Sin embargo, a partir del 2000, cuando comenzó la alternancia, ha sido necesario poner en práctica algunos procesos anteriormente inexistentes que buscan dar claridad al cambio de Gobierno en Morelos y seguramente a nivel nacional, porque las cosas van más o menos al parejo.
Eso de “entrega-recepción” es un término nunca utilizado hasta antes del dos mil, simplemente se terminaba un sexenio para no conocer siquiera cómo quedaba la administración pública del reciente pasado, eso sólo los gobernadores salientes y entrantes lo sabían, no se informaba nada a nadie.
Pero con la llegada de la pluralidad y el cambio permanente de los colores de partidos en alcaldías y la gubernatura, las cosas debieron cambiar y se nos antoja que para bien, porque quien se va que en esta ocasión es Marco Adame Castillo, que ha tenido que ser muy cuidadoso para evitar en la medida de sus posibilidades, aspectos a través de los cuales se le pueda criticar e incluso enjuiciar públicamente por quien lo sustituye que será Graco Ramírez.
Bueno, todavía hace seis años tampoco fue tan cuidadosa la entrega de mandato, porque finalmente Sergio Estrada Cajigal venía de ser gobernador del Partido Acción Nacional (PAN) igual que Adame Castillo y la cosa, a pesar de que sí se nombraron comisiones de enlace, fue mucho muy diferente.
Y debe ser por todo esto que MAC viene extremando medidas de control en la entrega-recepción en un intento por salvaguardar la buena imagen pública aun después de que ya salga del gobierno, este último de septiembre. Tenemos entendido que hace unos días, reunió al gabinete en pleno para dar precisas instrucciones y hacer del conocimiento de sus colaboradores, cuáles son las reglas de salida, como en cualquier deporte.
Y ciertos conceptos no fueron muy bien recibidos por la mayoría de quienes vieron afectados sus intereses personales, porque entre otras cosas, les dejó claro que nadie se va a poder llevar un bono de compensación ni liquidación alguna como es ya recurrente de parte de servidores públicos o representantes populares, caso muy claro, el de los diputados que están saliendo con una maleta de dinero cobrada sin merecerla.
En concreto, les señaló que sólo recibirán la quincena correspondiente a la segunda mitad de septiembre y la parte proporcional de su aguinaldo, es decir, el 75 por ciento nada más y se dice que uno de ellos se armó de valor y hasta le reclamó que porqué tenía que ser así, cuando quienes se separaron de sus respectivos cargos para ir en busca de una candidatura por el PAN en este reciente proceso electoral sí obtuvieron un finiquito.
Sin embargo, algo molesto por la réplica, MAC volvió a repetir, “sólo se llevarán su quincena y la parte del aguinaldo que les corresponde”. Lo anterior para nosotros indica que el señor sabe de la delicadeza con la que se tiene que manejar esta entrega y no dejará ningún cabo suelto a través del cual lo busquen cuestionar.
Se nos antoja bastante sensato, porque en anteriores cambios de gobierno, sobre todo la parte financiera era la menos clara, quienes llegaban no encontraban un peso en caja, acaso deudas, incluso documentos comprometedores eran borrados de los archivos de las computadoras y en pocas ocasiones ni los equipos de cómputo les dejaban, era una auténtica rapiña, por eso sentimos que lo que está pasando es correcto.
Graco: ¿Reconciliación con el pasado?
Y en lo que corresponde al gobernador entrante, Graco Ramírez, sabe perfectamente lo que debe preparar antes de su asunción como mandatario y una vez en el ejercicio del sexenio, hay que dejar atrás viejas rencillas y conflictos políticos que durante su carrera pública se generaron.
El hombre protagonizó sendas controversias y enfrentamientos con figuras importantes del reciente pasado, entre ellos, los ex gobernadores Jorge Carrillo Olea y Sergio Estrada Cajigal, en ambos casos, fue parte central en los movimientos que empujaron hacia juicios políticos y seguramente que los hoy afectados no olvidan aquellos pasajes históricos y ciertamente es interesante que tenga la entereza para aceptar que debe, por lo menos de su parte, intentar cerrar esas páginas.
Incuso, sería conveniente buscar en privado, tanto con JCO como con SECR, reuniones en privado para hablar sobre el tema y poner en claro que su intención es hacer a un lado cualquier mal entendido, porque nunca se sabe cuándo se pueda necesitar de un acuerdo con aquellos que tuvieron una mala relación con él.
Gobernar la entidad en estos tiempos es muy complicado, por más buenas intenciones que se tengan siempre aparecerán inconvenientes y sobre todo, atendiendo a adagios que pudieran ser tan ciertos como aquello de que “los carniceros de hoy serán las reces del mañana”.
Pero se antoja que el señor está bastante conciente de su situación política y que tiene la obligación de intentar sanar en ambas partes las heridas para que no aparezcan nubarrones en el transcurso de estos seis años por venir. Será interesante conocer la opinión de los aludidos, porque finalmente son ellos los que tienen la última palabra.