Puede decirse que mostró un discurso fresco, un tanto informal, le dio agilidad y dinamismo con referencias personales a algunos de sus invitados, que fueron muchos y de buen nivel, además de una composición plural, porque lo mismo estuvieron ahí los famosos “chuchos”, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, éste último actual dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática, que el jefe de la bancada priista en la cámara baja, Manlio Fabio Beltrones o los ex gobernadores panistas, Sergio Estrada Cajigal Ramírez y el propio Marco Adame Castillo, a quien le correspondió entregar el poder.
Y qué decir de media docena de gobernadores en funciones y el electo de Tabasco, Arturo Núñez; así como el mandatario del Estado de México, Eruviel Avila, además de los jefes de Gobierno del Distrito Federal, el saliente, Marcelo Ebrard Casaubón y el entrante, Miguel Ángel Mancera. Desde luego, no faltó el líder moral del movimiento de izquierda Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
En este sentido, vimos a un Ramírez Garrido suficientemente conectado como para poder mejorar mucho las perspectivas tradicionales basadas en los pobres recursos presupuestales que por Ley le corresponden a nuestra entidad, lo que expuso en su intervención muestra que tiene muchas posibilidades de concretar proyectos de infraestructura con base en un trabajo conjunto con estados vecinos, particularmente Puebla, Guerrero y Distrito Federal.
Hay puntos bastante interesantes en el contenido del discurso, de entrada, el compromiso de someter permanentemente a sus colaboradores a exámenes de confianza y cero tolerancia a la impunidad y complicidad de servidores públicos con la delincuencia organizada.
El proyecto de combate a la delincuencia será regional, en primera instancia, con los municipios y en segunda, para atacar a la parte más delicada del problema, con los estados vecinos, en este sentido dejó ver que los acuerdos ya están caminando, particularmente con la capital del país y Guerrero.
La oferta no es menos en materia de justicia y seguridad, porque sostuvo que ya no habrá más víctimas ni abusos, mucho menos feminicidios y ratificó el compromiso de campaña en el sentido de que en 18 meses tendrá resultados tangibles en este asunto tan escabroso de la seguridad, ciertamente que fue muy lejos, porque nadie hasta ahora ha logrado detener el avance de la delincuencia organizada.
La educación, decíamos, le mereció también muchas reflexiones y ofrecimientos, como el referente a la entrega de becas-salario para sacar de las calles y la ociosidad a unos 40 mil jóvenes, intentará llevarlos a un sistema de educación abierta, amén de hacer valer el ofrecimiento de generarle espacio a más de cinco mil jóvenes que fueron rechazados en los exámenes de admisión de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Esos cinco ejes expuestos abarcaron prácticamente todas las actividades gubernamentales y algo que llamó la atención, es que descartó de manera definitiva continuar con el proyecto del libramiento norponiente de Cuernavaca, y ha optado por el segundo piso en el actual.
Esta postura fue además reforzada con la mención de que no se autorizará ningún proyecto de desarrollo empresarial, habitacional o comercial que no se sujete a las normas ambientales contempladas en la Ley de la materia; lo anterior es trascendental, ya que el crecimiento en desorden y el avance de la mancha urbana sin ninguna regulación nos ha llevado a situaciones extremas, no se puede continuar así.
En concreto, Ramírez Garrido sostuvo que le devolverá la calma a la entidad a fin de que el desarrollo regrese, sobre todo los miles de estudiantes extranjeros que venían a Cuernavaca a aprender español y que se han ido a raíz de la ola de violencia, es decir, volveremos a caminar por las calles, avenidas y pueblos sin el temor de ser víctimas de los enemigos públicos.
No gobernar con ocurrencias, reducir el gasto burocrático, combatir la discrecionalidad y mejorar el panorama estructural de la entidad hacia el 2018, fueron entre otros, conceptos esgrimidos por Graco Ramírez que exhibió mucha confianza en su ponencia.
No obstante, igualmente reconoció el papel que en todo esto deberá tener el Poder Legislativo y la participación ciudadana, sin estos dos elementos buena parte de los compromisos pudieran venirse abajo, pero por lo menos se apreció mucha certeza respecto a algunos proyectos de gran visión.
Aprovechó el espacio de tiempo que concede la Ley antes de tomar el cargo, para buscar aliados y presentar proyectos a personajes de la vida política nacional que le serán de mucha utilidad una vez en el desempeño de la gubernatura, algunos de ellos estuvieron presentes, de tal manera que fue oportuno recordarles públicamente la palabra empeñada.
Incluso se dio tiempo para evidenciar algunas deficiencias del Gobierno saliente, como aquello de que no se ejercieron más de 200 millones de pesos en materia de seguridad y su idea es que el Gobierno federal se los reponga, para tal efecto ya dispone de propuestas concretas a desarrollar, si esto se logra, habrá sido un gran paso para comenzar a reforzar los esquemas de prevención del delito, porque por ahí va orientado el objetivo.