Al primero lo hemos visto en el trasero de la unidad con placas 161344 de la ruta 13, y al segundo en los vehículos con placas 161922, 161526 y 160725, respectivamente de las rutas 19, 15 y 7. Si se trata de un mero descuido de los ruteros que no han retirado tales anuncios aunque hace meses tenían que hacerlo, debemos afirmar que son unos tontos, pues al menos a razón de dos mil 500 pesos mensuales por ruta ya han perdido 40 mil. Pero quizás los tontos seríamos nosotros al no pensar que los señores diputados, ladinos, están pagando para que se mantenga su imagen en esas rutas y cometer así actos anticipados de campaña. ¡Cómo creen! Ni que los dos tuvieran la evidente ambición de ser candidatos en 2015.
2.- A propósito de intereses políticos y actos anticipados de campaña, habría que decir que no hay nadie libre de pecado entre los políticos morelenses. En el caso del Congreso, es difícil encontrar alguno de los miembros de la 52 legislatura y de todos los partidos políticos, que no esté trabajando con miras a los comicios locales y federales que viviremos el año próximo (el 7 de junio). Existen entre los diputados quienes tienen como proyecto convertirse en candidatos para una diputación federal, local o presidencia municipal, o al menos están trabajando para favorecer a alguien más con ese propósito. Lo cuestionable es que se estén usando recursos públicos, económicos, humanos y/o materiales, para ese propósito. Y todos lo hacen, pero no son tontos como para que se les pueda comprobar. O al menos no todos.
3.- El año pasado el Congreso hizo un exhorto al gobierno estatal para dar un apoyo efectivo a las comunidades indígenas que tienen en desarrollo proyectos ecoturísticos, pero el llamado no fue tan efectivo como se esperaba. Fue hasta diciembre del año anterior cuando, en el jaloneo del presupuesto 2014, la Comisión de Turismo del Congreso reorientó apenas cuatro millones de pesos para respaldar a una docena de esas empresas comunales que fomentan actividades como observación del ecosistema, senderismo, camping, tirolesas, talleres de educación ambiental y otras, y que en estos días deberían estar recibiendo las ventajas de la afluencia turística a la entidad, pero también, al menos en las temporadas turísticamente bajas, ser una opción para los propios morelenses en materia de recreación. La realidad, sin embargo, es que muchos de estos proyectos son desconocidos no sólo para el turismo que viene de otras entidades del país o de otras naciones, sino para los habitantes de esta entidad. En fin.
4.- El servicio de taxi opera en una anarquía plena que lo exhibe como uno de los más sonados fracasos de la autoridad estatal, para perjuicio de propios y extraños que de manera cotidiana sufren las consecuencias del desorden tarifario, las unidades en malas condiciones, el pirataje y la desatenciones –muchas veces convertidas en agresiones- de choferes sin educación ni capacitación que circulan a velocidades inmoderadas y con escasa precaución. El tema se vuelve de cuando en cuando en parte de la agenda estatal y tanto las autoridades como los permisionarios manifiestan lo que a su derecho conviene, pero siempre está ausente la voz de los usuarios, los ciudadanos de a pie, quienes sufren en carne propia las deficiencias del servicio y son los “sin voz” debido a la apatía de quienes deberían representarlos, los diputados, que están perdidos en el mar de componendas políticas y amordazados por ello para decir las verdades de la mala actuación gubernamental, que por negligencia o por corrupción no puede meter al orden a los taxistas.
5.- Me queda claro que los diputados no usan el servicio de taxi. Tienen a su disposición vehículos pagados con el dinero del pueblo y a choferes, también pagados con el dinero del pueblo, que los llevan y los traen, lo que permite asegurar que son ajenos a la realidad del grueso de la población, al menos en lo que hace a los diputados de Cuernavaca y su zona conurbada. ¿O ha visto usted a bordo de un taxi, o esperando uno, a Jordi Messeguer, Carlos de la Rosa, Héctor Salazar Porcayo, Teresa Domínguez, David Martínez, Arturo Flores, José Manuel Agüero o Antonio Rodríguez? Yo creo que no, por lo menos en los últimos 18 meses. Por eso no saben que la sociedad a la que dicen representar –sin hacerlo- y por la que cobran –eso sí lo hacen-, padece una crisis de seguridad a la que contribuye el desorden en que se encuentran los miles de taxis de la capital, porque pasajeros han sido asaltados por los taxistas, porque se usan taxis para escapar de robos, asaltos y otros crímenes, porque el narcomenudeo y el halconeo se llega a realizar usando estas unidades.
6.- Los taxistas han sido sometidos a “capacitaciones” que han resultado en buen negocio para la Canacintra, pero no se ve que hayan cambiado positivamente su forma de ser. En las calles continúan siendo el terror de automovilistas y peatones, se les sigue viendo desaliñados y circulando a alta velocidad con el estéreo a todo volumen. Las tarifas simplemente no existen, es este un terreno donde impera la ley de la selva porque la autoridad está ausente. Si se le dedica tiempo se puede encontrar que la última tarifa autorizada para el taxi en Cuernavaca es de una mínima de 18 pesos, que a todas luces se encuentra rebasada. Hoy el taxi se paga con una mínima de 30 a 35 pesos y no hay límite para los abusos, sobre todo en horarios nocturnos o cuando el taxista se da cuenta de que la víctima es fuereña. Los turistas están plenamente a merced de la voracidad de los conductores de taxi en las terminales de autobuses de los Pullman, las estrellas Roja, Blanca o de Oro, lo mismo que en los centros turísticos o en los antros. Debe decirse que también se llegan a encontrar unidades en buen estado y taxistas limpios, decentes y justos, pero son los menos.
7.- Los legisladores pretenden una semana más de vacaciones. Y presionan a la Mesa Directiva para evitar que convoque a la sesión de la presente semana. Así trascendió luego de la sesión solemne en que se conmemoró, el pasado 17 de abril, el 145 de la creación del Estado de Morelos. Hubo un cónclave de diputados alborotadores y coordinadores de grupos parlamentarios quejándose porque rompieron su periodo de asueto para asistir a dicha sesión solemne. La semana de “hueva” sería entre el 20 y el 26 de abril. Este lunes deben reunirse la Junta Política y de Gobierno y la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos. Ahí se despejará la incógnita: más pereza o trabajo.
Punto y Aparte
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Las campañas anticipadas
¿Los diputados usan taxis?
1.- Por lo menos cuatro meses han transcurrido desde que los diputados de Morelos concluyeron la presentación de sus correspondientes informes anuales de actividades y todavía se pueden ver circulando por Cuernavaca y la zona conurbada a unidades del transporte colectivo que les hacen publicidad con grandes anuncios en su parte trasera. Al menos ese es el caso de los diputados Matías Nazario Morales, priísta, y Javier Bolaños Aguilar, panista.
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