Les quedan tan solo 28 días en el poder local, aunque cabe subrayar que sin el margen de maniobra para saquear los depauperados erarios. A lo largo y ancho de nuestra entidad federativa veremos repetido el escenario de precarismo financiero y endeudamiento, a la manera de Cuernavaca. El contexto económico que encontrará el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo no será miel sobre hojuelas, ni servirá para la realización inmediata de pingües negocios. Eso lo podrá dilucidar la nueva burocracia municipal una vez avanzado el año 2016, entre marzo y junio. Sin embargo, mientras llegan los dolores del parto y el crujir de los dientes, el todavía alcalde capitalino Jorge Morales Barud rindió ayer su tercer y último informe de gestión administrativa, ante un abarrotado Museo de la Ciudad (o Antiguo Ayuntamiento, como guste usted llamarle).
2.- Me parece que el discurso de los 33 municipales en tan importantes actos dedicará un extenso capítulo a la deuda pública. Jorge Morales Barud, por ejemplo, asignó gran parte de su documento para explicar lo poco o mucho que consiguió durante los tres años anteriores para sanear las arcas y construir algo de infraestructura. Indicó que se han pagado más de mil 300 millones de pesos de deuda pública heredada, a través de la drástica racionalidad y disciplina financiera que enmarcaron a su administración. Cheque usted la gravedad del problema financiero, estimado lector. Al asumir el cargo el 01 de enero de 2013, Morales Barud conoció que la deuda municipal ascendía a dos mil 544 millones de pesos.
3.- El desglose de tan pesada carga es el siguiente: mil 450 millones 279 mil pesos por concepto de adeudos con la banca comercial, proveedores y contratistas, incluido en este monto los 300 millones de pesos financiados por BBVA Bancomer, 600 millones de pesos contratados con Banco del Bajío y 61 millones 134 mil pesos contratados con crédito Banorte para cadenas productivas. Pero aún hay más: 127 millones de pesos otorgados por el gobierno estatal al gobierno municipal anterior, a cuenta de las participaciones que le correspondían a la presente administración. De esa cantidad, 67 millones fueron utilizados para el cumplimiento de obligaciones laborales y pago de adeudos a la Comisión Federal de Electricidad. Va otro dato: 195 millones 487 mil pesos adeudados a Banca Mifel, contratados por la anterior administración, los cuales no fueron registrados en la cuenta pública anual 2012. Al respecto, Morales Barud precisó que en negociaciones con dicha institución crediticia se logró una quita de 59 millones 987 mil pesos, pactándose un adeudo de 135 millones 500 mil pesos.
4.- ¿Ya se cansaron? Pues aquí hay más información: 75 millones 804 mil pesos adeudados por la administración anterior al Instituto de Crédito de los Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado, por concepto de retenciones a los trabajadores del ayuntamiento, así como la aportación patronal, que tampoco fueron oportunamente enterados; 33 millones 961 mil pesos adeudados al Sistema de Administración Tributaria por concepto de retenciones no enteradas del Impuesto Sobre la Renta correspondientes al año 2012; y más de 600 millones de pesos adeudados a la Comisión Nacional del Agua por concepto de derechos de extracción de agua. El alcalde ixtleco informó ayer que mediante el pago o la negociación con los acreedores privados e instituciones públicas, en casi tres años se logró reducir los pasivos del municipio en un poco más del cincuenta por ciento.
5.- Entre otras erogaciones hechas para sanear las finanzas municipales Morales Barud destacó las siguientes: el adeudo con el Sistema de Administración Tributaria está completamente finiquitado; con cargo a las participaciones federales y aprovechando los beneficios otorgados por la Ley de Coordinación Fiscal, el adeudo con la Comisión Nacional del Agua quedará cubierto casi en su totalidad al final de esta administración; se han pagado 51 millones 200 mil pesos al Instituto de Crédito de los Trabajadores, lo cual permitió que los empleados municipales pudieran acceder de nueva cuenta a esa prestación; se han pagado puntualmente las amortizaciones a la deuda bancaria; de nuevo, con cargo a las participaciones, se disminuyó considerablemente el adeudo con el gobierno estatal, derivado del adelanto de participaciones recibido por la administración anterior. Vino el anuncio esperado: al día de ayer la deuda pública de Cuernavaca ascendía a mil 215 millones 517 mil pesos, es decir mil 328 millones 691 mil pesos menos de la deuda pública total encontrada por Morales Barud y su equipo el 01 de enero de 2013.
6.- Empero, el todavía edil capitalino indicó que la gravedad del problema y el término constitucional del periodo hicieron imposible entregar al “Cuau” una administración financieramente sana en su totalidad, como era deseable. El alcalde electo no se encontraba presente (aunque fue invitado a asistir), pero es probable que a estas alturas de la transmisión del poder público municipal ya esté plenamente informado sobre el escenario financiero que viene. Y para enfrentar la respectiva problemática recibirá la asesoría de Alejandro Villarreal Gasca, ex secretario de Finanzas y Planeación en el sexenio del gobernador panista Marco Adame Castillo (2006-2012), convertido quizás en tesorero municipal del nuevo gobierno municipal. Me parece que durante los tres primeros meses del año venidero el equipo de Blanco Bravo tendrá un reducido margen de maniobra para lograr la operatividad de la administración municipal, esa que Morales Barud consiguió con altibajos y frecuentes vaivenes financieros. Las medidas extremas de racionalidad y austeridad del gasto público municipal impidieron la construcción de nueva infraestructura y el mantenimiento que la ciudad exige, lo cual es perceptible por propios y extraños. Y si bien es cierto que el ixtleco evitó la parálisis administrativa, también es verdad que los servicios públicos dejaron mucho que desear. Es el escenario que le espera a Cuauhtémoc Blanco Bravo.
7.- Y vino en el discurso de Morales Barud la alusión a sus antecesores Manuel Martínez Garrigós y Rogelio Sánchez Gatica, aunque sin mencionar sus nombres, lo cual está acorde con la visita hecha anteayer por Blanco Bravo a la Fiscalía General de Morelos. Dijo JMB: “A quienes reclaman castigo para los responsables del quebranto financiero del ayuntamiento les indicamos que la administración no fue omisa ni mucho menos encubridora (…) Las denuncias y las correspondientes pruebas que acreditan las irregularidades cometidas, fueron presentadas con toda oportunidad ante la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado. No le corresponde al ayuntamiento la persecución de los delitos ni mucho menos la investigación de los hechos delictivos, la institución responsable de ello es la que tendrá que actuar en consecuencia, sin omisiones ni complicidades”. Sopas. Mañana seguiré con este interesante tema, que quizás propicie la reacción del ex diputado Manuel Martínez Garrigós.