El abanderado tricolor ha venido manejándose muy cuidadosamente, primero, a diferencia de algunos de sus adversarios, esperó pacientemente el tiempo legal para la promoción personal, y hoy parece llevar una estrategia pensada en mostrar una evolución en las tendencias que hasta ahora le favorecen, frente a panistas y perredistas. Es decir, como aplicando aquella expresión que señala, “más vale paso que dure y no trote que canse”, porque de la mitad de las campañas en adelante es cuando hay que echar lo mejor que se tiene. De acuerdo con la agenda, va a participar en cinco o seis eventos diarios, porque tampoco hay mucho tiempo para poder estar en los ya más de 600 pueblos que existen en el estado; son escasos 75 días para alcanzar los objetivos deseados y en particular, Graco Ramírez, aspirante se las izquierdas, viene bastante acelerado. Entre quienes hoy están sumados a su candidatura, hay dos que tres que en su oportunidad y sobre todo con la ola de Andrés Manuel López Obrador, anduvieron en el PRD hace seis años, pero los rostros son diversos, muchos de la vieja guardia tricolor, incluso personajes del mundo del deporte que traen proyectos interesantes a desarrollar en esta materia, pero sobre todo, son enlace con el sector deportivo que también cuenta que ya son parte del abultado grupo cercano al candidato. Va a ser una interesante lucha entre dos partidos de oposición en Morelos: PRI y PRD, más bien, igual que en aquel año 2000, el instituto político en el poder, en este caso Acción Nacional, se antoja muy a la zaga. Todas las señales nos llevan a considerar que es entre tricolores y amarillos donde se librará una batalla bastante fuerte, los primeros tienen una ventaja, traen a un aspirante presidencial que prácticamente dobla en preferencias a sus adversarios, todas las encuestas le dan un dos a uno a Enrique Peña Nieto frente a la panista Josefina Vázquez Mota y un Andrés Manuel López Obrador todavía más al fondo. Puede ser muy cierto, que como ha ocurrido en otras elecciones, el elector difiera su voto de acuerdo al candidato, sin embargo, buena parte de los sufragios caerán en cascada y eso favorecerá a los cuadros priistas. Pero reiteramos, ayer vimos nuevamente a una especie de aplanadora, asemejando a aquellos viejos tiempos de la hegemonía del PRI y se confirma que vienen bastante pesados, sólo es cuestión de que acaben con algunas diferencias que aún subsisten entre grupos y corrientes luego de la selección de fórmulas. Esto es algo que sí les puede afectar, porque se sigue insistiendo por ahí, que algunos priistas descontentos pudieran incluso estar ya jalando hacia atrás o de plano, pasando información a los opositores y muy probablemente amarrando acuerdo con los adversarios, como ocurrió con el hijo del ex gobernador Antonio Rivapalacio. La ventaja para ellos es que se trata frecuentemente de figuras desgastadas que por ese descrédito que llevan, no lograron obtener espacios de participación electoral y hasta pudiera ser benéfica su salida.
Al rescate de Casasano
Por otro lado, el diputado federal y aspirante del PRI a la alcaldía de Cuautla, Félix Rodríguez Sosa no olvida su origen cañero y trae un proyecto bastante interesante en torno al ingenio azucarero de Casasano. Ha entablado ya comunicación con el Fideicomiso de Empresas de Expropiación del Sector Azucarero, a fin de buscar comprar esas instalaciones para que sean directamente manejadas por los productores. Por cierto, Rodríguez Sosa fue encarcelado en la administración estatal anterior, por cuestiones relacionadas a una lucha a favor de los cañeros de esta zona de influencia de Cuautla, pero ello acrecentó su figura y liderazgo, convirtiéndose en el dirigente cenecista y de la organización cañera. Recuerda que encontró al ingenio con un bajo nivel de procesamiento de la vara del dulce, 230 mil toneladas anuales, actualmente anda en 600 mil y su capacidad es para más, evidentemente no se venía manejando bien. Por su baja industrialización, ocupaba algo así como el lugar 48 de 58 ingenios en el país, el diputado afirma que lleva tres años consecutivos logrando el primer lugar nacional por las innovaciones aplicadas y la meta ahora es alcanzar el primer lugar nacional en lo que se refiere el rendimiento en carve, que es la cantidad de líquido por caña de azúcar. Y ¿Cuánto podría costarle a los dos mil 500 productores esas instalaciones?, el cañero menciona que bajo estas condiciones se compró el ingenio del Naranjo, en Veracruz, claro con mucha más capacidad, en 120 millones de pesos, estima que el de Casasano pudiera andar por los 40 millones como máximo, pero insiste en que sí tienen capacidad financiera para hacerlo.
Esa planta atiende a una superficie de producción de caña por arriba de las cuatro mil 500 hectáreas, siempre se le ha dado un lugar de segundo término luego, del Emiliano Zapata de Zacatepec, pero Félix Rodríguez considera que con un buen manejo, le puede dar las buenas y las malas, habrá que ver.