Es cierto, en primera instancia, ya a estas alturas se gastaron casi el presupuesto completo del 2012, en segunda, conformes o descontentos con lo que pasó en el proceso electoral, ahora sólo buscan medio limpiar la casa para no enfrentar problemas delicados una vez que llegue el sucesor.
La Auditoría Superior de Fiscalización dice contar con elementos para sostener que cerca de la mitad de las alcaldías, tienen graves aspectos a resolver, sobretodo en la parte financiera, sin embargo, conocemos de antecedentes muy graves que nunca fueron motivo siquiera de alguna sanción de trascendencia, entre ellos, está por ejemplo el ex alcalde Gustavo Rebolledo Hernández, de Zacatepec, a quien se le encontraron manejos turbios económicos, aquello quedó muy claro públicamente, sin embargo, el señor goza de cabal salud, como dice el dicho, e incluso hasta se dio el lujo de trabajar en contra de su partido, el tricolor, en la justa electoral pasada.
Por eso es que a pesar de evidencias de tantos excesos, nada garantiza que se aplique la ley, debido a que la omisión y la complicidad entre los tres niveles de gobierno continúa siendo el factor más importante que nos ha llevado a escandalosos hechos de corrupción.
Pero ahora, en lugar de entregar el primer día de noviembre, se van hasta enero y eso prolonga la agonía, y hasta da pauta para que los ediles salientes puedan todavía maniobrar muchas cosas, porque además, ya a nivel estatal, habrá nuevos mandos y también estarán entretenidos en abrir el camino hacia la entrega de cuentas a la ciudadanía, antes de fijarse qué pasa con los de enfrente.
Eso sí, por lo menos los presidentes municipales que llegan, tendrán la oportunidad de ejercer el presupuesto anual completo, aunque quedará aún en manos de sus antecesores todo el trabajo de cabildeo y de propuesta respecto a la petición de la ley de ingresos y egresos 2013, aquí lo mejor será que incluso sin haber tomado posesión, comiencen a involucrarse con ese trabajo ante la correspondiente legislatura para que ya sus necesidades sean tomadas en cuenta.
Como que esto de llevar el cambio de gobierno en los municipios sigue siendo un enredo, uno pensaría que la idea es precisamente que puedan disponer de todo el recurso presupuestal anual, sin embargo, por lo menos en el primer año, no tienen los instrumentos necesarios para ser parte directa en las negociaciones de los recursos a ejercer en un principio.
Ojalá que esta vez exista más cordura, que en la medida de lo posible los alcaldes salientes hereden una administración en forma, y que los entrantes no caigan en la tentación de llegar a despedir a todo el personal para poder colocar a su gente, convirtiendo las comunas en bolsas de trabajo y enfrentando tempranamente una gran cantidad de demandas laborales que al final, significan desfalcos financieros casi imposibles de superar, ahí están varias pesadas deudas, que en muchos casos, son producto de millonarios laudos perdidos en los tribunales.
Los empleados tienen derechos, hay que prescindir de sus servicios, lo menos que se debe hacer es darles la liquidación que en ley corresponde, y no hay problema, pero casi siempre se les pone de patitas en la calle sin una explicación y tampoco con el finiquito respectivo.
Pacífica alternancia
Y a nivel de gobierno del estado, apreciamos una pacífica y tersa alternancia, el gobernador Marco Adame Castillo está cerrando la página de manera bastante tranquila, todavía contó con una visita presidencial y no se descarta una más.
Le quedan ya muy pocos pendientes por entregar, inversiones en proceso que están casi concluidos, como el paseo Cuauhnáhuac y el parque tecnológico en Xochitepec.
Fuera de ello, propuestas conjuntas con la federación que no lograron prosperar, particularmente en materia vial, la autopista Siglo XXI seguirá esperando un mejor momento, en este sexenio no se logró invertir un sólo centavo, y ya veremos qué pasa en el nuevo gobierno.
Incluso, la ampliación a cuatro carriles del tramo la Pera-Oaxtepec está teniendo dificultades a la altura de Tepoztlán, hay rechazo de los comuneros a ceder tierras para ello y consideramos que tampoco se avanzará en esta gestión estatal y federal.
Nos quedamos con discursos prometedores en lo relacionado al libramiento norponiente de Cuernavaca, una vialidad ciertamente necesaria para poder desahogar el problema de tránsito vehicular en el actual libramiento, que es ya una calle más de la ciudad.
Están quedando entonces dos que tres pendientes importantes sobre los que debería iniciar fuerte la próxima administración que encabezará Graco Ramírez Garrido, sin embargo, ello tendría que ser en coordinación estrecha con el gobierno federal que encabezará Enrique Peña Nieto.
Existe pues a nivel de actividad gubernamental en el estado, una agenda casi paralizada, buena parte de los funcionarios de primer nivel ya están esperando el final y cubriendo algunos detalles sin importancia, incluso, en cuestión de dos o tres semanas, la tesorería empezará a cerrar ventanillas para poder darse tiempo de cuadrar la contabilidad, porque esto se acabó.
Y nosotros también, estaremos ausentes de este espacio de análisis y reflexión por cerca de dos semanas, nos estaremos contactando a principios de agosto, con la esperanza de comenzar a reescribir otro pasaje más de la entidad, que debe ser mejor que el actual.