Tal como lo declaró el funcionario federal, habrá que esperar nuevos peritajes forenses elaborados en Austria para saber si los restos humanos encontrados en distintos sitios cercanos al municipio de Cocula pertenecen a alguno o varios estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Mientras los análisis genéticos no confirmen lo anterior, la comunidad internacional seguirá varada ante un lamentable hecho de desaparición forzada. Entre las muchas cosas mencionadas por Murillo Karam durante la conferencia de prensa destacó que José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala, se ha negado a declarar ante el Ministerio Público de la Federación a pesar de que la PGR ya le fincó responsabilidades por un homicidio anterior y delincuencia organizada con el grupo criminal denominado Guerreros Unidos. Y la esposa del ex edil, María de los Ángeles Pineda Villa, continúa arraigada y sujeta a investigación.
2.- Pero en el berenjenal falta una pieza fundamental. Aunque el titular de la PGR reveló que existen testimonios sobre la forma en que Abarca, con su clave radial identificada por la policía municipal de Iguala, dio la orden de detener, trasladar y quizás asesinar a los 43 normalistas, hasta ahora no se conoce ningún señalamiento directo hacia su persona. Es en este contexto donde hace falta una pieza fundamental en las complicadas indagatorias: ¿Dónde está Felipe Flores, ex director de Seguridad Pública de Iguala? Hasta hoy permanece prófugo y ya existen especulaciones en el sentido de que fue asesinado. Dicho sujeto es primo de José Luis Abarca, y la ciudad estaba bajo su control. Nadie más que él estaba encargado de la fuerza policiaca municipal la noche de la agresión a los estudiantes. Según difundió este fin de semana el diario “El Universal”, Flores era un hombre que andaba sin escolta y viajaba en transporte público. Cada domingo se le veía de compras en el mercado, de acuerdo a la información del rotativo. Quienes tuvieron contacto con él dicen que era una persona de trato abierto. En público no se mostraba como jefe autoritario, pero “decían que era un cabrón”.
3.- Tras escuchar al procurador Murillo Karam puedo inferir que la captura de la ex pareja imperial de Iguala ha sido insuficiente para localizar a los 43 normalistas, lo cual sigue indignando a la sociedad mexicana y a infinidad de sectores de la comunidad internacional. Conforme han transcurrido las semanas desde aquel funesto 26 de septiembre nos hemos enterado que la organización criminal Guerreros Unidos fue un brazo del cártel Beltrán Leyva, que operó en Guerrero, Morelos y otras entidades federativas. Tocante a la región de Iguala, existía una red de complicidad entre ese grupo y las autoridades locales. Guerreros Unidos entregaba de manera semanal o mensual alrededor de dos y tres millones de pesos a las autoridades de Iguala y Cocula, y con esos recursos se pagaba la nómina de los policías. Esto era conocido por propios y extraños. De esto se desprende la importancia de localizar vivo a Felipe Flores, quien podría hacer el señalamiento directo al ex alcalde Abarca, quien solo está acusado por la PGR por el asesinato del dirigente social Arturo Hernández Cardona. Aunque la PGR se está aproximando al esclarecimiento sobre el posible destino fatal de los 43 normalistas, no observo todavía en este berenjenal ninguna acusación sólida contra José Luis Abarca respecto a esa evidente desaparición forzada. A ver.
4.- Cambiemos de frecuencia. El comisionado estatal de Seguridad Pública, Alberto Capella Ibarra, les espetó cara a cara a los diputados locales: “El Congreso al que ustedes representan aprobó las reglas mediante las cuales opera el Mando Único en Morelos”. Así, de manera lacónica, el abogado tijuanense respondió a quienes lo cuestionaron sobre la presunta ilegalidad de esa estrategia de seguridad, bastante presumida a nivel nacional por el gobernador Graco Ramírez. Tocante a este asunto, muy oportunamente dimos a conocer -en enero de 2013- que la Ley de Asunción del Mando Único tenía deficiencias, así como los convenios signados entre el gobierno estatal y los ayuntamientos que aceptaron sumarse al proyecto. A pesar de lo anterior, 27 municipios están sumados hoy al Mando Único, con todo y sus bemoles, de los cuales recientemente comentó el diputado priista José Manuel Agüero Tovar, quien ha sido uno de los pocos legisladores que ha analizado objetivamente el tema.
5.- Agüero Tovar detalla lo siguiente, reconocido por el ya citado Capella Ibarra: “El problema del Mando Único es que nació con deficiencias; primero, la actual ley que hay en el estado es obsoleta y violatoria de la Constitución, actualmente el artículo 115 (de la Constitución local) establece que la obligación de la seguridad pública es totalmente del municipio. El comisionado estatal de Seguridad Pública dejó muy en claro que toda la operación, es decir el manejo del personal, el armamento, la estrategia de seguridad, corren a cargo del comisionado; pero todo lo referente a la parte administrativa corre aún a cargo de los municipios, porque por ley no se lo pueden quitar, de tal manera que los ayuntamientos están encargados del funcionamiento y mantenimiento de las patrullas y vehículos, de que tengan gasolina y llantas, de que los policías cuenten con uniformes, coman y gocen de seguridad social (…) Los policías obedecen al comisionado y el ayuntamiento es quien les paga, así que el policía está sirviendo al mismo tiempo a dos amos, uno que es el que paga y otro es el que ordena. Esto ha originado un divorcio entre los ayuntamientos y el gobierno del estado, porque les han quitado el poder de la seguridad y están en desacuerdo con el Mando Único. Por otro lado, los esfuerzos del comisionado para establecer una estrategia no funcionan”.
6.- El diputado jiutepequense puso como ejemplo que en un operativo realizado en Cuautla fue herido un policía de Jiutepec. “Entonces el Mando Único no asume la responsabilidad médica y tuvieron que esperar a que llegara un responsable del ayuntamiento de Jiutepec para encargarse de los gastos médicos; más aún en el pasado desfile del 30 de septiembre de Cuautla, resulta que los policías municipales de esa localidad no tenían uniformes de la policía municipal, porque no podían desfilar como elementos del Mando Único. Si no hay esa coordinación, resulta complicado trabajar, por ahí se ha dado un divorcio y por esa razón no ha funcionado plenamente el Mando Único, que está endeble y tiene fracturas”. Hay que añadir lo siguiente: El cien por ciento de los elementos del Mando Único ya acreditaron los exámenes de control y confianza (que exige el Sistema Nacional de Seguridad), pero hay otros datos interesantes, más menos el 95 por ciento de los policías no saben manejar una patrulla; el 55 por ciento de los policías no ha cursado el bachillerato; el 75 por ciento ingresa a la policía por recomendación o no aplicaron el examen básico para ingresar. “Así que tenemos policías evaluados, pero no tenemos policías capacitados”, concluye Agüero Tovar. Luego seguimos con este tema.