Poco más de una década después, en diversos espacios se observa la reproducción, en ocasiones con creces, de aquellos actos de corrupción que fueron parte de las causas que provocaron la catástrofe del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Bueno, se ha llegado en ocasiones a tal extremo, que por eso la mayoría de los electores decidieron volver a darles el voto de confianza a los priistas en las elecciones del 2009 y parece que se las quieren refrendar en el 2012.
Nos referimos a este tema, porque seguimos recibiendo datos relacionados con excesos cometidos por "servidores públicos" que llegaron a servirse con cuchara grande, uno de ellos el ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), delegación Morelos, Oswaldo Castañeda Barrera.
Ya en su oportunidad describimos algunas de las razones por las cuales lo sacaron de la jugada, un conflicto con otro personaje, el delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Fidel Giménez, sin embargo, siguen saliendo datos.
De entrada, el hombre, como muchos otros compañeros funcionarios públicos y de partido, aprovechó el cargo para repartir y recibir favores, dejó más de una "amiga" al interior de la delegación, pero finalmente esa es su vida personal, hay otros asuntos que muestran lo bien que les va en posiciones de ese nivel.
El ex funcionario tiene una interesante propiedad en el municipio de Puente de Ixtla, es más ya casi vive en aquella zona sur de la entidad. De acuerdo a la descripción, se trata de un rancho muy bien equipado, con albercas, caballerizas, casi lago natural y otras comodidades que sólo la abundancia nos puede dar.
El valor del mismo es de algunos millones de pesos, la pregunta sería ¿de dónde salió esa lana? Porque el hombre venía de ser un regidor, que se supone, en sus tres años como tal, acaso habría acumulado algunos cientos de miles de pesos.
Al frente de la Sedesol tampoco duró mucho tiempo, tres años pasaditos y con eso tampoco es como para volverse millonario. Por eso reiteramos lo que decíamos hace algunos días en este espacio, la Secretaría de la Función Pública debería auditar la dependencia y aclarar estas cosas, porque ponen a dudar respecto a la honorabilidad de tales personajes, francamente dudamos que lo haga, vivimos en un mundo de complicidades y omisiones entre niveles de Gobierno.
Todas estas acciones comienzan ya a ser del conocimiento de la población, seguramente podrían ser usadas como instrumento de golpeteo de parte de la oposición cuando entremos en el terreno electoral hacia el 2012.
Pero es acaso una muestra de la incongruencia de aquellos que convencieron al pueblo que corregirían el camino y acabarían con privilegios derivados del desvío de fondos del erario público, a cambio del voto, se los dieron y las cosas siguen igual o peor.