. En aquel tiempo se intensificó la especulación inmobiliaria por toda la ciudad, a partir del tráfico de influencias sobre los procedimientos teóricamente jurídicos vinculados al uso del suelo. Es decir: surgió la enorme red de complicidades, desde ámbitos municipales, para permitir las constantes violaciones a la carta urbana y a las mínimas normas de construcción y urbanización, gracias a lo cual se enriquecieron los presidentes municipales y demás servidores públicos locales en turno, e incluso algunos funcionarios de corte estatal. La expansión comercial siguió avanzando vertiginosamente por encima de los antiguos modelos de comercialización de productos. En tales condiciones desaparecieron miles de establecimientos del mercado tradicional.
2.- En este contexto debo referirme a lo declarado hace unos días por el presidente de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Conacca), Arturo Fernández Martínez, quien aseguró que 2013 fue “un año difícil” para el sector de abasto alimentario de México. Las ventas en las 64 centrales de abasto agrupadas del país cayeron entre 40 y 50 por ciento, debido especialmente a la instalación “indiscriminada” de formatos de comercio moderno. En la actualidad, señaló Fernández Martínez, solo el 24 por ciento lo concentra pequeñas tiendas y 15 por ciento los mercados públicos. Y año con año registran una contracción del seis por ciento anual, mientras los grandes centros comerciales se incrementan a tasas del 10 por ciento anual. Hasta aquí la referencia a una problemática que, definitivamente, sumió en la miseria a miles de familias. Así, quiero hacer el siguiente planteamiento considerando que todo tiene precedentes: ¿Es una de las causas por las cuales, durante varios lustros, fue incrementándose la inseguridad pública? Espero sus opiniones.
3.- Cambiando de tema me referiré a una sencilla matriz que se utiliza frecuentemente en el análisis político, la cual nos ayudará a comprender el actual conflicto enfrentado por el gobierno estatal con determinados sectores sociales y políticos, prevaleciendo en el fondo el recurrente tema de la seguridad pública. A estas alturas del conflicto, ni duda cabe: se le está generando daño estructural al actual régimen y una prematura crisis de legitimidad. La problemática interna de Morelos está saliendo de la esfera local para colocarse en la palestra nacional. Muchas cosas, pues, dependerán del éxito o fracaso de la marcha dizque ciudadana (ya están participando políticos de todos los colores y sabores, en su mayoría vinculados a la corrupción de siempre), prevista para el primero de abril. El régimen se ubica ya ante el riesgo de que se diluya cualquier esfuerzo desplegado contra el crimen organizado y la delincuencia común durante 2013 y lo que va de 2014. Las demandas que escuchamos ahora, por su origen y contenido, son reivindicatorias, contestatarias y estructurales. La temporalidad del conflicto, en consecuencia, será permanente, con formas de expresiones activas y pasivas, organización espontánea, independiente y afiliada; y un alcance local, regional y nacional. Un auténtico berenjenal. Por ahora sería un error táctico cambiar funcionarios (sobre todo entre los operadores políticos), pero después de la marcha y luego de que el gobierno federal envíe señales al respecto, tal posibilidad debe ser explorada como un recurso de sobrevivencia. Urge un viraje para tender vasos comunicantes con todos los grupos políticos, pues unen más los odios que las pasiones.
4.- En el pasillo principal del Congreso local y fechada en julio de 2012 se encuentra una placa de la Federación de Periodistas y Comunicadores en la que se hace reconocimiento a los diputados integrantes de la 51 legislatura. La motivó en ese entonces el que aprobaran la Ley de Desarrollo y Protección Social de los Periodistas de Morelos, la cual fue impulsada por el diputado Omar Guerra Melgar, ex conductor de noticieros y hoy flamante funcionario federal -siendo aprobada por unanimidad-, aunque sirvió para dos cosas porque hasta la fecha es letra muerta. Pero el gobernador Graco Ramírez se refirió ayer al tema y asumió el compromiso de impulsar la protección social para los periodistas y comunicadores, en palabras que, según entiendo, son avaladas por el presidente del Congreso, Juan Ángel Flores, quien estuvo presente durante el evento, es decir la puesta en marcha de la Delegación Morelos de la Asociación Nacional de Locutores, presidida por Carlos Félix Gaxiola. Además, el mandatario dio su respaldo a los periodistas por las agresiones que sufrieron el jueves en el congreso.
5.- Resulta que cuando a las afueras del Congreso coincidieron grupos de simpatizantes del edil amacuzteco Noé Reynoso Nava y el diputado Alfonso Miranda Gallegos, ambos bandos se encontraban ahí porque asistirían a una reunión convocada por la Comisión especial de seguimiento al caso Amacuzac, que lidera el priísta Isaac Pimentel Rivas en su calidad de presidente de la Junta Política y de Gobierno. No hubo, pues, la intención de provocar un enfrentamiento; se pensaba que como resultado de esa reunión se distendería el conflicto que vive el municipio sureño desde hace semanas, pero las cosas se salieron de control y hoy la situación parece haber empeorado. Y mientras que la agresión a periodistas es atendida por el Ministerio Público, el asunto de Amacuzac pasará por evaluaciones financieras de la Auditoría Superior de Fiscalización.
6.- Con la ausencia de lluvias los incendios forestales prenden y se extienden con facilidad, al menos atemorizando a la población y a veces causando daños que pueden llegar a saldos funestos, como la reciente pérdida de dos vidas humanas en Tepoztlán. Es por ello que muchas autoridades no quitan el dedo del renglón en estos tiempos, para promover medidas que eviten los siniestros, pero también que se dote de las herramientas necesarias a quienes tienen la tarea de combatir los incendios en caso dado, que no solo son los bomberos, sino decenas de cuadrillas de voluntarios organizados en las diversas comunidades boscosas. Con frecuencia un incendio forestal no arrasa más que pastizales y su saldo al final se convierte en favorable al propiciar la salida del renuevo, como se llama a los nuevos pastos; pero estando en riesgo la seguridad de la población son válidos y aceptables llamados como ESTE.