Sin embargo, también hemos percibido que los grupos de presión, afines a determinado partido político (fundamentalmente el PRI y el PAN), acentúan sus acciones cuando el titular del Poder Ejecutivo se encuentra frente a situaciones límite o fechas importantes. Aquí me estoy refiriendo a las coyunturas sociales y políticas. Lo acabamos de presenciar este primero de septiembre durante la transición de la legislatura 52 a la 53. El forcejeo sobre la arena pública de Morelos crece cuando se presentan situaciones de crisis, suficientemente importantes como para que los distintos tipos de público quieran saber qué pasa. Lo anterior genera la necesidad de información; y si ésta es ambigua o escasa los datos se tornan confusos. Cuanto mayor es la necesidad que se tiene de informaciones precisas, más dudosos serán los datos que se reciban. Y ante la ausencia del tiempo necesario para verificarlas, las noticias se propagan con independencia de su verdad o falsedad, sin saberse demasiado bien de dónde ni de quién emanan. Los rumores se originan dentro de dicho entorno.
2.- Este escenario siempre es aprovechado por políticos o grupúsculos advenedizos que recurren a métodos perversos para exacerbar el estado emocional de ciertos sectores sociales. Ya lo dijo hace muchos siglos el general chino Sun Tzu: “El ataque no consiste sencillamente en el asalto a las ciudades amuralladas o en disponer ordenadamente el avance de las tropas; debe incluir el arte de acometer contra el equilibrio mental del enemigo (…) combatir y conquistar no es la excelencia máxima en la guerra. Ésta consiste, en quebrar la resistencia del enemigo sin luchar”. Dos mil años después Lenin dijo: “Es la guerra psicológica donde las armas ni siquiera se utilizan en el campo de batalla. En su lugar ocurre la desintegración de la moral y de la fibra espiritual de una nación por voluntad de la otra”. Así las cosas, gentiles lectores, no me cabe la menor duda de que quienes pretenden arraigar entre la sociedad morelense la imagen de un juicio político al gobernador buscan, mediante la propaganda negra, sacar raja y desde luego desestabilizar.
3.- La propaganda negra emplea datos que se propagan rápidamente de boca en boca y pueden llegar a atrapar fácilmente la imaginación del hombre común. Se crea un contexto emocional donde los mismos grupos de presión obligan a la gente a movilizarse y a entorpecer la labor del gobierno… sin percatarse. Son armas para la disputa política, aludida hace muchos años por el filósofo inglés Thomas Hobbes en su obra “Leviatán” (1651). Aquello tiene cabal aplicación al día de hoy entre quienes integran la clase política morelense. Escribió Hobbes: “Es verdad que algunas criaturas vivas, como las abejas y las hormigas, viven en sociedad. Pero estas criaturas, no teniendo (como el hombre) el uso de la razón, no ven ni creen ver culpa alguna en la administración de sus asuntos comunes, mientras que entre los hombres hay muchísimos que piensan que son más sabios y más capaces de gobernar la cosa pública que los otros; éstos se esfuerzan en reformar y en renovar, algunos de un modo, otros de otro, y llevan a la división y a la guerra civil”. Mucha razón tenía (y sigue teniendo) Thomas Hobbes. Mañana seguiré con este tema.
4.- Cambiemos de frecuencia. El flamante fiscal anticorrupción de Morelos, Juan de Jesús Salazar Núñez, deberá dar un par de golpes de imagen para legitimarse en cuanto comience a operar bajo el difícil cargo que le endosaron apenas el viernes anterior. Durante aquella sesión en la que los ahora exdiputados locales hicieron sus últimas tropelías, la panista Erika Cortés representó muchas voces al comentar que el especialista en derecho es un hombre capaz y experimentado, pero no es todavía creíble que pueda brincar de ser un empleado estatal a convertirse en el eficaz responsable de perseguir los hechos de corrupción. A todas luces el nieto del insigne constitucionalista Juan Salazar Pérez debe su cargo a los hombres fuertes del gobierno y como fiscal anticorrupción podría resultar tan polémico como el papel que hizo el secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, al exonerar a su jefe por el caso de la Casa Blanca. Por ello en privado y en público la clase política le ha tundido, como lo hizo esta semana el senador Fidel Demédicis, quien poca calidad tiene para hablar de combate a la corrupción, pero esa es otra historia. Por cierto, el legislador de marras apareció ayer en escena para presentar a Jorge de la Vega Membrillo, candidato fracasado del PRD a alcalde de Texcoco (en los comicios del 7 de junio), como su “gallo” a la dirigencia nacional de los amarillos. En lo personal me parece que el tal De la Vega no tendría nada que hacer en el Congreso del PRD (pospuesto a octubre). A ver.
5.- El nuevo Congreso morelense provoca esperanza. Al menos eso ocurre entre los miembros del Cabildo de Cuernavaca, quienes aprobaron pedir a los diputados de la legislatura 53 que les autoricen el refinanciamiento negado por la legislatura pasada hasta en tres ocasiones. Para ello representantes del Ayuntamiento capitalino, entre ellos regidores y el tesorero Domingo Coria, se apersonaron ayer en el Palacio Legislativo y entregaron en las oficinas del presidente de la Mesa Directiva, el priísta Francisco Moreno Merino, la solicitud para que los legisladores aprueben refinanciar con Banobras una deuda por 658 millones de pesos, lo cual ampliaría el plazo de pago a 20 años pero reduciría intereses y permitiría a la administración municipal disponer de mayores recursos económicos para cumplir con el otorgamiento de los diversos servicios públicos a los que está obligado. La administración del alcalde Jorge Morales Barud inició con una deuda hereda de mil 850 millones pesos, de los cuales ha cubierto a la fecha casi mil 200 millones de pesos, lo que ha significado el sacrificio de cantidad y calidad en servicios para la población de Cuernavaca que ya merece vivir una etapa mejor.
6.- La petición de refinanciamiento del gobierno moralesbarudista fue acordada y tiene el aval del alcalde electo Cuauhtémoc Blanco; lo contrario sería ilógico por representar el movimiento financiero algo positivo para el gobierno venidero, además de que ya habría provocado una reacción del Cuau, de quien ya hemos visto que no le tiemblan las corvas para decir verdades. Por eso el caso representa el primer reto importante para el nuevo diputado del PSD, Julio Yáñez Moreno, quien está comprometido a apoyar al alcalde electo que más del PSD parece ser de la familia Yáñez. En principio el diputado Julio César deberá contar para este propósito con el respaldo de la bancada del PRI, partido al que pertenece el actual edil capitalino, que es liderada por Alberto Martínez González y tiene además como sus integrantes al propio presidente de la Mesa Directiva, Francisco Moreno, y a Beatriz Vicera Alatriste, Mario Alfonso Chávez Ortega y Aristeo Rodríguez Barrera. El principal punto a favor del refinanciamiento es que el PRD ya no controla la mayoría legislativa, al menos por el momento. A ver.