Sin regulación y sin consecuencias prácticas ni legales, las comparecencias de funcionarios ante el Congreso local están consideradas como inútiles, anacrónicas y montadas para un show político más que para conseguir resultados concretos. Así lo he referido muchas veces, por ejemplo el 29 de abril de 2013 cuando Alicia Vázquez Luna, entonces secretaria de Seguridad Pública, compareció ante un grupo de diputados belicosos, dizque agraviados porque dicha funcionaria había asegurado públicamente –el 21 de abril del mismo año- que ciertos integrantes de la 52 la habían presionado para conseguir favores. Oportunamente advertí que la presencia de la controversial funcionaria en el Congreso le haría “lo que el viento a Juárez”, tanto a ella como al gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, pues las comparecencias no tienen carácter vinculatorio.
2.- En nuestro país el artículo 93 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos obliga a los secretarios del Despacho, una vez abierto el periodo de sesiones ordinarias del Congreso, a dar cuenta del estado que guarden sus respectivos ramos. Pueden ser citados esos funcionarios, el procurador general de la República, los directores y administradores de las entidades paraestatales, así como los titulares de órganos autónomos, para que informen (bajo protesta de decir verdad) cuando se discuta una ley o se estudie un negocio concerniente a sus respectivos ramos o actividades para que respondan a interpelaciones o preguntas. Durante la legislatura anterior se presentaron algunas iniciativas tendientes a lograr que las comparecencias tuviesen un carácter más vinculatorio. Son muchos los textos que duermen el sueño de los justos ante la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, pero la mayoría coincide en la necesidad de que los funcionarios sean sometidos a las interpelaciones y preguntas formuladas por los legisladores de ambas Cámaras (de senadores y diputados), y además ser objeto de mociones de censura. En caso de asumirse esta medida, si hubiere lugar para ella, el servidor público quedaría separado de su cargo e inhabilitado para desempeñar empleos, cargos o comisiones en el sector público hasta por diez años. Etcétera. Así valdrían la pena las comparecencias.
3.- En Morelos tales ejercicios están previstas por los artículos 33 y 77 de la Constitución Política del Estado. En el primer precepto la presencia de funcionarios estatales debe cumplirse dentro de la glosa del informe anual del gobernador, siempre bajo protesta de decir verdad. Y en el segundo se faculta al Congreso para solicitar la comparecencia de los secretarios de Despacho cuando se les pegue la gana. Sin embargo, como lo indiqué en el primer numeral de hoy, este mecanismo de retroalimentación entre el Poder Ejecutivo y Legislativo ha sido cuestionado y señalado por lo menos de ineficaz. No resiste el mínimo análisis objetivo. Conclusión: está visto que hace falta una reforma para que las comparecencias cumplan con la función de fiscalización y de corresponsabilidad entre los dos poderes, abandonando el montaje escénico donde los diputados hacen como que cuestionan y los funcionarios estatales “demuestran” que saben más. Tocante a la eventual comparecencia del comisionado Jesús Alberto Capella Ibarra todavía no hay nada, pues el grupo gobernante y los legisladores de las denominadas izquierdas no están dispuestos a exponerlo a la lapidación anhelada por determinados diputados priistas. Quieren hacerle lo que el 29 de abril de 2013 no consiguieron con Alicia Vázquez Luna: lincharla. A ver.
4.- Por si algún ingrediente faltara para ponerle sabor a los cuestionamientos sobre la eficacia de los funcionarios del gabinete de seguridad, la diputada Erika Cortés propuso que los diputados sean facultados para remover al titular de la Fiscalía General del Estado, así como tienen la facultad para nombrarlo. No se trata de una disputa personal que la panista tenga con el fiscal Rodrigo Dorantes, ni en la iniciativa que subió al pleno legislativo el miércoles anterior alude específicamente a temas que han puesto en la picota a ese funcionario en los últimos días, pero por la manera como se ha puesto en duda el trabajo gubernamental en materia de persecución del delito es difícil pensar que no tiene jiribilla la propuesta de modificar el artículo 40 de la Constitución morelense. Sin embargo, ante la retoma posibilidad de que la iniciativa fuese aprobada, el escenario para cualquier titular de la Fiscalía General sería catastrófico, pues tendría 30 jefazos dispuestos a removerlo simplemente por “quítame estas pajas”. En fin.
5.- El diputado priísta Matías Nazario inaugurará hoy el ciclo de informes anuales de los miembros de la legislatura 52. Su informe lo presentará en la Plaza de Armas de Cuernavaca que por sus dimensiones es un espacio difícil ya que se requiere mucha gente para mostrar músculo político, si es que acaso ese fuera uno de los propósitos. Luego del informe que rinda hoy Matías Nazario, ocurrirán los de otros legisladores interesados en dar a conocer qué han hecho, incluso aquellos que en los dos primeros años hicieron mutis y se dedicaron a nadar de a muertito en la jugosa nómina del Congreso. Desde luego, los mentados informes estarán vinculados a los intereses electorales de cada legislador. Faltaba más.
6.- Del 22 al 24 de octubre se llevará a cabo la V Asamblea Plenaria de la Conferencia Permanente de Congresos Locales (COPECOL) y la anfitrionía correrá a cargo esta vez de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. El evento es atractivo para los legisladores morelenses por la oportunidad de contactarse con políticos de otras entidades y, sobre todo, de alcance nacional, lo que no siempre tienen si están enclaustrados en su terruño, y en otras ocasiones también porque lo usan para turistear, lo que poco se les dará ahora que la sede será la ciudad de México. Las anteriores Plenarias de la COPECOL –una de ellas celebrada en el Centro de Convenciones de Xochitepec- ningún beneficio tangible le han dejado a los morelenses, y con seguridad esta no será la excepción. Pero para los diputados sí resultará el pretexto ideal para ausentarse y acaso suspender, otra vez, su sesión de la próxima semana. A ver.
Punto y Aparte
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Comparecencias y reflectores
Los diputados: sus facultades
1.- Aunque en el ámbito parlamentario las comparecencias son teóricamente instrumentos de consulta a los cuales están sujetos por mandato constitucional los secretarios de despacho, también es cierto que el escenario respectivo sirve para el ensalzamiento mediático de determinados diputados; para burlarse de los funcionarios citados; para exponerlos al ridículo y el desprestigio; para proyectarlos como ignorantes; y para agredir al gobernante en turno.
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