Muy importante nos parecieron los comentarios del legislador, porque habló a nombre de la mayoría de sus compañeros, haciendo énfasis en que, así sea casi a destiempo, comprendieron que la actitud que mostraron a lo largo del 2016 no fue la correcta, sobre todo para abonar en la gobernabilidad y la concordia.
Queremos pensar que en lo sucesivo cambiarán las actitudes y eso nos lleva a abrigar la esperanza de que más allá de lo difícil que parece venir el 2017, los poderes públicos harán un esfuerzo por empujar hacia acuerdos que sean la base de las relaciones entre los políticos, porque no fue precisamente eso lo que se mostró en el año por terminar.
Es interesante lo expresado por Álvarez, porque tiene muchas coincidencias con los juicios que cotidianamente se vienen haciendo a nivel de reflexión popular, aquello de que la política pasa por los niveles más altos de descrédito, que él mismo calificó como “ensordecedor”.
Aclaró que en lo relacionado al conflicto con el presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo –quizás consciente del efecto que traería- no quiso participar, es decir, añadió, “preferí dar un paso atrás”- aunque sí mencionó que “aquí en efecto hay dos visiones, la ponderación del voto popular, pero igualmente, el aspecto legal”.
Como quiera que sea, como ciudadanos abrigamos la esperanza de que en efecto, se entre en el razonamiento y admisión de que la manera como se condujeron los poderes estatales en este año, provocaron toda clase de inconvenientes, de los cuales los más afectados son los gobernados.
Y como bien lo dijo, “no podemos seguir por ese camino que es perder, perder, por los inadmisibles niveles de hostilidad”. Y es que de última hora, una mayoría de presidentes municipales, tal vez en una posición de solidaridad con su homólogo Blanco Bravo, se rebelaron contra el Congreso quejándose de que les han reducido recursos y de la aportación obligada del 2% de sus participaciones, para generar la bolsa de rescate financiero.
Pues así sucedió y con ese ánimo de confrontación se fueron a descansar por el periodo vacacional y lo anterior sólo advierte que una vez reiniciadas las actividades laborales en el 2017, volverán los inconvenientes entre todas las partes.
Incluso habló de haberse armado de valor para dar la cara, porque la absoluta mayoría de los demás diputados prefirieron irse de asueto dejando todo de cabeza. No obstante, el mensaje induce a pensar que se saben en un gran aprieto, que en particular las acciones emprendidas en contra del alcalde de la capital les han provocado un mayor divorcio con el pueblo y que en contra parte, Blanco es hoy considerado como la víctima de una persecución sin inteligencia ni sentido.
Y es que se puede encontrar el elemento para pretender hacerle prosperar el juicio político, en estricto apego a derecho, pero sólo que si algo nos han mostrado las instituciones en los recientes años es que la ley se violenta a cada paso y obrar con toda la fuerza en contra del alcalde es actuar de manera parcial.
Alguien recordaba que si de hacer justicia se trata, por lo menos media docena de ex presidentes municipales ya estarían presos, sobre todo algunos como el de Temixco Miguel Ángel Colín Nava o el de Cuautla Jesús González Otero. ¿Por qué a ellos no se les trata con el mismo rasero? esa es la pregunta que se hace todo ciudadano.
Ahora bien, ¿cuál es la interpretación del mensaje de Álvarez Cisneros? Nos parece que positivo, porque en lo referente al Congreso local, se iniciará el año buscando canales de comunicación con todos aquellos entes con los que se enfrentaron. Incluso se hablaba de que en lo que tiene que ver con el Cuau, alguien deberá dar el primer paso para recuperar la relación.
Fue además abundante en todos los temas, como en el caso del comentario respecto a que tampoco ve con buenos ojos la desaparición del equilibrio de fuerzas al interior del recinto, señalando que en un momento, al arranque de la presente legislatura había 24 opositores al régimen contra seis -cinco del Partido de la Revolución Democrática y él- pero ahora es lo contrario, son 29 a favor y uno en contra, el del Partido Humanista, Jesús Escamilla Casarrubias y eso, diría, “tampoco es lo óptimo”. Bueno, incluso consideró que los medios de comunicación son los únicos que abonan en ese equilibrio.
Ya para que considerara que “parece que terminamos el año con un 'sálvese quien pueda' y el que quede al último que apague la luz y tampoco hay que tirarnos a matar”, es porque se saben afectados por una percepción popular negativa sin precedentes que incluso puede ser factor de mayores problemas si no se entra en razón.
Era lo menos que se podía esperar, pero no sólo del recinto legislativo, estas posiciones tendrán que ser secundadas por los otros poderes, si no es así, en su pecado llevarán la penitencia, lo más prudente es que vuelvan a poner los pies sobre el piso, porque muchos personajes se comportan como si la tierra no los mereciera.
Pero del mismo modo encontramos en este mensaje una lectura que nos llevaría a pensar que meditarán seguir o no con el procedimiento de juicio político en contra de Cuauhtémoc Blanco Bravo, porque políticamente les ha resultado adverso.
Y en lo particular, Álvarez Cisneros se manifestó a favor de rescatar financieramente a los ayuntamientos, le entendimos que incluido a Blanco, pudiera ser la primera acción para intentar la reconciliación con con él, porque lo mejor sería que acabaran mostrando a los capitalinos que van a apoyarlo en su responsabilidad de alcalde a fin de poder encontrar soluciones a la difícil problemática de la metrópoli. Vamos pues entonces a un escenario de mayor civilidad en el trato entre partidos, poderes, ayuntamientos y grupos sociales, como debió ser en todo momento.