La mayoría de quienes lograron gobernar la entidad del año 2000 hacia atrás, traían antecedentes interesantes, sin embargo gradualmente el tamaño de los cuadros y en las diversas trincheras partidistas se fue achicando y hoy día puede que llegue a esa posición alguien que apenas comience a caminar en éste que es un ambiente tan polémico.
Como que el ascenso de Sergio Estrada Cajigal Ramírez al Poder Ejecutivo representó un parteaguas en el estado, porque el señor surgió casi de la nada como candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la presidencia municipal de la capital y en menos de tres años fue ungido abanderado panista a la gubernatura y ganó, sentó precedentes en ese sentido.
La alcaldía capitalina ha sido siempre una plaza importante, considerada la joya de la corona para quienes aspiran a una carrera política de mayor tamaño, pero tampoco era para tanto, sólo que con el empobrecimiento de los políticos locales, quien sea edil de Cuernavaca es una figura que bien puede entrar en la pelea por la gubernatura, de ahí que cobre relevancia en estos tiempos.
Si bien, en los tiempos recientes SECR ha sido el único que pudo brincar de la comuna a palacio de gobierno, ya la mayoría de sus sucesores pelearon esa candidatura, entre ellos Adrián Rivera Pérez, Manuel Martínez Garrigós y desde luego el edil actual Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Por eso es que los partidos políticos tienen la obligación de colocar a la presidencia municipal de la capital como espacio prioritario y estratégico, es una plataforma de lanzamiento bastante interesante, porque desde ahí se puede dar el brinco. Sin embargo, por ahora no se aprecian interesados con la capacidad, experiencia y sobre todo liderazgo como para reclamar de sus respectivos partidos tan interesante posición.
Bueno, como que hay trincheras que adolecen de personajes con estatura para tal encomienda y ésa es una gran desventaja que incluso impactará en los resultados por la gubernatura, porque el que gane este territorio y con amplio margen está cerca de obtener también el gobierno estatal.
A diferencia de elecciones anteriores, cuando la lucha se centraba sólo en tres fuerzas: el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN), las tendencias indican que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se les meterá en medio para el 2018, así que habrá que revisar entre ellos cómo avanzan.
Comencemos por el tricolor, que está obligado a dar la batalla, como quiera que sea, es el que gobierna al país y al menos a partir de valores propios, no se ve a nadie con nivel competitivo. Hay quienes consideran que uno de los que podría defender un poco la camiseta, es el delegado de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) Jorge Meade Ocaranza, no obstante, también se le atribuye más cercanía al gobierno perredista que a su propio partido.
Fuera de él, los que andan ya haciendo precampaña por la Ciudad de la Eterna Primavera no garantizan más que una derrota escalofriante y el recurso que les quedaría es apostarle a una candidatura externa. Al respecto, mucho se ha hablando de que bien podría ser el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Alejandro Vera Jiménez.
Los panistas tampoco disponen de aspirantes del tamaño que se requiere, el diputado local Alberto Mojica Nava se viene promoviendo, pero no sería un candidato ganador porque ha sido sólo un vividor de la circunstancia que lo llevó al Congreso. Igualmente se menciona a su compañero de bancada Víctor Manuel Caballero Solano, que igual y haría un mejor papel, pero nada seguro. Desde fuera se ve al diputado federal Javier Bolaños Aguilar como quien podría dar la pelea, logró una victoria holgada en el 2015 y eventualmente pudiera ganar, sólo que su aspiración es la gubernatura y si obtiene la posición, pues habrá un abanderado débil por la capital.
En torno al perredismo, el ambiente es más o menos similar, al no gobernar Cuernavaca, tienen un trabajo político poco profundo y además es un espacio bastante complicado que difícilmente le ha apostado a un gobierno de izquierda, es una de las pocas plazas en las que no han logrado penetrar, de ahí que se considere difícil que en la elección venidera logren el sueño anhelado.
En lo relacionado a Morena, quien ya fue candidato del PRD por la comuna en el 2012, José Luis Urióstegui Salgado va por el mismo cargo, pero hay que esperar, porque todavía quedan unos meses para que se configure con más claridad la tendencia en cada uno de los cuatro partidos.
Si Morena sabe manejar la situación, bien podría utilizar a todos sus prospectos, a uno de ellos enviarlo como candidato al Senado de la República o al Congreso de la Unión y mejorar la competitividad. Bajo esas circunstancias, ofrecerían cierto grado de competencia, pero reiteramos, son muy pocos los políticos con nivel para pretender gobernar la capital, una plaza determinante en muchos aspectos.
Ya lo decíamos, con facilidad hay seguramente una docena de soñadores que desde su respectivos partidos andan ya desarrollando actividades en busca de ser candidatos, pero son castillos en el aire, no tienen nada que ofrecer y acaso también le vienen tirando a la cabeza para pegarle a alguna parte del cuerpo, o sea aterrizar en una diputación local o hasta regiduría.
Hay unos más que añejamente han pretendido gobernar esta plaza, el notario dos Hugo Salgado Castañeda y el empresario automotriz Raúl Iragorri Montoya.