Jesús Ortega Martínez, líder saliente; y Jesús Zambrano, el recién ungido, generaron polémica en aquellos momentos en los que se evidenciaba la cercanía de éstos con el Gobierno Federal e iniciaban una férrea lucha en contra de las corrientes que siguen rechazando cualquier vínculo con todo lo que huela a régimen panista.
Se les llegó a identificar con "el movimiento de los chuchos" porque mostraron los mismos intereses y tendencias, y cuando se vino el proceso de renovación se pensó inmediatamente en que el esfuerzo de la cúpula buscaría a toda costa heredar la estafeta al otro Chucho, y así fue, es decir nada cambia, los acuerdos aliancistas con el Partido Acción Nacional (PAN) siguen intactos y lo vamos a ver en lo que se refiere a la elección del Estado de México, escenario de mayor riesgo de ruptura entre las fuerzas más sobresalientes del perredismo a nivel nacional.
Es decir, aquellos que siguen la trayectoria y posición del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y los que decidieron hacer negocio con Los Pinos a contrapelo de las bases.
No hay pues nada nuevo en la elección interna del PRD, bueno, ni el nombre, porque continúa al frente un Jesús, que seguramente "trabajó" muy de cerca con su tocayo Ortega Martínez y que dará continuidad a sus acuerdos en materia electoral.
Bueno, Zambrano será acompañado en la dirigencia por la aguerrida Dolores Padierna, un personaje muy identificado con AMLO, pero que igual como ocurrió con Alejandro Encinas, que al final quedó en segunda posición, no tendrá la facultad suficiente ni los espacios para poder modificar las políticas internas de su partido.
No hay remedio, la izquierda seguirá inmersa en un gran dilema que le resta posibilidades de recuperar fortaleza como partido, se alejan cada vez más de escenarios como el de 1988 o el más reciente, la elección presidencial del 2006, llegan menguados y enfrentados.
Mal momento en el que los viejos líderes, con ideales definidos y un proyecto y propuesta de Gobierno democrático permitieron el ascenso de los "chuchos", hoy sólo tienen una alternativa, tomar distancia de ellos en los procesos electorales en puerta, si quieren ir madurando un movimiento realmente de izquierda.
Sin embargo, ya no tienen tiempo para recuperarse de esta escisión y los pronósticos no les son muy benevolentes, ya sea en lo que se refiere a la justa del Estado de México o la presidencial, difícilmente podrán obtener mejores dividendos en la búsqueda de espacios de poder.
AQUI EL PRI SUMA ACTIVOS
Y mientras lo anterior sucede en el PRD, en Morelos el Partido Revolucionario Institucional (PRI) suma activos, luego de que la regidora del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Miriam Mar Vásquez Rizo, además de una funcionaria que se desempeñaba en el ayuntamiento capitalino, decidieron cambiar de bando.
Bueno, con ello, ya son dos los que en el transcurso de la presente administración han optado por ponerse la camiseta tricolor, hace unos meses sucedió lo mismo con otro regidor panista, Luis Salas Catalán.
Con todo lo anterior, a pesar de tantos inconvenientes que viene enfrentando el presidente municipal de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, consolida su liderazgo al interior del cabildo, disminuye a los opositores y alcanza mayores espacios de maniobrabilidad política.
Tiene ya mayoría en el cabildo, le quedan enfrente dos regidores del PRD, tres del PAN, Roberto Yáñez Vázquez del Partido Social Demócrata y Rigoberto Lorence López del Partido del Trabajo (PT).
Esto es muy importante para los alcaldes, porque cuentan con más posibilidades de sacar adelante sus propuestas y proyectos, independientemente de que en relación a la aprobación de las cuentas públicas hay menos resistencia, que de ninguna manera debe traducirse en complicidad.
Por otro lado, lo que venimos viendo es sólo la visión de algunos políticos respecto a la tendencia electoral hacia el 2012, se anticipan a los posibles resultados favorables al tricolor.