Decimos esto por lo que está pasando con aspirantes desafortunados que son elementos de alto riesgo, en este caso, para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y en espacios como Cuernavaca, donde el instituto en referencia cuenta con bajo nivel de potencialidad electoral. Reiteramos, jamás podremos entender porqué le entregaron una candidatura a Luis Flores Ruiz, a partir del final del sexenio nada afortunado de Antonio Riva Palacio, el señor debió retirarse a su vida privada, porque nunca desarrollo algún trabajo de partido que le hiciera merecer incursionar en la política y en cargos de elección. Sólo el amiguismo y compadrazgo ejercidos por individuos de la baja calidad moral de ARPL hizo posible estas cosas, pero insistimos, cuando concluyeron aquellos seis años, LFR no tenía de donde agarrarse y desde luego que Jorge Carrillo Olea o Jorge Morales Barud, que pudieron todavía darle continuidad al poder priista en Morelos antes de las elecciones del dos mil, ni por error pensaron en individuos inexistentes políticamente como él.
Por eso es que consideramos de manera bastante fundada, que ante esos tropiezos en la selección de candidatos, aquí en Cuernavaca, el PRI podría perder hasta dos espacios de los que ahora tiene, porque en la elección del 2009 se llevó todo, los cuatro distritos locales de la capital y la federal, que quedó en manos del tristemente célebre Francisco Moreno Merino, depuesto aspirante al Senado de la República.
Triste adiós de diputados
Y en otro tema, poco honorable ha sido la despedida de los legisladores que ya se separaron momentáneamente de sus respectivas representaciones en el congreso local para ir a contender hacia otro cargo de elección popular. Bueno, concluyeron sin control siquiera en su propia casa, debieron irse a realizar una sesión a la ex hacienda de Real del Puente en Xochitepec, porque tenían temor de que el sindicato del Poder Legislativo, a cuyos trabajadores tienen atrincherados y amenazados con no pagarles diversas prestaciones, si no les autorizaban sindicalizar a más de una veintena de empleados con salarios cercanos a los 30 mil pesos mensuales. Mientras tanto, los pobres trabajadores del Congreso siguen esperando que les liberen los fondos para sus despensas mensuales y los diputados advirtieron que sin la admisión de sus recomendados, no habrá nada y algunos de ellos incluso con la advertencia de “háganle como quieran”. Bueno, que incluso, en un intento por pasar por encima de la admisión o no de parte de la dirigencia sindical, solicitaron ante el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje (TECA), la creación de otro sindicato, con ese pequeño grupo de funcionarios de medio pelo.
La respuesta fue la esperada, no les aceptaron la demanda, porque simplemente es incongruente, el mismo candado que ellos, en esta legislatura establecieron, en el sentido de que nadie que gane más de 12 mil pesos al mes puede sindicalizarse, les pegó. Sin embargo, lo lamentable es conocer detalles como este, que dan mala fe de quienes, desde el punto de vista ciudadano deben ser personajes con un elevado sentido de responsabilidad, seriedad y compromiso con la población y entonces, el primer ejemplo debe darse con los suyos. Si ellos no son capaces de respetar la Ley, atenerse a las reglas por ellos mismos generadas y mostrar compromisos con quienes laboran a su lado, ya imaginemos de qué son capaces hacia afuera, “el buen juez por su casa empieza”. Pero claro, estas actitudes tampoco son novedosas, como entraron van saliendo, baste recordar todo el enredo que generaron en la Cámara al arranque de la legislatura, una batalla interminable en la distribución interna del pastel, que los llevó por varios meses a una parálisis legislativa. En todo momento enseñaron inclinación por los intereses personales y de grupo, el trabajo legislativo se fue rezagando y acumulando hasta llegar a un punto en el que ya no es posible avanzar. Decimos lo anterior, porque más del 50 por ciento de los 30 “representantes populares” solicitaron permiso para ir por otra candidatura, por más capacidad que sus suplentes tengan no dejan de ser unos novatos en cuestiones legislativas, queda claro que solo irán dando trámites a asuntos de escasa trascendencia colectiva, acaso aprobar jubilaciones, correspondencia y otras cosas de escasa importancia. Bueno, que solicitaron permiso temporal, o sea, que si llegaran a perder la elección, podrían estar regresando a retomar sus curules para seguir cobrando, lo que muestra que no tienen pudor. ¿Qué la Ley les permite incluso seguir cobrando?, es posible, no obstante, eso no niega la inmoralidad de una actitud así, porque lo que cobran es del presupuesto derivado de nuestros impuestos y entonces, si van por otro cargo electoral, que sea en condiciones equitativas con sus adversarios, es decir, que dejen de cobrar para estar parejos y si pierden, que acepten que la sociedad los ha rechazado y en un acto de dignidad ya no vuelvan, ¿no le parece?