Lo que faltaba, ahora resulta que en la búsqueda de firmas y apoyos sociales de aspirantes independientes a cargos de elección popular, el Instituto Nacional Electoral (INE) ya detectó irregularidades; se habla de falsificación de credenciales de elector o uso de aquellas ya vencidas a fin de completar la cantidad legalmente requerida.
Era de esperarse, hay mexicanos que recurren a cualquier cosa con el fin de lograr sus sueños y esta es una muestra más de que en la búsqueda de posiciones en las estructuras del poder público no hay límites. Se menciona que a 28 de los 65 que buscan formalizar su candidatura, a fin de contender por un espacio hacia el Congreso de la Unión se les encontraron irregularidades y lo bueno es que la instancia electoral lo detectó, ahora es de esperar la investigación respectiva.
Claro, hablamos de quienes a nivel nacional van por esa posición, pero ya se advierte que por lo menos uno corresponde a Morelos, aunque el INE aún no hace públicos los nombres, así que hay que esperar un poco para saber de quién se trata, no obstante, éste seguramente quedará descalificado en el acto, igual que los restantes 27.
Como se puede observar, las cosas no pintan sencillas en materia electoral; algunos políticos o aprendices de ello, que debiera ser una actividad entregada al servicio de los demás, saben, por lo que ven, que formar parte de las instituciones y espacios del ejercicio del poder público en nuestro país es más que un privilegio.
Si en la búsqueda de participar utilizan ese tipo de engaños, ya imagina usted cual es realmente el propósito que los anima; con toda certeza, sumarse a quienes desde ahí saquean, traicionan y roban descaradamente a los mexicanos y entonces hay que cerrarles el paso.
Se supone que quienes van por la vía libre, fuera de partidos, es porque ofrecen alternativas distintas a los electores; compromisos realmente serios para poder cambiar el destino de una nación que sigue siendo objeto de toda clase de atracos, por quienes tienen la obligación de dirigir sus destinos hacia niveles mejores de vida para sus habitantes.
Pero eso que trasciende da fe de que la calidad moral de buena parte de quienes van por un hueso político es muy pobre y más bien llevan la clara intención de salir de pobres a costa de la miseria de los gobernados. Estamos cansados de la inutilidad de los partidos políticos que ofrecen más de lo mismo, pero quienes se dicen aspirantes ciudadanos lo primero que tienen que enseñar es moral, ética y vocación por el servicio público y esos 28, presuntamente incluido un morelense, han obrado mal.
Afortunadamente son los menos, pero de esos 65, representan más del 40%, ¡qué barbaridad! Somos capaces de todo, con tal de estar dentro de un cerrado círculo de personajes que en buen número, basan su existencia en la actividad política y en su vida saben lo que es ganarse el pan de cada día trabajando honestamente.
Para donde quiera ver y en el partido que guste, se encontrará con los mismos rostros, que desde hace décadas pululan por toda clase de cargos o representaciones. Desde los primeros niveles de la política nacional, pasando por estados y municipios. Y cuando alguno de ellos, más por incapacidad, debido a su edad que por deseos, tiene que retirarse, heredará las posiciones a familiares y amigos, en una cadena interminable que se prolonga más allá de lo imaginable.
URIÓSTEGUI SUMA ACTIVOS
Y también en el terreno electoral quien, se antoja, lleva posibilidades de dar la pelea en la búsqueda de la candidatura a la alcaldía de la capital estatal por la vía independiente es el abogado José Luis Urióstegui Salgado. Ayer, otro de quienes venían haciendo labor con el mismo fin, Luis Anguiano Torres, anunció su declinación a favor de él y eso le da más interés a la fórmula.
Pensamos que no faltamos a la verdad, cuando sostenemos que ante la ausencia de cuadros valiosos de parte de los partidos políticos para ir por esa importante posición, Urióstegui pudiera ser el candidato a vencer; es morelense y ha ocupado cargos de importancia en el gobierno del estado y en el mismo municipio.
Fue titular de la Consejería Jurídica de la administración pública estatal, también procurador de justicia y hasta secretario de seguridad pública aquí en Cuernavaca, de tal manera que sabe perfectamente a qué va y además cuales son las necesidades que reclama esta metrópoli.
Independientemente de lo anterior, como profesional es reconocido y goza de buena fama y si eso fuera poco, también, como sucede en muy pocos personajes, trae perfiles atractivos que seguramente le serán benéficos en la búsqueda de la candidatura, que aún requiere de algunos apoyos para lograr la inscripción formal ante los órganos competentes en esa materia.
De acuerdo a las reglas impuestas por el Instituto Nacional Electoral (INE), necesita la firma de nueve mil 800 capitalinos, que representa el 3% del padrón de electores. Al momento ha conseguido poco más de seis mil 500, pero aún dispone de 14 días para tal efecto. Requiere entonces de unas tres mil 200 para estar del otro lado.
Seguramente que la adhesión de Luis Anguiano le dará en automático una suma importante y se podría considerar que está cerca de lograr el objetivo. Reiteramos, no es mal elemento y trae dentro de la planilla a gente muy identificada con los lugareños, como en lo referente a César Salgado Castañeda, ex funcionario de la comuna y hermano del notario dos Hugo Salgado; sólo por citar a uno de ellos, ya que el propio Anguiano es otro personaje conocido. Fue secretario particular del ex gobernador Antonio Rivapalacio López y ahora toma notoriedad a partir de que es quien impulsa aquello de 1 X 1 en lo que se refiere al tránsito vehicular, llamando a la cultura del respeto en ese ámbito.
La cosa estará interesante, porque si el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), como seguimos afirmando, es el diputado federal Javier Bolaños Aguilar, la cosa no será nada fácil, el legislador también trae lo suyo y el agarrón se antoja bastante atractivo. Desde ahora diríamos que entre ellos quedaría el siguiente alcalde de la capital. Claro, Urióstegui necesita primero lograr su inscripción.