El objetivo fundamental era mantener el registro y así los dividendos que mes a mes generan las jugosas prerrogativas públicas ministradas a los partidos políticos por las autoridades electorales. En otras columnas he indicado que Yáñez Moreno contactó a Luis Hernández (“El Matador”), ex seleccionado nacional mexicano, a quien le hizo la primera propuesta. Sin embargo, Hernández se hizo a un lado y sugirió a alguien con mayor fama: Cuauhtémoc Blanco Bravo. Así las cosas y teniendo a José Manuel Sanz (reconocido promotor de futbolistas en nuestro país) como intermediario con Blanco Bravo iniciaron las negociaciones y el nuevo proyecto. De esta manera se insertó con calzador al “Cuau” en la vida pública local, colocándolo sobre un territorio hostil, desconocido por él, como desconocida le era la totalidad de la capital morelense, donde le fue inventada su residencia. El resto de la historia es de sobra conocido: gracias a su probada popularidad y al hastío del electorado frente a la clase política, Cuauhtémoc arrasó en los comicios del domingo 7 de junio.
2.- Empero, atrás debieron quedar la campaña preelectoral, la fama y la frivolidad del presidente municipal electo de Cuernavaca. La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) acaba de confirmar la victoria del “Cuau”, aunque el PRI todavía podría presentar una nueva impugnación ante la Sala Superior de la misma institución, lo cual sería aberrante e infructuoso. Infortunadamente para Blanco Bravo y sus principales promotores, sigue sin aparecer en nuestra entidad. No ha dado luz de vida en la conflictiva arena pública morelense, siendo así como el gobernador Graco Ramírez lo mencionó ayer en su cuenta de Twitter de la siguiente manera: “Todos los alcaldes electos de Morelos han asistido (a varias reuniones con él) y se han sumado al trabajo por el Estado, excepto el de Cuernavaca”. Para quienes conocemos desde hace décadas al titular del Poder Ejecutivo no es desconocido su estilo para confrontarse con quien fuere. Y el flamante presidente municipal electo de la capital no está situado sobre una ínsula separada. El breve comentario de Graco, desde mi particular punto de vista, responde a la línea trazada por el propio Cuauhtémoc, pero solo es una señal frente a lo que le esperará cuando cruce la frontera del 1 de enero próximo. Todos los grupos de presión ya están formados para recibirlo a él y a quienes lo metieron en esta sinuosa aventura.
3.- Ayer surgió otra señal vinculada al escenario hostil que le aguarda a Cuauhtémoc. Con la asistencia de importantes actores políticos de Morelos se llevó a cabo una reunión en el restaurante “El Madrigal” de Cuernavaca, a la que acudió el G-9, es decir nueve regidores que decidieron cohesionarse en un bloque opositor a los hermanos Julio y Roberto Yáñez Moreno (este último todavía es mencionado como posible secretario general del Ayuntamiento), y a quienes continúen asumiendo una actitud beligerante y soberbia. Los regidores del G-9 son los siguientes: Rafael Domínguez Galindo y Teresa Pardilla Orduño, del PRD; Grethel Nancy Streber Ramírez, del Partido Encuentro Social; Jorge Miguel Dada Guerrero, de Movimiento Ciudadano; Amelia Fernández Aguilar y Eugenia del Carmen Guadarrama, del PSD; Laura Erika Herman Murquiz y Juan Miguel Serrano Gastelum, del Partido Verde Ecologista de México; y Karla Jaramillo Sánchez, del PRI.
4.- Un apretado resumen de la declaración emitida por el G-9 municipal tras ese encuentro es el siguiente: “En razón de la falta de interés de quien encabezará la presidencia municipal de Cuernavaca, nos hemos dado a la tarea de realizar un constante ejercicio de integración (…) Hemos acordado una agenda común: 1.- Impulsar un plan de Gobierno apegado a las necesidades reales del Municipio, privilegiando el desarrollo en infraestructura, turismo, educación y desarrollo social. 2.- El impulso a la continuidad del Mando Único en el Municipio (…) es indispensable continuar la coordinación con el estado. 3.- La revisión minuciosa de los perfiles (de quienes) integren y ayuden a la realización del plan de Gobierno Municipal. Y 4.- No se aprobarán licencias de algún miembro del Cabildo para ocupar espacios administrativos o cualquier otro fin”. Conclusión: es obvio inferir que el grupo de Cuauhtémoc Blanco acusará intromisión del Poder Ejecutivo en las decisiones del G-9 municipal, pero debo recordar que en la guerra, en la política y en el amor todo es válido. El problema para el multicitado ex futbolista es que sus principales operadores e interlocutores políticos ya dieron de sí… demasiado pronto. No le sirven más. Y el “Cuau” sigue sin identificar a los grupos de presión. A ver.
5.- El dirigente del PSD, Eduardo Bordonave y su representante ante el Impepac, Israel Yudico Herrera, acudieron por la mañana de ayer a esa institución, como habían anunciado, para presentar una denuncia en contra de las consejeras electorales Claudia Ortiz Guerrero e Ixel Mendoza Aragón, a quienes acusan de intentar favorecer a la alianza PRI-PVEM-PANAL en la disputa que con éstos han mantenido los pesedistas por la presidencia municipal de Cuernavaca. El PSD llegó haciendo gala de agresividad al Impepac y sus correligionarios dieron evidencias de que al menos algunos de ellos están dispuestos a llegar a las manos para defender el triunfo de Cuauhtémoc Blanco, mientras que entre sus adversarios se considera que la postura del PSD –entendida ésta como la postura personal de los Yáñez- no corresponde a la realidad. Al menos el PRI se ha conducido con propiedad y en el marco legal, dice su dirigente Rodolfo Becerril. En tanto, la presidenta del Impepac recibió la denuncia y aclaró que será el INE quien la atenderá. Quienes atestiguaron la violencia pesedista consideran que en cualquier momento la sangre puede llegar al río. A ver.
6.- Hace cosa de un año que el Congreso local, en aquel momento a través de la legislatura LII, aprobó la creación de una comisión especial para los festejos por los 150 años del natalicio y la conmemoración por los 200 años de la muerte del Generalísimo Don José María Morelos y Pavón, quien nació el 30 de septiembre de 1765 en Valladolid, hoy Morelia Michoacán, y fue ejecutado el 22 de diciembre de 1815 en Ecatepec, estado de México. La comisión especial se perdió primero porque los legisladores antepusieron sus intereses electorales y luego por el cambio de legislatura, pues la legislatura LIII no heredó la obligación de continuar el asunto o no le interesó. El caso es que en la entidad que lleva su nombre, no hay preparativos para conmemorar tan significativa fecha, al menos en lo que concierne a nuestros ínclitos diputados locales. Es en otras latitudes donde sí se tiene presente el acontecimiento.