Comenté lo siguiente: “MMG tiene en el PRI a su peor adversario. Mientras toda la clase política panista intensifica el ataque sistemático en su contra, el edil enfrenta el fuego amigo que involucra a varios politiquillos y politicones priístas ansiosos por sustituirlo en 2012 y otros dedicados a consolidarse electoralmente rumbo a las elecciones gubernamentales del mismo año. Desde luego, esos ‘personajes’ perdieron el piso a destiempo, pues ya se sienten entronizados de nuevo en Los Pinos, el Palacio de Gobierno y el Ayuntamiento de nuestra capital. Carecen de sano juicio y objetividad, mientras sus detractores emiten desternillantes carcajadas sabedores que nadie puede autoproclamarse triunfador a tantos meses de distancia”.
2.- Efectivamente. Los grupos de presión e interés ajenos al PRI aprovecharon cualquier coyuntura para agredir a Martínez Garrigós. Y de manera infructuosa pretendieron (entre otras maniobras) bloquear la construcción del paso a desnivel Buena Vista, obra demandada por la sociedad local desde hacía muchas décadas. Uno de los funcionarios blanquiazules que más cuestionaron dicho proyecto fue Fidel Giménez-Valdez Román, a la sazón director general del Centro SCT-Morelos. Al respecto añadí lo siguiente: “A estas alturas de un movimiento político artificial, similar al que debe enfrentar solo el presidente municipal de Cuernavaca, los panistas ya se habrían cohesionado y reagrupado para responderle a cualquier enemigo. Cuando se trata de proteger a uno de sus más importantes líderes o prospectos a un cargo superior de elección popular, lo llevan a cabo con puntual eficacia y hasta llegan a declararse en asambleas permanentes. A los políticos del PRI no se les da la solidaridad, pero sí las traiciones y afanes personalistas”.
3.- Agregué: “Quienes más se benefician (y carcajean) con los ataques dirigidos a Martínez Garrigós son los aspirantes del PAN a la alcaldía, porque ansían recuperar el control municipal en 2012. Entre ellos se encuentra Luis Miguel Ramírez Romero, coordinador del GPPAN y presidente de la Junta Política y de Gobierno del Congreso local, cuya oficina de comunicación social recientemente estuvo reenviando a centenares de contactos vía correo electrónico un artículo publicado por ‘La Crónica’ hace varios días redactado para tergiversar el informe rendido por Manuel el 5 de noviembre, tomando como base un engendro escrito por alguien que fue rechazado al comienzo de la actual administración como proveedor del Ayuntamiento”.
4.- El 25 de febrero de 2011, durante un movimiento de presión cetemista para lograr la reanudación de las obras en la avenida Morelos Sur, proyecto impulsado por MMG que pretendían sabotear dos sedicentes líderes transporteriles azuzados por políticos panistas (Dagoberto Rivera y Aurelio Carmona), una vez más salió a la palestra pública Luis Manuel Ramírez Romero, considerando que “con el bloqueo la CTM atenta contra la estabilidad de Cuernavaca en forma injustificada y solo por razones políticas”. Y ayer apareció Luis Miguel, virtual candidato del PAN a la presidencia municipal de Cuernavaca, junto con Raúl Iragorri Montoya, casi seguro abanderado de Morena al mismo cargo; Rafael Cepeda Aguilar, precandidato a diputado local por el PRI; y Gerardo Becerra Chávez, líder de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos, para clausurar de manera “simbólica” los trabajos de reconstrucción de la calle Guerrero en el Centro Histórico de nuestra capital.
5.- Este fin de semana alguien escribió lo siguiente en redes sociales: “Carrillo Olea, Estrada Cajigal y Adame jamás utilizaron gas lacrimógeno”. Pudiera ser así, a reserva de corroborarlo, pero a continuación transcribiré lo que indican las hemerotecas sobre la forma en que los tres mandatarios, cuando así lo creyeron conveniente y a su manera, reprimieron manifestaciones sociales. Recordemos el 10 de abril de 1997: en el Paraje San Rafael Tlaltizapán, la Policía Preventiva Estatal, por órdenes de Carrillo Olea, tendieron una emboscada a la caravana que pretendía hablar con el presidente Ernesto Zedillo, de gira en la entidad, resultando muerto un integrante del Comité de la Unidad Tepozteca. Ojo: este es solo un botón de muestra de lo que ocurrió en materia de quebranto de garantías, que le generaron al defenestrado mandatario alrededor de 80 recomendaciones de las comisiones Nacional y Estatal de Derechos Humanos. Vayamos ahora al 26 de febrero de 2001: Sergio Estrada ordena el desalojo violento de un bloqueo orquestado afuera del Congreso local por una centena de viejitos ex trabajadores del Ingenio de Zacatepec, encarcelando a sus líderes.
6.- Remontémonos al 5 de abril de 2001: Estrada Cajigal ordena el desalojo del Paseo Cuauhnáhuac que se encontraba bloqueado por ex trabajadoras de Confitalia. Con la participación de aproximadamente 400 policías estatales abundaron los macanazos y una veintena de las manifestantes resultaron heridas. Y favor de no olvidar el desalojo de un bloqueo de taxistas en el centro citadino, con grúas, policías y golpeadores al servicio de ruteros, ocurrido en octubre de 2000. Trasladémonos así al 9 de octubre de 2008: Marco Adame Castillo solicita la intervención del Ejército y la Policía Federal Preventiva para desalojar violentamente a padres de familia de Xoxocotla, que 11 días antes tomaron la carretera federal Cuernavaca-Jojutla, con un saldo de 18 heridos, 16 detenidos, y automóviles y mototaxis destrozados. Desde un helicóptero de la Policía Federal se arrojó gas lacrimógeno.
7.- Y concluimos (por ahora) el 20 de febrero de 2011: derivado de la transportación colectiva irregular a bordo de motocicletas adaptadas como “taxis” (parecido al servicio que por igual se proporciona irregularmente en Xoxocotla), ese día hubo secuelas fatales, como fue la muerte de un jovencito presuntamente a manos de “policías municipales” que acudieron a Santa Rosa 30 para apoyar un operativo de la Dirección General de Transportes, aún dirigida por Francisco Alva Meraz, a fin de “poner orden en el sector”, frente a la amenaza de permisionarios de rutas (Dagoberto Rivera Jaimes) de generar un enfrentamiento violento. Etcétera, etcétera. Conclusión: me parece que hay quienes padecen hoy una grave amnesia en aras de cristalizar lo que indiqué al comienzo de esta columna: estamos en “Norelos”, donde los politiqueros siempre dicen NO a todo. Pésele a quien le pese diré que lo sucedido este sábado en el centro citadino no tiene analogía (gracias a Dios) con lo que hoy he abordado. A las pruebas me remito. Y ayer hubo acuerdo entre líderes de ruteros y gobierno estatal para continuar la reconstrucción del Puente Porfirio Díaz… Entre los grillos que aparecieron ayer en el sitio de las obras hay personajes que causan lástima. Talento desperdiciado.