A partir de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) entró en declive, tras la derrota del año 2000, algunos de sus sectores que le dieron vida y fortaleza comenzaron a sufrir y entre éstos la Federación de Trabajadores de Morelos (FTM), filial de la otrora gloriosa CTM, pasa por momentos críticos.
Por lo menos durante siete décadas, el sector obrero era el único reducto que lo controlaba prácticamente todo, debido al apoyo que tenía de los tres niveles de gobierno, pero cuando vino la debacle, se empezaron también a dar desprendimientos y es así que nuevas organizaciones como el Nuevo Grupo Sindical ampliaron sus márgenes de maniobra, disputándole la membrecía.
Con la llegada de la alternancia, el panorama cambió radicalmente y fue Bulmaro Hernández, con el NGS, quien parece capitalizar la orfandad cetemista, aunque el heredero del control de la corriente priista Vinicio Limón Rivera trata de defenderse y recientemente dijo haberse llevado, de manera indirecta, uno de los grupos que pertenecían a la contraparte.
El problema de Vinicio es que desde el interior enfrenta serios conflictos, sobre todo a partir de la muerte de Tito Barrera Ocampo, quien mantenía liderazgo en el ramo de la construcción y algunos sindicatos de corte industrial. Su deceso llevó a una fractura, porque cual cárteles, surgieron tres o cuatro dirigentes que han estado peleando espacios que en su momento eran del ahora difunto.
Entre éstos están Roberto Castrejón, Martín Vargas, éste último en el rubro del transporte, especialmente en la zona sur y poniente de la entidad. Pero aparecen igualmente Baldemar Tinoco, Iván Barrera, hijo de Tito; Mario Barrera, hermano de éste, o Andrés Tufiño; sólo por señalar a algunos de los que intentan darle continuidad al sindicalismo que aglutinaba Barrera Ocampo.
Hace unos días, Erick García Vizcaya anunció su separación del NGS para adherirse a Roberto Castrejón. El señor dijo públicamente que con él se iban unos dos mil 500 permisionarios sin itinerario fijo (taxis), sin embargo sólo tiene una afiliación de 36, conforme a otras organizaciones como la de Víctor Lara o Víctor Mata.
La cosa es que a medida que se acercan las elecciones, los sindicatos obreros intentan avanzar con el propósito de meterse al terreno electoral en busca de posiciones. En lo que se refiere a la FTM, Limón Rivera ya había iniciado desde mediados del año anterior un trabajo de precampaña territorial en la búsqueda de la candidatura independiente al gobierno del estado, a pesar de ser oficialmente el secretario general de ese sindicato, de filiación priista.
Por razones que nunca ha explicado suspendió el activismo político y hasta tomó cierta distancia; se alejó por algunos meses del estado de Morelos y apenas ha venido sacando la cabeza. Fue quien anunció esa “adhesión” masiva de Erick que, conforme a líderes reales del gremio, ha sido una vacilada.
Pero como decíamos, Limón hace buen rato que está obligado a caminar con pies de plomo, ya que desde dentro hay una serie de líderes menores que buscan desplazarlo de su posición, entre ésos sindicatos se encuentra el de la industria petroquímica y media docena de personajes más.
Ayer mismo hicieron presencia en la Secretaría del Trabajo para sostener una reunión con el titular de la misma, Francisco Santillán Arredondo. Algunos de los que asistieron mencionaron que entre los temas abordados se agregó el relacionado al control de la FTM, porque intentan arrebatarle el control de manera oficial.
Otro recordó que hace unas semanas se realizó un encuentro entre miembros del gremio cetemista, donde se le fueron con todo a Limón Rivera, acusándolo de manejar a distancia la FTM y descuidar problemas y necesidades fundamentales de los afiliados, debido a que desempeña otros cargos en la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Incluso a ello se atribuye que el NGS les venga tomando ventaja en diversos espacios que representan ingresos cuantiosos, como en el caso de la recolección de basura en la capital del estado; la adjudicación de contratos de obra pública y de acarreo de materiales como en el Paso Exprés Cuernavaca, la autopista Siglo XXI o la ampliación de la autopista La Pera-Oacalco.
Otro blanco que muestra esa debilidad, en lo que a la relación con el gobierno estatal se refiere, hasta hace unos meses Vinicio mantenía al frente de la Secretaría del Trabajo a Gabriela Gómez Orihuela. Siempre se afirmó que la posición fue producto de un acuerdo de carácter electoral, a partir de que la FTM de Vinicio le apostó al proyecto del PRD en las elecciones del 2012 por la gubernatura.
Sin embargo, como que el trato sufrió un cambio de fondo cuando Gómez Orihuela fue sustituida por Francisco Santillán Arredondo, que dejó de defender esos intereses y se maneja en sentido contrario, de ahí que esas corrientes que intentan desprenderse del sector o desconocer a su líder vengan siendo atendidas por el nuevo funcionario.
Ni el regreso al poder del Revolucionario Institucional a nivel de la Presidencia de la República en el 2012 le cambió el panorama a la FTM en la entidad. Incluso en el control de comerciantes ambulantes, el NGS le sigue quitando cientos de agremiados, ante una aparente pasividad de aquellos; precisamente a causa del ausentismo de Vinicio Limón, que sólo aparece de manera esporádica.
La contraparte cetemista ha logrado adjudicarse el 70 u 80% de los contratos de obra pública más importantes y hasta en un gesto de buena voluntad, ha decidido cederle un porcentaje a sus adversarios. No obstante esas porciones no son suficientes como para atender las necesidades de un gremio, sobre todo el camionero, que enfrenta altos índices de desocupación y muchos de los afectados se ven obligados a buscar oportunidades en estados vecinos e incluso en el Bajío, según aceptaba uno de ellos.
Para la justa electoral en puerta el tricolor necesita rehacerse de manera acelerada porque sus sectores y organizaciones se encuentran muy debilitados, no le dan ya voto corporativo como antaño y ante el poco control del CDE priista, algunos de éstos negocian por su lado, desarrollando trabajo electoral incluso en contra. Esas amargas experiencias lo han llevado a sufrir sendas derrotas como la del 2012, cuando ya festinaban su regreso a Palacio de Gobierno.