Así debe interpretarse el mensaje transmitido ayer por el Consejo de Premiación del reconocimiento estatal “Antonio Díaz Soto y Gama”, cuyo presidente es el profesor Moisés Armenta Vega, dirigido a galardonar a los más distinguidos juristas morelenses. Durante la última y desaseada sesión del Congreso del Estado se entregó dicho premio a Juan Salazar Núñez, consejero jurídico del Poder Ejecutivo, y a Nadia Luz Lara Chávez, magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, pero no encontró en el Poder Legislativo a ningún abogado que mereciera el mismo reconocimiento. Incluso en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), enemiga declarada de los diputados en los últimos días, el Congreso encontró que el director de la Facultad de Derecho, Raúl Vergara Mireles, merecía ser premiado. Lo malo sería que en la declaración tácita de que en el Congreso no hay abogados distinguidos, al consejo de premiación no le corresponda la culpa, sino solamente la razón. Desde luego, en ese ámbito hay quienes presumen de ser doctos en la materia, lo cual dista mucho de la realidad frente a los frecuentes dislates cometidos por el multicitado órgano colegiado a lo largo de la casi extinta legislatura 52.
2.- Cambiando de frecuencia, pero no de escenario, comentaré que en el último día del periodo ordinario se les complicaron las cosas a los diputados y la falta de consensos los obligó a iniciar con gran retraso la continuación de su sesión iniciada el martes, de tal manera que al cierre de esta columna no habían avanzado siquiera en la mitad de los temas a desahogar. El polémico asunto de la cooperativa Cruz Azul fue enlistado en el orden del día y al filo de las cinco de la tarde ya había acuerdos para sacarlo adelante, lo mismo que la nueva Ley de la Beca Salario de la cual dimos cuenta en la entrega de ayer. Durante la sesión hubo varias designaciones, entre ellas la ya esperada de Abraham Romo como nuevo representante del Poder Legislativo ante el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial, en sustitución de Julio Ernesto Pérez Soria. Además, los ínclitos legisladores nombraron al reconocido abogado Guillermo Cruz Arroyo como magistrado del Tribunal de lo Contencioso Administrativo y por un nuevo periodo al magistrado Norberto Calderón Ocampo, en oposición a la corriente que buscaba desaparecer la Sala Auxiliar. Mientras tanto, nombraron a Eduardo Martínez López, quien se desempeñaba como síndico municipal, como nuevo alcalde de Tetela del Volcán.
3.- Por otro lado, en el Congreso morelense trascendió que un factor más de polarización entre los grupos parlamentarios y los más altos jefes de la legislatura 52 fue una presunta reforma a la Ley Orgánica del Poder Legislativo a fin de disminuir (desde luego para la legislatura 53) el protagonismo de los partidos “morralla” y de quienes estarán solos dizque con la calidad de “grupos parlamentarios”. Dícese que tales modificaciones y no la concesión de la disposición final de los desechos sólidos de un importante número de municipios a la Cooperativa Cruz Azul fue lo que en realidad obstruyó la marcha legislativa, pues la medida acotaría las más importantes decisiones en los órganos internos de control, como la Junta Política, la Mesa Directiva y la conferencia de preparación de las plenarias. Obviamente, la maniobra podría disminuir la percepción de prerrogativas entre determinados personajes que, la mera verdad, no valen la pena hoy, ni tampoco lo valdrán mañana… aunque podrán vender muy caros sus votos. Vierto esta opinión con conocimiento de causa y el debido respeto. La mentada reforma excluiría a seis diputadas únicas que no tendrían chance de embolsarse recursos extras, más allá de sus dietas normales. No recibirían la calidad de “coordinadoras” de grupo parlamentario alguno. Dos partidos afectados serían el Verde y Nueva Alianza. Así las cosas, con las modificaciones respectivas, únicamente PRI, PRD y PAN dispondrían de bancadas parlamentarias. Sin reformar la Ley Orgánica del Poder Legislativo, la legislatura 53 tendría cinco grupos y seis fracciones parlamentarias. Imagine usted los recursos a repartir, considerando que en la legislatura 51 cada coordinador de grupo y fracción recibía 240 mil pesos adicionales. Hoy el monto asciende a la nada despreciable cifra de 120 mil pesos. Pobre Morelos: tan lejos de Dios, pero tan cerca de los abusivos diputados locales. Hoy por hoy, el Congreso es la única arcadia financiera existente en nuestra empobrecida entidad federativa.
4.- Cambiemos de frecuencia y vayamos al Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado de Morelos (TEE), cuerpo colegiado que ayer ordenó la integración del Congreso local con el 50 por ciento de mujeres y el 50 por ciento restante de hombres a fin de aplicar debidamente la paridad de género. La sentencia bajó de sus diputaciones plurinominales al priísta Francisco Moreno Merino y al panista Víctor Caballero Solano. El dictamen partió sobre todo del recurso de impugnación interpuesto por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que en Morelos es presidido por Rodrigo Gayosso Cepeda. Este último, en varios foros, manifestó su optimismo en el sentido de que el Tribunal resolvería a favor de la paridad de género y no de los intereses partidistas.
5.- Como ustedes seguramente recuerdan, gentiles lectores, el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) resolvió hace varias semanas la distribución de diputados y diputadas de representación proporcional de la siguiente forma: 17 varones y 13 mujeres, medida que pasaba por encima de la paridad de género vigente en Morelos. La sentencia del TEE emitida ayer establece la paridad como debe ser: 15 legisladores varones y 15 legisladoras mujeres. Sin embargo, me parece que la decisión abrirá un nuevo frente de judicialización. El presidente del TEE, Hertino Avilés Albavera, declaró que por no estar debidamente establecido el tema en la legislación federal, Francisco Moreno Merino y Víctor Caballero podrían interponer sus recursos de apelación ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Pero también debemos recordar que el mismísimo TRIFE convalidó la paridad de género aplicada en Morelos, la cual ha sido cacareada a lo largo y ancho del país. Todo esto ocurre a escasas semanas de que se instale la legislatura 53. En el lugar de Moreno Merino entraría Maricela de la Paz Cuevas y en el de Víctor Caballero la también panista Leticia Lezama Rodríguez. A ver… Joan Sebastian moriría solamente si los morelenses lo olvidamos. Y eso no va a ocurrir. Somos muchos quienes mantendremos vivo su recuerdo. Así se demostró ayer en Cuernavaca con los ríos de gente que lo siguieron en el cortejo fúnebre. Descanse en paz.