Durante el primer encuentro de ambas comisiones, teniendo como escenario el Salón Bicentenario de Palacio de Gobierno, Oscar Sergio Hernández Benítez señaló que se trabajará a través de cuatro gabinetes temáticos: 1) Política, Seguridad y Justicia; 2) Desarrollo Humano y Social; 3) Desarrollo Económico Sustentable; y 4) Desarrollo y Modernización de la Administración. El funcionario detalló que a partir del 24 de julio, cada uno habrá de exponer a la Comisión de Enlace entrante, en un primer acercamiento, el estado que guarda la dependencia a cargo de cada secretario del despacho. Además se convinieron reuniones permanentes de las coordinaciones para facilitar y desahogar el proceso de transición, así como una junta periódica que se definirá en la mesa de trabajo de comisiones. Jorge Messeguer Guillén, por su parte, reconoció la voluntad política que el gobernador Marco Adame ha mostrado para arrancar el proceso que marca la Ley de Entrega Recepción de la Administración Pública garantizando a los morelenses una etapa transparente a favor del desarrollo de Morelos. Hasta aquí lo concerniente a la transmisión del Poder Ejecutivo de Morelos.

Pero no todo es miel sobre hojuelas para el mandatario electo Graco Ramírez Garrido Abreu, a quien le ha ido muy bien en su reciente cabildeo con funcionarios federales para consolidar varios programas a corto plazo (sobre todo uno relacionado con el complicado tema de la seguridad pública), pero no así ante sectores políticos nacionales y locales adscritos al Partido de la Revolución Democrática (PRD), el instituto político que durante más de dos décadas le ha dado cobijo. Desglosemos. En más de una ocasión, Graco Ramírez se ha manifestado contrario a la posición asumida por Andrés Manuel López Obrador tras las elecciones presidenciales del pasado 1 de julio. Para él, todo lo referente al escenario electoral es prueba superada. Así las cosas -y disponiendo de su constancia de mayoría que lo convirtió en gobernador electo- ha tenido acercamientos oficiales con el ya citado Marco Adame Castillo; ha charlado telefónicamente con el presidente Felipe Calderón Hinojosa (se tiene pactado un próximo encuentro entre ambos); ya se entrevistó con el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré Romero, e hizo lo propio con el de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna; y ha sentado las bases de un “corredor de seguridad pública” con autoridades de Guerrero y el futuro jefe de Gobierno del DF, Miguel Angel Mancera. Asimismo, a través de varias entrevistas con comunicadores nacionales, se deslindó de López Obrador aduciendo que su siguiente paso será la coordinación con el próximo presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos, Enrique Peña Nieto (no dudo que ya haya hablado con él), una vez resueltos por el TRIFE los recursos de impugnación de AMLO. Etcétera, etcétera.

Sin embargo, propios y extraños saben que, respecto al Caso Morelos, Andrés Manuel López Obrador arrolló a Peña Nieto generando, además, un impresionante voto en cascada que vapuleó a casi todos los candidatos del Partido Revolucionario Institucional a cualquier número de cargos de elección popular. Pero independientemente de que la ciudadanía morelense favoreció a AMLO, mediante su voto también rechazó la posibilidad de otorgarle al PRI una nueva oportunidad para regresar a la titularidad del Poder Ejecutivo local, y asimismo sacó al Partido Acción Nacional del gobierno morelense. La inercia amarilla, de alguna forma u otra, sirvió para que Graco Ramírez apuntalara su victoria el 1 de julio. Aun así y a voz en cuello el gobernador electo se ha deslindado del político tabasqueño, lo cual ya tuvo una respuesta. Y no es cualquier refutación.

Ayer circuló profusamente un comunicado de los “representantes populares electos y dirigentes afines al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)”, el mismo que apoyó la candidatura presidencial de López Obrador en nuestra entidad. El documento fue firmado, entre otros, por los siguientes personajes: Rabindranath Salazar Solorio, senador electo; Javier Orihuela García, Andrés Eloy Martínez Rojas, Víctor Raymundo Nájera Medina y Gisela Mota Ocampo, diputados federales electos; Raúl Tadeo Nava y Arturo Flores Solorio, diputados locales electos; Silvia Salazar Hernández, presidenta municipal electa de Jiutepec; Carlos Leana Neri, Redames Salazar Solorio, Edson Rabadán Castrejón, Juan Arellano Ramírez y Carlos Benítez Urióstegui, autoridades municipales; y Anastasio Solís Lezo, Alejandra Pani Barragán y Javier Centeno, secretarios del comité ejecutivo estatal del PRD. El texto es bastante rico, pero hoy retomaré sólo los siguientes conceptos, definitivamente contrarios a las recientes declaraciones de Graco Ramírez Garrido Abreu sobre AMLO: “Agradecemos sinceramente el voto de confianza que los ciudadanos morelenses han depositado en nosotros, el cual representa un gran compromiso y oportunidad para trabajar al servicio de políticas públicas de beneficio a los morelenses. Nuestro mayor reconocimiento es hacia los ciudadanos en general y en especial a los ciudadanos organizados, quienes hicieron posible el favorable resultado electoral en Morelos, sin dejar de reconocer el trabajo de los actores políticos en los distintos ámbitos de participación. Los aquí presentes hicimos nuestro propio esfuerzo para lograr los objetivos de forma austera y en trabajo colectivo; sin embargo, es necesario reconocer el mérito del compañero Andrés Manuel López Obrador por su importante influencia en los resultados electorales en Morelos”. Sopas. El resto del documento va por el mismo camino y remata con esta joya, que casi define lo que será la futura relación entre los personajes descritos y el gobierno estatal, allende el 1 de octubre próximo: “Oportunamente daremos a conocer el programa que consideramos debe ser guía de un buen gobierno progresista en Morelos”. Todo lo anterior, en idioma cristiano, significa que Graco Ramírez no se irá por la libre. A ver.