallidos), estaría más bien inducido (voluntariamente o a fuerzas) a conformar junto con Hernández Gordillo un grupo parlamentario del PANAL a fin de conseguir prerrogativas adicionales. ¿Conseguirán sumar a Isaac Pimentel Rivas? Habrá que verlo.
Asimismo, es importante destacar que la suplente de Erika Hernández Gordillo es Kenia Lugo Delgado, ex diputada local por el Partido Convergencia quien, a mediados de 2006, siendo diputada local, renunció al partido naranja para engrosar el grupo parlamentario del PAN, en tanto el suplente de Nazario Morales es Moisés Armenta Vega, actual delegado especial del CEN del SNTE en nuestra entidad. Nazario y Armenta han sido colaboradores de la maestra Elba Esther Gordillo en nuestra entidad desde que empezó y concluyó el movimiento magisterial de 2008. Armenta, asimismo, fue artífice de la pacificación del magisterio morelense en torno a la Sección 19 del SNTE consiguiendo en tiempos recientes, además, la elección tersa de María Eugenia Ocampo Bedolla como secretaria general. Asimismo, pareciese que la clase política tricolor creyó que Amado Orihuela Trejo ganaría el 1 de julio y que Matías Nazario sería integrado al gabinete estatal siendo sustituido -en tiempo y forma allende el 1 de octubre- por Armenta Vega, lo cual finalmente no sucedió. La incógnita que aún prevalece en torno a Matías Nazario es si Elba Esther Gordillo lo sostiene como futuro diputado plurinominal propietario, o lo quita cediendo el espacio a uno de los delegados especiales del SNTE más eficaces a nivel nacional. Se desconoce aún el tipo de acuerdo que hubo entre la maestra, Nazario y Moisés Armenta. El PANAL, pues, tendría otra bancada bisagra, aunque con tintes priístas.
El Partido Acción Nacional (PAN) no ganó ninguna diputación de mayoría relativa, pero sí cuatro de representación proporcional a las cuales arribarán Mario Arturo Arizmendi Santaolaya, Erika Cortés Martínez, Javier Bolaños Aguilar y Amelia Marín Méndez. El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) tendrá un diputado de mayoría relativa, Angel García Yáñez (distrito XVII), y dos de representación proporcional, a saber: Blanca María González Ruiz y Roberto Fierro Vargas. Y finalmente tenemos al Partido Social Demócrata (PSD), mismo que obtuvo dos diputaciones de representación proporcional a favor de Eduardo Bordonave Zamora y Dulce María Sánchez Espinoza.
Los tres partidos (PAN, PVEM y PSD) tendrán grupos parlamentarios y prerrogativas adicionales a las “dietas” normales. Junto con seis legisladores priístas (ya dije que varios personajes que contendieron en coalición con el PANAL están en “veremos”) cualquiera de estas bancadas o todas se sumarán a la del Revolucionario Institucional. Y si Carlos de la Rosa, voluble como es, asume otra posición prefiriendo a cualquiera de los grupos ya aludidos, mas no al PRD, habrá en el Congreso local un fuerte contrapeso para Graco Ramírez Garrido Abreu, siempre y cuando éste pretenda impulsar ante ese cuerpo colegiado reformas sustanciales a la Constitución Política de Morelos y leyes secundarias importantes. Sin embargo, Graco podría optar por los siguientes escenarios: mantener una coexistencia pacífica con el Congreso, abrir o ceder espacios de negociación a ciertos diputados (sobre todo cuando surjan conflictos socio-políticos, las consabidas presiones y el análisis al presupuesto de egresos), otorgarles canonjías (por ejemplo con licitaciones a modo) dependiendo el peso específico de cada quien, o simplemente trabajar a favor de Morelos sin que esta Cámara de Diputados le resulte importante, a pesar de que durante décadas se le ha denominado “la caja de resonancia” de la política estatal. Es tal el descrédito del Congreso que su papel junto al nuevo gobierno podría ser más bien un lastre y no una fortaleza. ¿Con quién pactará, pues, Graco Ramírez? Mañana le seguimos.